OJO ES UN CLON DE ZONA
CATEGORÍA GENERAL ZONASATELITE => OFF-TOPIC => EL BAR DE ZONA SATELITE => Mensaje iniciado por: melli77 en 19 de Mayo de 2016, 20:06:24 20:06
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A brazo partido: Locución utilizada -especialmente- en compañía de los verbos «trabajar» y «luchar». Expresa que una acción ha sido realizada con mucha intensidad, debido a que «brazo partido» literalmente significa «con los brazos solos, sin armas».
A buen entendedor, pocas palabras: La persona inteligente comprende rápidamente lo que se le quiere decir, sin necesidad de que las cosas le sean dichas con muchas palabras.
A buen puerto vas por leña: Expresa la idea de acudir al lugar menos indicado en busca de ayuda, comparando la acción con la de los antiguos navegantes que acostumbraban a arribar a los puertos donde se los proveía de madera.
A caballo regalado no se le miran los: Cuando alguien recibe cualquier tipo de regalo o presente, debe hacerlo sin cuestionar el obsequio y limitarse a aceptarlo tal como es. La parte final de la locución proviene de la antigua costumbre de revisar la dentadura de los caballos para conocer el estado de salud del animal.
A cada cerdo le llega su sanmartín: No hay persona a la que no le llegue el momento de padecimiento. El origen de este proverbio tiene relación con la fecha del 11 de noviembre, día en que se celebra la festividad de San Martín de Tours, taumaturgo y milagrero francés, elegido por sorteo patrono de la ciudad de Buenos Aires. Ese día, con motivo de la celebración, la tradición indicaba que se comiera cerdo. Otra versión, afirma que «sanmartín» era el nombre dado a cierto cuchillo que se usaba para trocear a los cerdos. En cualquiera de los casos, la palabra "sanmartín" se escribe con minúscula inicial por tratarse de un sustantivo común y así aparece en todos los diccionarios.
A capella: Equivale, literalmente, a decir a la manera de la capilla (igual que se hace en la capilla) y se aplica a toda obra escrita para coro y cantada sin acompañamiento musical o con instrumentos que ejecutan la partitura al unísono.
A confesión de partes, relevo de pruebas: Cuando alguno admite su error o falta, no es necesario indagar acerca del error cometido: basta con que lo haya reconocido.
A Dios rogando y con el mazo : No solamente hay que rogar y pedir a Dios que nos ayude; también debemos poner todo de nuestra parte.
A falta de pan, buenas son tortas: No siempre tenemos todo lo que deseamos, por eso, muchas veces debemos conformarnos con lo que tenemos, aunque sea menos de lo deseado o merecido.
A grandes males, grandes : Cuanto mayor sea el mal, mayor deberá ser la solución que se propone y mayor el esfuerzo de nuestra parte para conseguirlo.
A la buena de Dios: Algo hecho sin cuidado, así no más, sin orden ni organización, confiando en la "buena" voluntad de Dios, sobre quien se hace caer toda la responsabilidad.
A la primera de cambio: Frase proveniente del ámbito bancario, que equivale a "de buenas a primeras", "en la próxima oportunidad que se presente".
A la suerte, hay que ayudarla: Dicho que nos invita a trabajar con esfuerzo para obtener logros en la vida, sin esperar que la buena suerte nos acompañe. La acción de la buena fortuna es siempre bien recibida, pero no debemos recostarnos solamente en ella.
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Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
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Quien madruga Dios le ayuda...
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... Por mucho madrugar, no amanece más temprano. [dud.]
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Bailar en la cubierta del Titanic: Es una locución de uso internacional, por la que se censura a la persona que, ante una situación de inminente grave peligro, opta por hacer caso omiso de las advertencias del riesgo y asume una actitud de indiferencia, como si realmente estuviera a bordo del célebre barco que se hundió en 1912, bailando al compás de la orquesta mientras se desencadenaba la tragedia. Bailar con la más fea: Expresión propia de los argentinos que alude a la desgracia de tener que soportar lo más desagradable de una situación, como sucedía en los bailes en los que las chicas más lindas habían sido sacadas a bailar e iban quedando las más feas. La versión en inglés -"sacar la pajita más corta"- alude al juego consistente en cortar pequeños trozo de madera o paja y hacer sacar una a cada participante; el que sacaba la más corta, perdía
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Muerto el perro, se acabó la rabia.
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A otro perro con ese hueso.
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Bajar la guardia: Relajar la precaución, ceder la atención, considerando que ya no es necesario ser tan cuidadoso. La frase está tomada de la práctica de algunos deportes como el boxeo y la esgrima, en los que se enfrentan dos oponentes y se aplica en la vida cotidiana a la persona que ya no se esfuerza en sus tareas o profesión como lo hacía antes.
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Mandar a la porra: Antiguamente, en el ámbito militar, el soldado que ejecutaba el tambor mayor del regimiento llevaba un largo bastón, con el puño de plata y mucha historia detrás, al que se llamaba "porra". Por lo general, este bastón era clavado en un lugar alejado del campamento y señalaba el lugar al que debía acudir el soldado que era castigado con arresto: "Vaya usted a la porra", le gritaba el oficial y el soldado, efectivamente, se dirigía a ese lugar y permanecía allí durante el tiempo que se mantenía el castigo. Posteriormente, fue cambiada la forma de castigo, pero la expresión mandar a la porra quedó en el uso del lenguaje del pueblo con un matiz netamente despectivo.
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Dar gato por liebre: Antiguamente, las hospederías gozaban de una dudosa fama, sobre todo en materia de viandas. La literatura está plagada de alusiones a este particular. Entre otras acusaciones, los venteros eran a menudo sospechosos de echar un asno en adobo y venderlo como ternera, y de servir platos cuyo contenido no se sabía si era conejo, liebre, cabrito o gato. Era tanta la desconfianza en estos establecimientos que llegó a hacerse habitual entre los comensales la práctica de un conjuro previo a sentarse a comer. Puestos de pie, los clientes recitaban así delante del asado: Si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta del plato.
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Bajarse los pantalones: Transigir en algo, deshonrosamente; claudicar, como si realmente uno se bajara los pantalones para quedar a merced de otro, sin poder movilizarse.
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A mal tiempo, buena cara: Hay que saber sobrellevar los reveses de la suerte, tratando de poner de nuestra parte el máximo esfuerzo para superar los malos momentos.
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Basta la salud: Frase de consuelo, utilizada para justificar la falta de cualquier otra cosa, aludiendo a que, mientras una persona esté sana, podrá acudir siempre a sus fuerzas para trabajar y lograr lo que desee. Existe entre nosotros una locución derivada de esta -la plata va y viene, lo que importa es la salud- que, a 12 causa de los tiempos difíciles que les toca vivir a las personas, se ha deformado en la irónica variante la salud va y viene, lo que importa es la plata.
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Borrar con el codo lo que se escribió con la mano: Es una referencia a las contradicciones de las personas, que suelen afirmar o sostener algo y luego, se manifiestan en sentido totalmente opuesto.
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Nada del otro mundo. Se supone que una cosa «del otro mundo» sería algo digno de sor-prender y conmocionar a los habitantes de este planeta, por eso, cuando se trata de algo que no alcanza ese nivel, usamos esta frase.
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Bueno es hablar, pero mejor es callar: Es un consejo para aquellas personas que hablan demasiado, sin reparar en las consecuencias.
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Cabeza de turco: Es la persona a la que se hace blanco de acusaciones por cualquier motivo. La expresión alude al tiempo de las Cruzadas, en el que los turcos eran víctimas del odio de todos los cristianos, que sentían una especial preferencia por cortar sus cabezas.
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Ojos que no ven, mierda que pisas ( sobran las palabras )
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Mear fuera del tiesto: En la mayoría de las regiones españolas, un tiesto es un vaso de barro cocido que sirve para criar plantas. Pero en Castilla también equivale a orinal. Así pues, mearse fuera del tiesto significa orinarse fuera del orinal y, en sentido figurado, salirse de la discusión, y hacer o decir un despropósito.
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Este es literalmente de mi abuela:
Nadie da duros a 4 pesetas.
Un saludo.
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Buscar cinco (o tres) pies al gato: Equivale a buscar soluciones o explicación sin fundamento a cosas reales y proviene de la antigua costumbre de agarrar a los gatos de su cola, que era considerada el "quinto pie".
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Buscar el pelo en la leche: Ser excesivamente detallista, meticuloso, como quien realmente pretende hallar un pelo oscuro en la blancura de la leche.
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Mañana será otro día: Frase usada como consuelo o amenaza ante la adversidad y también como pretexto para no hacer una cosa en el día de la fecha, originada en un cuento que narra la historia de un tuerto que salió de noche a recoger espárragos y como no veía nada, desistió y exclamó -a manera de excusa- mañana será otro día.
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Buscar una aguja en un pajar: Es la representación más notable de las empresas difíciles: nada hay más dificultoso que tratar de encontrar una aguja en un pajar. Brillar por su ausencia: Entre los romanos, existía la costumbre de exhibir en los actos fúnebres los retratos de todos los antepasados y deudos del difunto. Por eso, el célebre historiador Tácito, al relatar en el libro III de sus "Anales" las honras fúnebres de Junia -viuda de Casio y hermana de Bruto (el asesino de Julio César)- cuenta que todo el mundo se daba cuenta de la ausencia ("brillaban" por ella) de la efigie de los dos criminales. Posteriormente, en el siglo XVIII, el gran poeta francés André de Chenier puso de moda la expresión brillar por su ausencia que todo el mundo usa hoy, a veces con mala intención, para resaltar la falta de algo o alguien en determinada circunstancia.
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Marchar a la francesa: Durante el transcurso del siglo XVIII, existía entre las personas de la alta sociedad francesa una moda que consistía en retirarse de un lugar en el que se estaba realizando una reunión o velada, sin despedirse, sin siquiera saludar a los anfitriones. Llegó a tal punto este hábito, que era considerado un rasgo de mala educación saludar en el momento de la partida. No se objetaba, por ejemplo, que la persona mirase el reloj para dar a entender las circunstancias por las que ella debía retirarse, pero de ninguna manera se veía con buenos ojos que el asistente saludase antes de ausentarse. Esta costumbre, en Francia dio origen al dicho sans adieu (sin adiós), que el lenguaje coloquial español acuñó en la forma marchar a la francesa, pero en este caso como equivalente de reprobación del comportamiento de alguien que, sin despedida ni saludo alguno, se retira de una reunión.
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Más vale malo conocido que bueno por conocer. Es preferible tratar con alguien conocido a quien se le señalan los defectos y no con alguien que viene precedido de excelentes referencias, pero que aún no hemos visto desempeñarse. Más vale maña que fuerza: Se obtiene mayor partido de la suavidad y la destreza que de la violencia y el rigor.
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Caérsele los anillos: Ser poco afecto a colaborar con los demás, sobre todo en el trabajo físico, eludir la responsabilidad.
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Cada loco con su tema: Frase que sirve para explicar el apego que cada uno tiene por su propio parecer, al igual que los locos que, por lo general, disparatan sobre un tema que es su obsesión. Antiguamente, solían terminar la frase con ... y cada lobo por su senda.
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Más vale ser cabeza de ratón que cola de león. Siempre es mejor ser el primero en un lugar humilde que el último en un lugar notable.
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Cada maestrito con su librito: Frase usada para justificar la disparidad de criterio en el cumplimiento de un mismo objetivo. En la vida, todos tenemos un método para desarrollar nuestras actividades.
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Matar dos pájaros de un tiro Equivale a obtener un logro por partida doble, como si uno realmente pudiera abatir a dos pájaros con un solo disparo (o con una sola piedra, como dice la versión en inglés).
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Cada muerte de obispo: Muy esporádicamente, de vez en cuando, en alusión a la longevidad de los prelados, que suelen vivir muchos años y, por otra parte, los obispos no suelen ser jóvenes, de ahí lo de su larga vida.
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A cojón visto, macho seguro: Cuando se comete algún error o tomas una decisión equivocada, después siempre aparece alguien para decirte cual era la decisión correcta...
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Caerse del nido: Descubrir una verdad a destiempo; ser ingenuo, como los polluelos que por inexperiencia, suelen caer de lo alto, al desprenderse del nido.
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Matar la gallina de los huevos de oro. Frase basada en una fábula de Esopo que cuenta la historia de un hombre que poseía una maravillosa gallina que ponía huevos de oro. Suponiendo que su interior estaría lleno del preciado metal, la mató y se encontró con la cruel realidad.
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Caerse la venda de los ojos: Desengañarse, descubrir la verdad acerca de una persona o situación, sobre todo cuando lo que se descubre es negativo para uno
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Matrimonio y mortaja del cielo bajan. En esta locución, se habla de dos sacramentos de la Iglesia católica: el Matrimonio y la Extremaunción y, como tales, deben ser considerados recibidos de la propia mano de Dios. La rima festiva se ha hecho en base a que, en ambos casos, el hombre debe tomarlos como hechos del destino y acatar lo dispuesto por el Creador.
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Caiga quien caiga: Es una de las frases más amenazantes que existen en todas las lenguas.
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Media naranja. Equivale a la esposa (o novia) o al esposo (o novio), uno respecto del otro. El origen podría ser el hermoso mito de la aparición de los dos sexos humanos, según lo cuenta Platón, por el que al principio el ser humano era sólo uno, asexuado, que vivía en perfecta armonía. Pero, un día desobedeció a los dioses y éstos lo castigaron separándolo en dos mitades (como a una naranja): hombre y mujer, y los condenó a vagar eternamente buscando la otra mitad para recuperar su completa felicidad.
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Calavera no chilla: Significa que la persona que gusta de la diversión exagerada y la vida disipada no debe quejarse de las consecuencias de su forma de vida. "Calavera", en sentido figurado, es el hombre de poco juicio dado al libertinaje. Calumniad, calumniad, que algo quedará: Frase que algunos atribuyen a Voltaire y que el escritor Beaumarchais habría incluido en su obra El Barbero de Sevilla. La expresión sostiene que cuando se insiste en la difamación, con el tiempo se logra instalar la duda en la sociedad.
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Mejorando lo presente. Locución que, a modo de cortesía, se usa para alabar o hablar bien de alguien que se encuentra presente en ese lugar.
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Caro como aceite de Aparicio: Todo aquello cuyo coste es muy subido de precio o abusivo se dice que es caro como aceite de Aparicio. El aceite de Aparicio es una preparación medicinal para curar las llagas y heridas inventada en el siglo XVI por Aparicio de Zubia. El alto precio de esta pócima no se correlacionaba con el coste real ni la dificultad para hallar sus ingredientes: aceite de oliva, hipérico, romero, lombrices de tierra, trementina y resina de enebro, incienso y almáciga en polvo. Quizás la fórmula permaneció en secreto y fue explotada en exclusiva por el inventor de este aceite curativo.
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Memoria de elefante. En realidad, dicen que la memoria del elefante no es muy buena, debido al tamaño de su cráneo, pero que sí recuerda muy bien a la persona o cosa que le ha hecho daño. De ahí, la aplicación de la frase.
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¡Chocolate por la noticia!: Frase irónica con la que se pretende descalificar a quien afirma algo que ya todos conocen, ya sea porque es un hecho consabido o bien, porque llegó tarde con la noticia.
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Menos averigua Dios y perdona. Frase que expresa la idea de que, hasta el mismo Dios perdona a quienes somos pecadores, sin necesidad de conocer nada más que nuestro arrepentimiento, por lo cual nadie puede exigirnos saber más de nosotros. La frase habría sido la respuesta de un diácono al cura -célebre éste, por su gran apego a las monedas- quien una vez le preguntó de dónde había sacado dinero para hacer las compras para la parroquia.
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¡Chúpate esa!: Exclamación de réplica cuando uno contesta algo que sorprende y desagrada a alguien, sobre todo por lo justo e inesperado de la respuesta. Entre nosotros, la frase originariamente era ¡chúpate esa mandarina!, indudablemente, una curiosidad idiomática porque, entre nosotros, es más habitual que alguien chupe una naranja y no una mandarina.
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Menos lobos. Un andaluz llamado Pinto decía haber visto una manada de l00 lobos. Sin creer el relato, sus amigos le decían "¡Menos lobos, tío Pinto!". El hombre fue rebajando la cifra hasta reconocer que sólo había visto la cola de un animal. También existe la versión que dice: "Menos lobos, Caperucita", con igual significado.
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Clavar a alguien: Dejar plantada a una persona, ya sea esperando en una cita o despojándolo de algo que esa persona merecía. El origen es la práctica delictiva de los antiguos salteadores de camino que se ofrecían para clavarles las herraduras a los forasteros, pero lo hacían dejando algunos clavos flojos, para luego -cuando estos se detenían- asaltarlos y robarles las pertenencias.
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Mens sana in corpore sano. Aforismo latino extraído de la Sátira por, de Juvenal, cuyo significado es alma sana en cuerpo sano y señala la ventaja de una buena salud del cuerpo para gozar de un buen espíritu. La locución completa es oremos para que haya una mente sana en cuerpo sano.
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Colgar el Sanbenito: Entre los antiguos usos de la Iglesia primitiva y después, durante los tiempos de la Inquisición, a los penitentes que lloraban sus culpas y mostraban arrepentimiento, se les daba una vela de cera y se los arropaba con una especie de saco de lana que, previamente, había sido bendecido por el sacerdote o párroco del lugar. De ahí, que a esa prenda se le llamase saco bendito, denominación que más tarde, derivó en las formas san bendito y, finalmente, sambenito. Este hábito -que, en realidad, era una réplica del saco de penitencia usado por los penitentes de la Iglesia primitiva- consistía en una especie de escapulario de lana amarilla con la cruz de San Andrés, llamas de fuego y otros jeroglíficos estampados en la superficie. Pero, respecto de la etimología de la palabra, hay quienes sostienen que proviene del nombre de San Benito, cuyo significado pasó por designar primero al "escapulario benedictino", luego al "escapulario que se ponía a los condenados por la Inquisición" y finalmente, "signo de infamia". El objetivo de penitencia de este atuendo dio origen al dicho popular cargar o colgar a uno el sambenito, con el que se expresa el acto de echar sobre alguien una culpa que no merece, como cuando decimos comerse un garrón, en alusión a idéntica situación.
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Meter la mula. Hacer trampa, tratar de engañar a alguien, con una treta. El origen de la frase se remonta a la época en que los cargamentos de cereales y forrajeras se trasladaban en mula y, cuando llegaba el momento de pesar la carga, el productor o su representante introducían en la balanza -además del cargamento- la mula que lo portaba, para así aumentar el peso total.
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Colgar la galleta: Dejar plantado a alguien, particularmente referido a la relación amorosa, cuando uno de los integrantes de la pareja abandona al otro.
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"Eres más pesado que una mosca cojonera" (sin comentarios)
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Comer de gorra: Este dicho nos remonta a la época en que los estudiantes vestían de capa y gorra. Y sucedía que, como buenos estudiantes, eran dueños de un apetito voraz a causa del tremendo desgaste que significaba responder a las exigencias de las universidades de entonces. Sumado a esto, como muchos de ellos provenían de lugares distantes de las grandes ciudades a las que acudían en busca de la excelencia educativa, no tenían dónde recurrir cuando sus hambrunas eran insostenibles. Por eso, debían agudizar su ingenio y acudir a picardías propias de la edad para poder llevarse algo al estómago. Uno de los recursos era meterse "de colado" en las fiestas de bautismos, cumpleaños o casamientos importantes, repartiendo reverencias y ceremoniosos gorrazos (saludos hechos con la gorra) y permaneciendo mudos y aislados durante la celebración para no ser detectados por los anfitriones, pero dando cuenta de los apetitosos manjares que se servían en la ocasión. De ahí, que a esta clase de "invitados" se les llamase despectivamente capigorrones, de donde -por analogía- surgió la expresión comer de gorra, en alusión al hecho de poder hacerlo merced a los saludos realizados con ese elemento. Mucho tiempo después, en este siglo, comenzaron a pulular cantantes e instrumentistas populares que realizaban su actuación en la vía pública y que recogían la limosna dada por los transeúntes, en un sombrero o gorra que depositaban en el suelo.
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Meter la pata. Equivocarse, cometer errores, generalmente, por torpeza o descuido, como cuando alguien «mete» literalmente la pierna en un agujero, grieta o zanja.
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Meter violín en bolsa. Equivale a la expresión irse con la música a otra parte y se aplica en referencia a la bolsa en la que el violinista guardaba su instrumento.
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Como el maestro Ciruela: Frase con la que se censura a quien habla magistralmente u opina sobre una cosa de la que no entiende. La locución completa habría sido originalmente como el maestro Ciruela, que no sabía leer y puso escuela, incluso se dice que en un tiempo, pudo haber sido como el maestro de Siruela... en relación con el nombre de un pueblo de Badajoz, provincia española cercana a la frontera portuguesa, sin otra intención que la rima con la palabra "escuela".
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Como Pancho por su casa: Hacer algo con total libertad. Originariamente, la frase era como Pedro por su casa, proveniente de la locución entrarse como Pedro por Huesca, en alusión a la toma de esa ciudad por el rey aragonés Pedro.
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Meterse en camisa de once varas. La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros). La expresión meterse en camisa de once varas se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.
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Meterse en la boca del lobo. Entrar en un lugar que representa un serio riesgo para nuestra integridad, como si realmente uno hubiera metido la cabeza dentro de la boca del lobo. En inglés, se usa el león para el mismo dicho.
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Como quien no quiere la cosa: Con disimulo, como si uno no quisiera conseguir lo que realmente pretende.
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Como quien oye llover: Sin interés, sin prestarle demasiada atención. La lluvia se oye, es decir, "se percibe con el oído" (sobre todo, el que está protegido de la lluvia), a diferencia de aquello que se escucha, es decir, "se oye con atención". Compás de espera: Silencio, corto tiempo que uno se toma para analizar una situación. Lo de compás procede de la simbología musical.
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Mientras hay vida, hay esperanza. Podríamos decir también la esperanza es lo último que se pierde y estaríamos afirmando una de las frases más optimistas y positivas que existen en nuestra lengua.
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Mira quién habla. Frase utilizada para recriminar a quien señala o critica en los otros, defectos que él también tiene.
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Con amigos así... ¡quién necesita enemigos?: Es una crítica a los que uno suponía amigos de verdad, pero en los momentos cruciales demuestran que no lo son. Por eso, la frase expresa la referencia a los enemigos.
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Modestia aparte. Expresión usada a modo de justificación, cuando uno habla bien de sí mismo, para no pecar de inmodesto.
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Con azúcar está peor: Si bien no es un dicho muy popular entre nosotros, su origen no deja de ser una curiosidad muy pintoresca. Cuentan que el célebre músico navarro don Juan Emilio Arrieta -para entonces director del Conservatorio madrileño- se hospedaba en una pensión de la calle llamada "del Desengaño", de cuyo baño salía continuamente un olor nauseabundo. El músico se quejaba reiteradamente ante la dueña y la instaba a que solucionara tan desagradable situación, hasta que un día, al entrar en la casa, don Arrieta advirtió que el olor aunque distinto- resultaba aún más insoportable y repugnante que el anterior, por lo que preguntó a la dueña. -¡Pero, doña Blasa! ¿Qué ha hecho usted? -¿Qué he hecho?- repuso dolida la patrona. -¿Todavía no está usted satisfecho, don Juan? Pues, sepa que me la pasé toda la mañana quemando azúcar. A lo que el músico respondió: -¡Ay, doña Blasa! ¡Con azúcar está peor! Esta salida de don Arrieta fue tan festejada que ha quedado en el lenguaje coloquial de España para dar a entender que ciertos remedios, a veces, dan resultados contraproducentes, de manera que en lugar de mejorar las cosas, las agravan y empeoran.
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Mojar la oreja. Frase que simboliza el reto a pelear con alguien. Por extensión, la expresión se utiliza para aludir a cualquier acción de desafío, real o simbólica. El gesto procede de una parodia sacrílega del ritual del bautismo por el que el sacerdote mojaba la oreja del niño, mientras exclamaba "¡Ábrete!", ordenando simbólicamente que se abrieran los oídos para escuchar las verdades de la fe.
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Con bombos y platillos: Con mucho ruido, como cuando se da a conocer una noticia muy importante.
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Montar en cólera. Estar enojado, con mucha rabia, con ira. "La" cólera -no "el" cólera, la enfermedad- es sinónimo de "ira, enojo, enfado".
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Con la cola entre las patas: Es la típica forma de huir que tienen la mayoría de los perros, manteniendo el rabo metido entre las patas traseras. Se aplica a la persona que abandona un lugar totalmente humillado.
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Con la soga al cuello: Pasando un momento de apremio, amenazado de un riesgo grave, como cuando el ahorcado se siente a punto de morir, debido a que la soga que le rodea el cuello comienza a apretar.
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Morderse la lengua.Es una frase que expresa la idea de mantenerse callado, no hablar, sobre todo cuando es imprescindible permanecer en silencio para no comprometer a alguien o no cometer indiscreciones. Literalmente, si nos mordiésemos la lengua, no podríamos hablar; por eso, la sugerencia de hacerlo antes que decir una palabra.
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Con las glorias se olvidan las memorias: El que llega a lo más alto en una profesión suele olvidar a los amigos y los beneficios recibidos para alcanzar ese logro.
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Morir con las botas puestas. Equivale a morir en pleno trabajo y la comparación surge de la característica de los soldados que morían en la guerra en medio de la lucha y con el calzado puesto.
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Vade retro, Satanás. Significa Retírate, Satanás, y según el Evangelio de San Mateo, IV, 10, Jesucristo pronunció estas palabras al vencer las tentaciones del Diablo. Posteriormente, su uso se extendió a las situaciones en las que se rechazan ideas, personas o cosas que causan repulsión.
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Con las manos en la masa: Sorprender a alguien en el momento de cometer un delito o, simplemente, una acción prohibida. Equivale a la expresión in fraganti y es una comparación con el hecho de estar preparando una masa (harina, agua y sal). Con una mano atrás y otra adelante: Alude a la pobreza y a la miseria, por las que a una persona sólo le quedan sus manos para cubrir su desnudez.
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Moros en la costa. Divulgaron el dicho las milicias populares que se dedicaban a frenar los ataques de los piratas berberiscos.
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Consultar con la almohada: Meditar el tiempo necesario antes de concretar un negocio o de tomar una decisión crucial, referido obviamente a las horas de la noche, cuando uno se acuesta y antes de dormirse, reflexiona sobre cuestiones de su vida.
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Vamos al grano. Locución que favorece el tratamiento de lo más sustancioso de un tema, omitiendo lo superfluo, en comparación con la parte más importante de la planta: el grano.
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Mosquita muerta. Sirve para designar a la persona de ánimo o temperamento apocado, pero que suele sacar provecho de su situación, a través de actitudes poco frecuentes en ella.
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Contigo pan y cebolla: Es una frase propia de la relación amorosa, por la que se manifiesta que, por el solo hecho de estar juntas, dos personas se conforman -metafóricamente- con comer únicamente estos dos elementos, que suelen ser baratos para cualquier bolsillo.
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Contra viento y marea: Luchar contra la adversidad, comparando la acción con la lucha del marino que se enfrenta una tempestad en la que tiene en contra al viento y a la marea.
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Mover cielo y tierra. Revolver todo, agotar hasta el último recurso para conseguir algo, como si realmente "moviera" el cielo y la tierra.
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Venir al pelo. Ser algo muy oportuno, llegar a su debido tiempo. La comparación se hace en base a la facilidad con la que se puede peinar las pieles de los animales en el sentido en que se inclinan sus pelos, y no a "contrapelo".
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Correr con el caballo del comisario: Contar con ayuda oficial para obtener resultados positivos en algún asunto. En las antiguas carreras de caballos (cuadreras) había una de las competencias dedicada al comisario del pueblo, cuyo caballo invariablemente "ganaba" la prueba.
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Cortados por la misma tijera: Expresión familiar que se aplica a dos personas de idéntico carácter y del mismo parecer, que suelen compartir defectos y virtudes, al igual que las telas cortadas juntas por el mismo patrón o molde.
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Muchas manos en un plato hacen mucho garabato. Cuando muchas personas tienen injerencia en un tema, el resultado no puede ser positivo.
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A burro muerto, la cebada al rabo. Reprende a quienes pretenden ayudar o poner remedio fuera de tiempo.
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Venir como anillo al dedo. Caer justo, apropiado. Se aplica cuando sucede algo en el momento en que más se lo necesitaba.
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Cortar el bacalao: Ser el que manda en una sociedad o cualquier grupo de personas. El bacalao fue, durante mucho tiempo, un elemento básico en la alimentación de los pobres, por eso, la misión de cortarlo era reservada a los jefes de familia.
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El que regala bien vende si el que recibe lo entiende.
Enseña que un obsequio o atención facilita la venta de algo o propicia la reacción favorable de otra persona, pero no todo el mundo sabe o quiere darse cuenta de tal gesto, quizá porque ven un fin interesado.
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Mucho ruido y pocas nueces. Expresión tomada del título de una pieza clásica de William Shakespeare, que se aplica a la situación en que se produce mucho alboroto sin ningún resultado positivo.
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Cortar por lo sano: Significa erradicar lo malo, lo insano de una cosa. Cuando una planta está enferma, se corta la rama desde la última parte que permanece sana y de esta manera se asegura que lo enfermo será extirpado.
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Adonde fueres haz lo que vieres.
Sugerencia para que a la persona le resulte fácil la adaptación a un lugar. Conviene observar cómo actúan los que allí viven y tratar de hacer lo propio.
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Ver el cielo abierto. Cuando se presenta una ocasión propicia para salir de un apuro o alcanzar lo que se desea, se dice que la persona ha visto el cielo abierto. La expresión, que también se utiliza en plural -ver los cielos abiertos- proviene del martirio de San Esteban, que se describe en los Hechos de los Apóstoles. Mientras los agresores del mártir se empeñaban en imponerle el castigo corporal, San Esteban, elevando los ojos a las alturas, exclamó: "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está en pie a la diestra de Dios".
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Costar un huevo: Ser algo excesivamente caro, como si al hombre le costara uno de sus testículos, y todos sabemos lo que sentimos al respecto.
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Antes que te cases, mira lo que haces.
Advertencia para aquellos que deben tomar alguna resolución importante.
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Costar un ojo de la cara: Ser algo muy caro, excesivamente costoso, tanto que para pagarlo habría que entregar uno de los ojos.
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Muerto el perro, se acabó la rabia. Frase digna del razonamiento de Perogrullo por la que se expresa que una vez que se extinguió la causa que producía un efecto, éste desaparece, lo mismo que sucede al morir un perro enfermo de rabia: la enfermedad deja de existir.
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Ver las estrellas. Sentir un dolor muy fuerte, debido a la sensación que sobreviene luego de sufrir una gran contusión.
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Costar un triunfo: Lograr algo luego de muchísimo esfuerzo. La expresión está tomada del juego de naipes en donde se llaman triunfos las mejores cartas que permiten ganar una mano.
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Creer en los peces de colores: Proviene de la época en que la moda era tener peceras con pececitos de colores y parece ser el resultado de la analogía con el recurso del colonizador español que solía canjear, con los nativos, espejitos de colores por especies de valor.
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Música celestial. En tiempos remotos, era muy debatido el tema de la existencia o no, de tres clases de música: la instrumental, conocida por todos; la música humana, que reflejaría la armonía entre el cuerpo y el espíritu y la música celestial o mundana, también llamada "música de las esferas", considerada inaudible para los sentidos, pero que estaba determinada por la velocidad y distancia de los astros. Incluso, se llegó a afirmar que las siete notas de la escala musical se correspondían con los siete planetas del sistema Solar, mientras que las doce consonancias o series de acordes equivalían a los doce signos del Zodíaco. Para algunos, hasta se volvió motivo de preocupación averiguar si en el Cielo se cantaría esa música. Todas estas quiméricas conjeturas acabaron por dar origen a la expresión música celestial, que con el correr del tiempo se aplicó para desdeñar -por vanas e inútiles- aquellas promesas que se hacen envueltas en palabras sonoras y engañosas.
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Curioso, muy usado pero no me sabia la historia.
Atar los perros con longaniza
Este dicho nos remonta a los principios del siglo XIX, más precisamente al pueblo salmantino de Candelario, cercano a la ciudad de Béjar, famoso por la calidad de sus embutidos, en el que vivía un afamado elaborador de chorizos llamado Constantino Rico, alias el choricero, cuya figura sería inmortalizada por el artista Bayeu en un famoso tapiz que hoy se exhibe en el Palacio El Pardo. Este buen hombre tenía instalada la factoría en la que trabajaban varias obreras en los bajos de su propia casa y en una oportunidad, una de éstas, apremiada por las circunstancias, tuvo la peregrina idea de atar a un perrito faldero a la pata de un banco, usando a manera de soga, una ristra de longanizas. Al poco tiempo, entró un muchacho -hijo de otra operaria- a dar un recado a su madre y presenció con estupor la escena e inmediatamente se encargó de divulgar la noticia de que en casa del tío Rico se atan los perros con longaniza. La expresión, no hace falta decirlo, tuvo inmediata aceptación en el pueblo y desde entonces, se hizo sinónimo de exageración en la demostración de la opulencia y el derroche.
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Cría cuervos que te sacarán los ojos: Es una advertencia a aquellos que, en una profesión o actividad, forman desinteresadamente a sus discípulos o sucesores, sin tener en cuenta que éstos, algún día, pueden traicionarlos para quedarse con sus logros.
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Ver para creer. La frase preferida de los incrédulos, ya que muchos, cuando dudan de algo, dicen si no lo veo, no lo creo; lo triste es que muchas veces, a pesar de estar viéndolo, afirman lo veo y no lo creo.
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Cría fama y échate a dormir: Cuando alguien es conocido por una característica que lo identifica, es difícil librarse de ella. Podría equipararse con la frase genio y figura hasta la sepultura.
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Nada del otro mundo. Se supone que una cosa «del otro mundo» sería algo digno de sor-prender y conmocionar a los habitantes de este planeta, por eso, cuando se trata de algo que no alcanza ese nivel, usamos esta frase.
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El mundo da muchas vueltas.
Por eso no tenemos que menospreciar a nadie, ni subestimar a los demás, pues nunca sabremos cuando necesitaremos de ellos.
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Viento en popa. Expresión que equivale a que algo va bien, con buena suerte y prosperidad y está tomada del ámbito marinero donde la presencia del viento desde atrás (popa) impulsa la nave hacia adelante.
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Cruzar los dedos: Gesto cabalístico que consiste en cruzar los dedos índices sobre los medios, con el fin de prevenir males o desgracias personales. Suele realizarse este gesto cuando se menciona a una persona ausente cuya presencia no es bien recibida, o bien cuando alguien jura algo en lo que no cree realmente.
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Ancha es Castilla
Obrar con total libertad.
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Nadar contra la corriente. Avanzar en la vida en el sentido contrario al que van todos, pelear para conseguir algo, luchando contra todas las graves dificultades, como si uno tratara realmente de avanzar en el río pero haciéndolo no a favor de la corriente.
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A la vejez, viruela.
La expresión 'a la vejez, viruelas' es el título de una comedia escrita por el dramaturgo don Manuel Bretón de los Herreros, en 1817. Se trata de una obra en prosa que narra las vicisitudes de dos viejos enamorados con su correspondiente quid pro quo.
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Culo de mal asiento: Cuando una persona actúa de forma inconsciente, no se sujeta a un trabajo u ocupación por mucho tiempo, o va de aquí para allá sin rumbo fijo, se dice que tiene un culo de mal asiento. La expresión alude, no a las posaderas del hombre, sino al culo de las vasijas, que cuando no es totalmente plano hace que aquéllas bailen.
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Vine, vi y vencí. Frase con la que Julio César explicó al Senado su rápida victoria del Ponto, reino del Asia Menor. Durante un tiempo se la usó para señalar lo rápido de una resolución favorable en cualquier ámbito.
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Cuando el gato no está, los ratones se divierten: Habla de la necesidad de estar siempre atento y vigilando a quienes deben cumplir una tarea, porque cuando uno tiene obligaciones, es responsable de que se cumplan.
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Vade retro, Satanás. Significa Retírate, Satanás, y según el Evangelio de San Mateo, IV, 10, Jesucristo pronunció estas palabras al vencer las tentaciones del Diablo. Posteriormente, su uso se extendió a las situaciones en las que se rechazan ideas, personas o cosas que causan repulsión.
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Cuando el río suena, agua trae: Es obvio que el río trae agua, suene o no, pero la referencia está formulada a avisar a las personas sobre la conveniencia de estar atentas a cualquier advertencia sobre movimientos y cambios que pueden afectar sus posibilidades.
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Nadie diga, de esta agua no beberé. Frase que afirma que ninguno está libre de que le suceda lo que a otro semejante, por lo general, aplicada cuando se trata de consecuencias negativas para la persona.
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Cuando hay hambre no hay pan duro: Cuando hay necesidad y se pasan momentos de apremio, no debemos exigir lo que exigiríamos en situaciones normales.
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Hablar por boca de ganso.
Antiguamente, los hijos de los nobles y de los ricos eran formados y educados por una especie de monitor o ayo llamado, precisamente, ganso. Estos gansos o ayos ejercían una función educativa y pedagógica, por lo general rígida y dogmática, es decir, algo equivalente a lo que hoy llamamos "enseñanza enciclopedista". De manera que, los niños repetían casi memoriosa y literalmente lo que habían escuchado de boca del ganso, y como casualmente estos gansos solían caminar por los caminos de palacio seguidos por los niños en fila india -tal como marchan los gansos con sus crías- la tradición popular se encargó de acuñar la frase hablar por boca de ganso, para dar a entender que alguien repite lo que otro ha dicho, como si fuera propio, pero sin el correspondiente discernimiento.
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Cuando las ranas críen pelos: O sea, nunca. Poca es la posibilidad de que, naturalmente, a las ranas les crezca el vello sobre su piel, por eso, la frase se usa para expresar la escasa (o ninguna) posibilidad de que algo suceda.
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Vamos al grano. Locución que favorece el tratamiento de lo más sustancioso de un tema, omitiendo lo superfluo, en comparación con la parte más importante de la planta: el grano.
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Cuando (o donde) menos se piensa salta la liebre: Para cazar liebres, el perro avanza sigilosamente por el campo hasta que, en determinado momento, la presa salta y comienza su huida para evitar ser abatida por el disparo del arma del hombre. Para ello, hay que estar preparado, esperando ese momento. En la vida, sucede lo mismo: debemos estar listos para enfrentar momentos cruciales.
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Nadie es perfecto. Una de las frases más veraces de nuestra selección, por la cual se justifica la falibilidad del ser humano que, por más que se considere sin defectos, siempre habrá de demostrar que no es perfecto.
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Cuanto más alto subas, más duro será el caer (o más ruido harás cuando caigas): Advertencia para quienes, en su carrera ascendente, se consideran autosuficientes y se vanaglorian de lograr el éxito sin ayuda de otros, sin tener en cuenta que, en el momento del fracaso, el efecto habrá de ser resonante.
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Venderles hielo a los esquimales. Hacer algo muy difícil o realmente inútil, como sería el hecho de intentar vender hielo a quienes lo tienen en abundancia.
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Nadie es profeta en su tierra. Expresión tomada del Evangelio según San Lucas, IV, 24, que en la actualidad suele aplicarse a toda persona que logra un éxito profesional fuera de su país, muchas veces habiendo sido ignorado en él.
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Cuanto más pronto, mejor: Para qué demorar los acontecimientos, ya sean buenos o malos. Si son buenos, los disfrutaremos antes; si no lo son, cuanto antes los superemos, mejor.
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Cuatro ojos ven más que dos: Las resoluciones consultadas salen mejor. Uno solo puede equivocarse, mientras que más de una persona pueden ver con mayor claridad las dificultades.
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Ver el cielo abierto. Cuando se presenta una ocasión propicia para salir de un apuro o alcanzar lo que se desea, se dice que la persona ha visto el cielo abierto. La expresión, que también se utiliza en plural -ver los cielos abiertos- proviene del martirio de San Esteban, que se describe en los Hechos de los Apóstoles. Mientras los agresores del mártir se empeñaban en imponerle el castigo corporal, San Esteban, elevando los ojos a las alturas, exclamó: "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está en pie a la diestra de Dios".
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Curarse en salud: Ser precavido y cauto para evitar un daño o perjuicio posterior. Hacer algo, antes de verse forzado a cumplirlo.
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¡Naranjas de la China!. Se usa para negar lo que otro acaba de afirmar. Viene de la época en que el pueblo no creía que las naranjas procedieran de tan lejano lugar.
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Dar cuerda a alguien: Otorgarle mayor libertad a una persona, al igual que cuando a un animal atado se le alarga la cuerda que lo retiene para que pueda moverse una mayor distancia, sin necesidad de abandonar el lugar. No debe confundirse con dar manija a alguien, aplicada para significar que se está azuzando a una persona para que reaccione contra otra, con motivo o sin él o para que crea lo que otra quiere que crea.
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Ver las estrellas. Sentir un dolor muy fuerte, debido a la sensación que sobreviene luego de sufrir una gran contusión.
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Dar el clavo: Esta expresión, seguramente, será asociada por el lector con la acción de martillar, clavar... y nada más alejado de la verdadera procedencia del dicho. En la Antigüedad, existía un juego infantil llamado "hito", que consistía en fijar un vástago o un gran clavo a cierta distancia de los participantes quienes, desde su lugar, arrojaban unos tejos anillados de hierro, de manera que el éxito en el juego lo lograban quienes conseguían acertar con el aro en el hito. Y como el hito solía ser de hierro -por lo general, se trataba de un clavo- la expresión dar en el clavo vino a significar lo mismo. Con el tiempo y como sucedió con casi todos los dichos populares, la gente comenzó a utilizarlo con otro sentido, en este caso, como equivalente de acertar en la solución de alguna cosa complicada y difícil.
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Ni chicha ni limonada. Ni una cosa ni la otra, permanecer indefinido. La chicha es una bebida alcohólica obtenida de la fermentación del maíz con azúcar, mientras la limonada -como todos sabemos- se extrae del limón. Por lo tanto, el dicho alude a lo que no es ni una cosa (bebida alcohólica) ni la otra (bebida refrescante).
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Al que Dios no le da hijos el Diablo le da sobrinos
Hace referencia a la naturaleza inquieta y traviesa de los niños que suelen molestar a los mayores.
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Dar gato por liebre: Antiguamente, las hospederías gozaban de una dudosa fama, sobre todo en materia de viandas. La literatura está plagada de alusiones a este particular. Entre otras acusaciones, los venteros eran a menudo sospechosos de echar un asno en adobo y venderlo como ternera, y de servir platos cuyo contenido no se sabía si era conejo, liebre, cabrito o gato. Era tanta la desconfianza en estos establecimientos que llegó a hacerse habitual entre los comensales la práctica de un conjuro previo a sentarse a comer. Puestos de pie, los clientes recitaban así delante del asado: Si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta del plato.
Una de las estafas más comunes era dar carne de gato por la de liebre. De ahí que este dicho se utilice cuando se intenta engañar en la calidad de una cosa por medio de otra inferior que se le asemeja.
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Viento en popa. Expresión que quivale a con buena suerte y prosperidad y está tomada del ámbito marinero donde la presencia del viento desde atrás (popa) impulsa la nave hacia adelante.
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Dar la lata: Son muchas las versiones que circulan respecto de la procedencia del dicho, aunque todo induce a creer que proviene -por imitación- de los antiguos dichos dar la tabarra o dar la murga, con los que se daba a entender el fastidio ocasionado por alguien que golpea instrumentos de percusión tales como zambombas, palos y cencerros, para festejar las segundas nupcias de una viuda o de un viudo. Posiblemente, al aparecer en el mercado la hoja de lata (luego, hojalata) como producto de uso común, los recipientes vacíos de ese material fueron incorporados al equipo sonoro de las "cencerradas". De manera que la expresión dar la lata, o sea, percutir sobre ella, no hizo más que extender el concepto tradicional de dar la murga. También se ha documentado que la frase podría provenir de la ciudad de Málaga, en cuya cárcel los presos solían comprar una lata de mosto condimentado con sobras de vino, licores y aguardientes que al ser bebidos, provocaban en los detenidos una intensa borrachera y, como consecuencia, un deseo incontenible de hablar. El uso popular, sin embargo, le ha adjudicado al dicho el significado de fastidio causado por cualquier inoportuna insistencia, aunque entre nosotros se lo aplica lisa y llanamente a quien posee la característica de hablar por demás.
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A quien madruga Dios le ayuda!, pero por mucho madrugar no amanece mas temprano!!! {corr.}
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Dar palos de ciego: Es sabido por todos que la ceguera -aparte de constituir una lamentable desgracia para quien la padece- ha sido siempre motivo de burla y pretexto para la creación de frases y expresiones divertidas. Y para probar esta afirmación, basta con citar algunos de los juegos populares nacidos en tiempos remotos cuyo fundamento consistía en privar ocasionalmente de la visión a los participantes. Tales son los casos de la gallina ciega y la piñata, juego que llegó a dar nombre a un día: el "Domingo de la Piñata", en cuyos festejos se vendaban los ojos de los participantes y estos, armados de un palo, comenzaban a dar garrotazos contra una cazuela de barro pendiente de hilo. Cuando la vasija era alcanzada por un certero garrotazo, ésta se abría derramando su contenido -que solía ser agua o pequeñas golosinas- sobre el autor del golpe. Así, la gente estallaba en bullicioso jolgorio. De esta alegre costumbre, no extinguida del todo en nuestros días, precede la expresión dar palos de ciego, aplicada para significar el perjuicio que se sufre al proceder sin tino ni cautela, a lo loco, en cualquier asunto delicado.
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Dar un cuarto al pregonero: La figura del pregonero o portavoz ambulante de noticias existe desde hace mucho tiempo, incluso se lo registra en la época de los romanos. En España, se sabe que existían pregoneros por lo menos desde el siglo XV y además tenían la particularidad de estar divididos en tres clases: los oficiales, que estaban al servicio de la Administración; los heraldos, que marchaban delante de los nobles anunciando el paso de estos, y los voceadores mercantiles que, por encargo de cualquier vendedor, pregonaban los artículos y servicios más diversos. La tarifa usual de estos últimos era un cuarto, moneda de cobre que equivalía a cuatro maravedíes, es decir, alrededor de tres céntimas de peseta, de manera que dar un cuarto al pregonero significaba pagar los servicios de ese oficial público para que difundiese, en voz alta, cualquier tipo de noticia. Con el correr del tiempo, la frase adquiriría en España (ya que en el Río de la Plata y el resto de América del Sur es poco usual) un sentido totalmente opuesto, cual es el de reprobar la divulgación de algo que, por su particular naturaleza, debiera callarse.
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Al tun-tún. Esta expresión, para algunos proviene de la locución latina "ad vultum tuum", luego llevada al latín vulgar con el valor de "al bulto". Para el etimologista Joan Corominas, es una voz expresiva creada para sugerir una acción ejecutada de golpe: tun... tun.... De cualquier forma, llegó a nosotros con el valor de algo hecho al bulto, sin diferenciar ni discriminar.
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Dar vuelta la página: Soslayar, olvidar algo, pasar a otro tema, como cuando alguien realmente da vuelta a la página de un libro y deja atrás lo leído.
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Darles margaritas a los cerdos: Frase bíblica (Evangelio de San Mateo, VII, 6) que significa desperdiciar cosas buenas en personas que no lo merecen. En realidad, ha habido un error de traducción del latín al castellano, ya que la palabra original es «margaron», que equivale a «perla» (de ahí, «margarina», por el color), de manera que la expresión real es darles perlas a los cerdos, que indudablemente, sería un desperdicio mayor que si les diésemos simplemente margaritas.
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Dárselo con queso: En la Antigüedad, la presencia de animales roedores constituía una amenaza para la salud de los habitantes de las grandes ciudades, debido a las enfermedades que transmitían. Por eso, era muy común escuchar la expresión armarla con queso, en referencia a las ratoneras o trampas para la caza de ratones, en cuyo mecanismo se colocaba un trozo de queso para así atraer a los roedores, golosos y reconocidos degustadores de ese producto lácteo. Por analogía, el dicho dársela con queso pasó a usarse metafóricamente en el lenguaje coloquial, con el significado de cebo", "ardid" o "engaño" mediante el cual una persona atrae a otra para conseguir un fin perseguido, con lo que queda claro que esta expresión puede muy bien equivaler a caer en la trampa.
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Ahogarse en un vaso de agua. Rendirse ante la primera dificultad, sin intentar sobrellevar el inconveniente.
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De enero a enero, la plata es del banquero: Frase de advertencia para el apostador en cualquier juego, a través de la cual se asegura que, al cabo de los doce meses de un año, la ganancia será siempre para la banca, aunque algún apostador afortunado pueda -circunstancialmente- obtener alguna ganancia.
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Ni están todos los que son, ni son todos los que están. La frase está tomada de una cuarteta de Ramón de Campoamor, por la que se asegura que muchas veces, en los manicomios no están internados todos los que deberían estar y los que sí están, a veces, no merecerían estarlo.
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De buten: Equivale a "excelente, lo mejor de su clase" y proviene de la antigua expresión da buten o da buti. Podría derivar del alemán gut, buten (bueno) o del latín butyrum (manteca, nata). En la Argentina, el pintoresco lenguaje lunfardo ha acuñado la expresión bien debute, muy utilizada por los escritores de letras de tango, con el mismo valor.
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Vivito y coleando. Estar bien, vivo, sin daños. Se aplica especialmente cuando se quiere desmentir la muerte o enfermedad grave de alguien que se encuentra sano. Volver a las andadas: Reincidir en un viejo vicio o mala costumbre.
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De golpe y porrazo: De improviso, precipitadamente, sin reflexión, de pronto.
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Ni fu ni fa. Ni una cosa ni la otra; no tener definición. Podría equivaler a ni chicha ni limonada.
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De la noche a la mañana: Hacer algo sin previo aviso; sorprender por lo inesperado de una resolución, como si uno se acostara con una idea y amaneciera con otra.
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Verdades de Perogrullo. ¿Quién no ha hablado alguna vez de las verdades de Perogrullo? Pero... ¿sabemos realmente quién fue este personaje, si es que alguna vez existió? No puede afirmarse con certeza quién fue Perogrullo. Para algunos, fue un personaje quimérico; para otros, una persona de carne y hueso, asturiano para más datos. Sea como fuere, lo que no puede cuestionarse es el caudal de ingenio y gracejo encerrado en las célebres "verdades" que se atribuyen a este personaje, que a la mano cerrada le llamaba puño. Estas "verdades" formaron parte de coplas, muy cuidadosamente recopiladas y un autor tan afamado como Francisco de Quevedo y Villegas las intercaló en sus prosas. La incorporación en el uso coloquial de la expresión verdades de Perogrullo (en realidad, una deformación del nombre Pedrogrullo) se debe a la necesidad de expresar aquello que por evidente y consabido se hace ocioso anunciar.
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De noche, todos los gatos son pardos: La vista humana suele engañar al hombre, sobre todo en la oscuridad. Por eso, la advertencia manifestada a través de esta comparación que es muy real.
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No caber ni un alfiler. No quedar un lugar libre, ni siquiera para estar de pie, como suele suceder en algunos partidos clásicos de fútbol, en ciertas carreras de caballo y en algunos recitales musicales.
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De par en par: Locución adverbial que expresa la idea de puertas completamente abiertas, sin impedimento ni obstáculo que estorbe el paso.
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Vérselas negras. Para explicar este dicho, deberemos remontarnos a la antigua Grecia y explicar la manera en que los ciudadanos llegaban a ocupar cargos públicos. Estos se otorgaban confiando en el azar, mediante el sistema de extracción de sortes (bolas o pedacitos de madera marcados, que por otra parte, dieron origen a la palabra "sorteo") por los que se creía que se expresaba el oráculo. En este sistema, las bolas blancas simbolizaban la suerte venturosa y las negras, la suerte adversa. Esta interpretación mágica de las suertes se ha mantenido a través del tiempo y de él proviene la expresión vérselas negras, derivada a su vez de tocarle a uno la negra, con el que, en el lenguaje coloquial se señala el infortunio de alguien en cualquier cosa determinada por el azar.
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Bajar la guardia. Relajar la precaución, ceder la atención, considerando que ya no es necesario ser tan cuidadoso. La frase está tomada de la práctica de algunos deportes como el boxeo y la esgrima, en los que se enfrentan dos oponentes y se aplica en la vida cotidiana a la persona que ya no se esfuerza en sus tareas o profesión como lo hacía antes.
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De Pascuas a Ramos: La expresión alude a la festividad de la Pascua de Resurrección, también conocida como Pascua florida, que tiene lugar una semana después del Domingo de Ramos. Por tanto, entre ambas festividades media un lapso de un año menos una semana. Es por ello por lo que se dice 'de Pascuas a Ramos' cuando un suceso acontece muy de vez en cuando. Por similares razones se dice el modismo 'de higos a brevas', ya que es sabido que la higuera da primero brevas y, acabadas éstas, después de un largo tiempo, los higos.
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De pe a pa: Totalmente, sin dejar nada por hacer.
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No cantar victoria antes de tiempo. En inglés, equivale a no contar los pollos antes de que estén empollados, con lo que se advierte claramente la necesidad de ser prudente en la consideración de los logros y no darlos por obtenidos antes de tiempo.
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De perillas: Que viene justo, oportunamente. La locución alude a la perilla o parte superior del arco formado por los fustes de la silla de montar.
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De siete suelas: Locución que equivale a "fuerte, sólido" y es usada, particularmente, en la expresión pícaro de siete suelas ya que alude a la fortaleza que debería de tener un calzado hecho con una base de siete suelas
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Bajarse los pantalones. Transigir en algo, deshonrosamente; claudicar, como si realmente uno se bajara los pantalones para quedar a merced de otro, sin poder movilizarse.
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De puño y letra: Sirve para adjudicar la autoría de un escrito, al expresar que está hecho por la mano del que lo escribió o firmó.
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Victoria pírrica. El éxito que ha supuesto grandes esfuerzos y sacrificios se conoce como victoria pírrica. La expresión tiene su origen en Pirro II, rey de Epiro (319-273 a. de C.) que luchó y derrotó a los romanos en diferentes batallas. La victoria que dio origen al dicho aconteció en la primavera del año 281, cuando su general Milo desembarcó en Tarento, ciudad griega al sur de Italia, para intentar ampliar el reino hacia Macedonia. Le siguió Pirro con un ejército formado por 25.000 hombres y unos cuantos elefantes. El cónsul romano Valerio Levino avanzó hacia las ciudades de Heraclea y Pandosia, pero al cruzar el río Siris se topó con el ejército de Pirro. Gracias a la sorpresa que causaron los elefantes entre los romanos, el rey de Epiro obtuvo la victoria en Heraclea. En la contienda perecieron 7.000 soldados romanos y Pirro perdió 4.000 hombres, entre ellos algunos de sus mejores oficiales. Al recibir la enhorabuena por esta victoria, el rey contestó: "Estoy perdido si consigo otra victoria como ésta".
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De todo, como en botica: Significa que hay variedad, provisión o surtido de varias cosas, como en las antiguas "boticas" (almacenes) de España, en las que había toda clase de artículos. Para otros, "botica" era el nombre dado en Sevilla a las casas de citas en las que, por un lado, se vendían remedios y por otro, había de todo.
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No dar el brazo a torcer. No ceder, no darse por vencido, por analogía con la acción de los pulseadores, que tratan de mantener firme su brazo ante la resistencia del oponente que intenta doblegarlo.
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Deberle a cada santo una vela: Ser deudor de muchas personas. La comparación surge de la costumbre de algunos creyentes católicos de formular promesas a distintos santos, consistentes en el encendido de velas a cada una de las imágenes.
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Decíamos ayer... : Frase pronunciada por el poeta español fray Luis de León, luego de salir de la cárcel después de cinco años de castigo y al reanudar sus clases en la Universidad de Salamanca. La locución se utilizaba irónicamente.
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Defensa numantina: Cuando alguien realiza una defensa absoluta de una persona o situación hasta las últimas consecuencias, de palabra o de obra, se dice que ha llevado a cabo una defensa numantina. El origen de esta expresión se halla en las llamadas genéricamente guerras de Numancia, que se mantuvieron contra Roma entre los años 143 a 133 a. de C. Numancia era una antigua ciudad de Celtiberia, y más tarde de la provincia romana tarraconense. Sus minas están situadas en el cerro de la Muela o de Castro, a 7 kilómetros de la ciudad de Soria. Al mando de un ejército perfectamente adiestrado en los llanos de Urgel, Publio Escipión Emiliano se apoderó de Tierra de Campos y posteriormente cercó Numancia, rodeándola con zanjas y empalizadas, tras las que levantó una muralla de piedra. Incapaces de romper el asfixiante cerco del enemigo, los numantinos propusieron una paz honrosa, que fue rechazada por Escipión. Ante la negativa, los habitantes de Numancia prefirieron morir unidos y libres antes que caer en manos del enemigo
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Dejar con un palmo de narices: Sorprender a alguien, chasquearlo, privándolo de algo que esperaba conseguir.
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Boccato di cardinali (bocado de cardenales). Expresión de origen italiano que se aplica a todo aquello que se destaca por su óptima calidad, particularmente, en lo que se refiere a alimentos exquisitos.
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Dejar de plantón: Dejar esperando a alguien; no acudir a una cita. El "plantón" era un soldado o integrante de una fuerza del orden que hacía guardia en un puesto y, por extensión, toda persona que ejercía la vigilancia de la puerta de un edificio. La comparación surge porque, al estar tanto tiempo apoyado sobre las "plantas" de los pies, la persona parecía estar echando raíces en el lugar.
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Al pan, pan y al vino, vino.
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Dejar en la estacada: Abandonar a alguien, en una situación comprometida, que puede ser un negocio o un peligro grave. El dicho proviene de la época en la que se llevaban a cabo -en unos terrenos circundados por "estacas"- desafíos solemnes, torneos, justas y juegos en los que el participante perdía o moría en ellos.
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Vísteme despacio que tengo prisa. Seguramente, no debe de haber otro dicho popular tan cuestionado respecto de su origen, como este. En realidad, se trata de una sencilla frase, pero ha sido adjudicada a tantos protagonistas de la Historia que nadie sabe ciertamente quién tiene los "derechos de autor". Desde Carlos III a Fernando VII, pasando por Napoleón Bonaparte, todos alguna vez parecen haber pronunciado esta frase que, por otra parte, no demuestra ser ninguna genialidad y es un hecho que muchos de los protagonistas de importantes hechos históricos pudieron haberla utilizado en algún momento de su vida. No obstante, una creíble versión sostiene que fue el emperador Augusto (y por cronología, precede obviamente a los demás) quien solía exhortar a sus servidores diciéndoles "Apresúrate lentamente". Con el tiempo, la expresión habría sufrido variantes, pero manteniendo siempre la vigencia con la que llegó a nuestros días y a través de la cual se aconseja a otra persona a que actúe con calma y tranquilidad en el momento más delicado de una situación, debido a que cuando se procede apresuradamente, lejos de abreviar problemas, esa premura suele entorpecer y malograr los mejores propósitos.
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Del agua mansa líbreme Dios que de la brava me libro yo: Se pide ayuda al Señor para librarse de los problemas aparentemente menores, debido a que por lo general, uno suele ocuparse de aquellos que por su magnitud presentan más dificultad.
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No decir esta boca es mía. No hablar palabra, permanecer callado. A veces, se la utiliza como sinónimo de prudencia, para no decir algo de lo que podamos arrepentirnos luego.
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Del dicho al hecho hay un largo trecho: Es el proverbio que -en su primera parte- da título a nuestro libro y en él, se manifiesta la diferencia que existe entre hacer las cosas y decirlas.
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido.
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Del tiempo de maricastañas: No hay certeza acerca de la existencia de este personaje, como tampoco se conoce el motivo por el cual se lo asocia con épocas remotas. Hay quienes afirman que, efectivamente, existió en la provincia de Lugo (España) una Maricastaña quien, junto con su marido y hermanos, encabezó un partido de extracción popular que se oponía al pago de los tributos exigidos abusivamente por el obispo del lugar. Incluso, se afirma que habría sido ella misma la que ordenó matar -como represalia- al mayordomo del prelado. Aparentemente, la fama de esta mujer se cimentaba no tanto en sus principios morales y actitudes de arrojo cuanto en su aspecto muy varonil. Sin embargo, también hay quienes afirman que el personaje Maricastaña no es real sino ficticio y pertenecería a la leyenda celta, a través del cuento "La batalla de los pájaros", cuyo personaje central es una tal Auburn Mary (traducible como María de color castaño). De todas formas, real o inventada, esta mujer forma parte del léxico de la mayoría de los hispanohablantes en el dicho del tiempo de Maricastaña, para hacer alusión a algo o alguien que hace mucho tiempo que está en este mundo.
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Yo... me lavo las manos. Esta frase, muy utilizada para dar a entender que uno se declara libre de responsabilidad ante cualquier hecho, debe su popularidad al gesto histórico de Poncio Pilatos, procurador romano de la región de Judea, cuando tras pronunciar sus célebres palabras "Inocente soy de la sangre de este justo", se lavó las manos como respuesta a la condena de Jesucristo, clamorosamente reclamada por la turba enardecida de Jerusalén. En realidad, el gesto de lavarse las manos era una práctica simbólica en aquellos tiempos y se utilizaba para dar testimonio de inocencia ante cualquier grave acusación. Actualmente, la expresión yo... me lavo las manos o simplemente lavarse las manos, hace referencia a la liberación de toda responsabilidad ante determinado hecho.
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Derecho al pataleo: La última oportunidad que le queda a quien se siente defraudado en sus derechos: protestar y protestar... acción expresada metafóricamente a través del verbo patalear.
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Echar leña al fuego. Expresa la idea de fomentar las discordias con comentarios que no hacen más que agravar la situación, como si echáramos leña al fuego o, como dice su versión en inglés, «agregar combustible al fuego».
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Descubrir el pastel: Se utiliza para expresar que una cosa que se procuraba mantener oculta salía a la luz. El origen de la expresión también podría ser otro relacionado con los naipes, ya que el vocablo pastel define "una fullería en el juego que consiste en barajar y disponer los naipes de modo que se tome el que los reparte lo principal del juego o se le dé a otro su parcial".
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Faltaría más. Es una locución de cortesía que se usa para rechazar amablemente una invitación o propuesta, sin ofender a nuestro interlocutor.
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Despedirse a la francesa: Durante el siglo XVIII había entre las personas de la alta sociedad francesa una moda que consistía en retirarse de un lugar en el que se estaba realizando una reunión o velada, sin despedirse, sin siquiera saludar a los anfitriones. Llegó a tal punto este hábito, que era considerado un rasgo de mala educación saludar en el momento de la partida. No se objetaba, por ejemplo, que la persona mirase el reloj para dar a entender las circunstancias por las que ella debía retirarse, pero de ninguna manera se veía con buenos ojos que el asistente saludase antes de ausentarse. Esta costumbre, en Francia dio origen al dicho sans adieu (sin adiós), que el lenguaje coloquial español acuñó en la forma "despedirse a la francesa", pero en este caso como equivalente de reprobación del comportamiento de alguien que, sin despedida ni saludo alguno, se retira de una reunión.
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Buscar tres o cinco pies al gato. Equivale a buscar soluciones o explicación sin fundamento a cosas reales y proviene de la antigua costumbre de agarrar a los gatos de su cola, que era considerada el "quinto pie".
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Matrimonio y mortaja del cielo bajan.
Se habla de dos sacramentos de la Iglesia católica: el Matrimonio y la Extremaunción y, como tales, deben ser considerados recibidos de la propia mano de Dios.
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Destapar la olla: Descubrir una verdad que permanecía oculta por intereses personales, como quien destapa una olla y, a causa de la fuerza del vapor de su contenido, éste surge salpicando a quien la destapó.
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Zapatero, a tus zapatos. Según los testimonios de los historiadores Valerio Máximo y Plinio, el Viejo, la frase fue pronunciada en cierta oportunidad por Apeles, el pintor griego más célebre de la Antigüedad. Este artista acostumbraba a exponer sus cuadros en la plaza pública y así podía escuchar directamente la opinión de la gente acerca de sus trabajos. En cierta oportunidad, Apeles había expuesto el retrato de una persona importante de su ciudad y un zapatero que pasaba por el lugar, se detuvo a observar la obra y criticó la forma de una de las sandalias del personaje. Apeles acató la observación del zapatero, llevó la obra a su taller, la rectificó y nuevamente la llevó al lugar de exposición. Cuando el zapatero volvió a contemplar el cuadro, al ver que el pintor había acatado su sugerencia, se sintió autorizado para extender sus críticas a otros aspectos del retrato, lo que motivó que Apeles, al escuchar esos comentarios, lo encarara y le dijera: zapatero, a tus zapatos. La expresión, desde entonces, se usa como consejo a quien pretende juzgar asuntos ajenos en los que no es experto.
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El que se quemó con leche cuando ve una vaca llora
Una frase que destaca la experiencia de una persona que deberá capitalizar sus aciertos y errores
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Desvestir a un santo para vestir a otro: Habla de las penurias que pasan algunas personas que, para cumplir con alguien, deben dejar de hacerlo con otro.
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Diamante en bruto: Ser algo o alguien con muchas posibilidades, pero no estar listo todavía para desarrollar una función, actividad o profesión, por falta de educación, roce o experiencia. El diamante tiene más valor cuando está labrado que cuando es bruto.
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A ojo de buen cubero. Esta frase se refiere a algo que se hace de forma aproximada, sin precisión exacta, y sin usar ningún tipo de instrumento o herramienta de medición.
Antiguamente las cubas destinadas a contener agua, vino, aceite u otro líquido distinto eran fabricadas una a una por el cubero de forma artesanal y su capacidad variaba mucho en función de las medidas dictadas por los señores feudales. Todo dependía pues de la habilidad y el “buen ojo” del cubero para calcular su tamaño y que fueran todas más o menos iguales.
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Rasgarse las vestidura.
Según las Sagradas Escrituras, era costumbre entre los antiguos desgarrarse las ropas en momentos de desconsuelo, como señal de reconocimiento de los errores cometidos. En la actualidad, se aplica como crítica a las personas que demuestran preocupación y arrepentimiento cuando es demasiado tarde.
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Dime con quién andas y te diré quién eres: Es una advertencia a quienes no tienen en cuenta las compañías de que se rodean. Generalmente, las personas que están con uno suelen tener los mismos valores morales y viceversa, por eso, cuando esas compañías carecen de los valores mencionados, uno es juzgado como ellos.
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Bailar con la más fea. Comentarios e Historia: Expresión que alude a la desgracia de tener que soportar lo más desagradable de una situación, como sucedía en los bailes en los que las chicas más lindas habían sido sacadas a bailar e iban quedando las más feas. La versión en inglés "sacar la pajita más corta" alude al juego consistente en cortar pequeños trozos de madera o paja y hacer sacar uno a cada participante; el que sacaba la más corta, perdía.
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Dios aprieta pero no ahorca: Habla de que, por más apremiado que se encuentre alguien, siempre hay una esperanza de salir airoso, como si el propio Dios nos apretara la garganta para asfixiarnos, pero sin llegar a ahorcarnos.
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Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Es una invitación al orden y a la prolijidad.
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Dios los cría y ellos se juntan: Es una afirmación muy difundida por la que se asegura que las personas tienden a unirse de acuerdo con las preferencias y gustos personales. El uso de la frase suele ser peyorativo, aunque no siempre debería serlo.
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Ahogarse en un vaso de agua. Rendirse ante la primera dificultad, sin intentar sobrellevar el inconveniente.
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Antes que te cases, mira lo que haces
Una advertencia para aquellos que deben tomar alguna resolución importante
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Divide y reinarás: Es una máxima política de Maquiavelo, por la que se sugiere que la mejor manera de obtener el poder es sembrando la intriga entre quienes gobiernan para lograr su separación.
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Ahuecar el ala. Literalmente, significa «partir, irse de un lugar» y la expresión está tomada del movimiento que hacen las aves cuando vuelan, luego imitada por los aviones, que ahuecan el ala para controlar la dirección del viento.
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Donde comen dos comen tres: Expresa la amplitud de criterio de las personas que reciben al invitado y comparten lo poco o mucho que tienen, con él.
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Gajes del oficio. Son las molestias, perjuicios o preocupaciones que se experimentan con motivo del empleo o profesión. Antiguamente, se llamaba gaje a la "paga que se percibía por un empleo determinado". Circula una deformación festiva que dice gajos del oficio, aplicado en broma a los productores de "cítricos".
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Hacer buenas migas. Fomentar la amistad y el buen trato entre dos o más personas. La comparación surge de la calidad homogénea que deben tener la miga de dos panes utilizados para preparar un plato llamado, precisamente, migas (pan picado, humedecido con agua y sal, rehogado en aceite muy frito y condimentado con ajo y pimentón).
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Donde digo digo, no digo digo, sino digo Diego: Locución festiva originada en la sociedad española del siglo XVI, que se aplica a quien incurre en confusión o contradicción y, sobre todo, al que luego se siente obligado a rectificarse.
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El dia a dia de nuestros políticos.
Borrar con el codo lo que se escribió con la mano.
Es una referencia a las contradicciones de las personas, que suelen afirmar o sostener algo y luego, se manifiestan en sentido totalmente opuesto.
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Donde el Diablo perdió el poncho: Muy lejos; en un lugar al que nadie llega.
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Ave de paso. En comparación con las aves que, siendo migratorias, sólo se detienen en un pueblo o en una ciudad para descansar y comer, se aplica a las personas que no permanecen mucho tiempo en un sitio.
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Donde hubo fuego, cenizas quedan: Proverbio que se aplica, con preferencia, en la relación amorosa por el que se expresa que, si dos personas han mantenido un idilio, a pesar del tiempo transcurrido las huellas no se borran, tal como sucede con las cenizas que quedan del fuego y, cada vez que se encuentran, se reaviva el recuerdo.
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Yo... me lavo las mano.
Esta frase, muy utilizada para dar a entender que uno se declara libre de responsabilidad ante cualquier hecho, debe su popularidad al gesto histórico de Poncio Pilatos.
"Inocente soy de la sangre de este justo", se lavó las manos como respuesta a la condena de Jesucristo.
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Donde las dan, las toman: Al que hace daño, obra mal o siembra intrigas, se le suele pagar con la misma moneda.
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Echar leña al fuego. Expresa la idea de fomentar las discordias con comentarios que no hacen más que agravar la situación, como si echáramos leña al fuego o, como dice su versión en inglés, «agregar combustible al fuego».
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Muchas manos en un plato hacen mucho garabato
Cuando muchas personas tienen injerencia en un tema, el resultado no puede ser positivo.
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Gato encerrado. Los gatos eran bolsas para guardar el dinero que se llevaban encerradas, es decir, ocultas entre la ropa.
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Donde manda capitán no manda marinero: Es una aseveración que establece el orden de mérito de las personas, de acuerdo con el grado (y no solamente en el ámbito militar). Debemos estar subordinados al que tiene un grado superior.
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Donde se come, no se caga: Frase propia de los argentinos que establece que debe cuidarse mucho el puesto en el que uno trabaja, tratando de evitar la provocación de hechos que puedan costarle el cargo.
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Tal para cual. Podría equipararse con la frase de tal palo, tal astilla, ya que refiere a las virtudes y defectos que hermanan a dos personas.
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Donde digo digo, no digo digo, sino digo Diego: Locución festiva originada en la sociedad española del siglo XVI, que se aplica a quien incurre en confusión o contradicción y, sobre todo, al que luego se siente obligado a rectificarse.
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Donde el Diablo perdió el poncho: Muy lejos; en un lugar al que nadie llega.
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Donde hubo fuego, cenizas quedan: Proverbio que se aplica, con preferencia, en la relación amorosa por el que se expresa que, si dos personas han mantenido un idilio, a pesar del tiempo transcurrido las huellas no se borran, tal como sucede con las cenizas que quedan del fuego y, cada vez que se encuentran, se reaviva el recuerdo.
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No se si la habeis puesto ya...
Cuando marzo mayea, mayo marzea: Se refiere a cuando el mes de marzo viene con calor, en el mes de mayo llueve.
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Quedarse algo en el tintero. Olvidar u omitir algo en determinada circunstancia y recordarlo luego, cuando ya pasó el momento. La frase proviene de la época en que se escribía con una pluma que recogía la tinta de un recipiente así llamado.
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Donde las dan, las toman: Al que hace daño, obra mal o siembra intrigas, se le suele pagar con la misma moneda.
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A falta de pan, buenas son tortas. No siempre tenemos todo lo que deseamos, por eso, muchas veces debemos conformarnos con lo que tenemos, aunque sea menos de lo deseado o merecido.
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Donde manda capitán no manda marinero: Es una aseveración que establece el orden de mérito de las personas, de acuerdo con el grado (y no solamente en el ámbito militar). Debemos estar subordinados al que tiene un grado superior.
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido.
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Juntarse el hambre y las ganas de comer.
Estar juntas dos personas de iguales defectos o características.
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Dormir la mona: Pasar la borrachera.
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Como quien oye llover. Sin interés, sin prestarle demasiada atención. La lluvia se oye, es decir, "se percibe con el oído" (sobre todo, el que está protegido de la lluvia), a diferencia de aquello que se escucha, es decir, "se oye con atención". Compás de espera: Silencio, corto tiempo que uno se toma para analizar una situación. Lo de compás procede de la simbología musical.
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Quien bien tiene y mal escoge, del mal que le venga no se enoje.
El que deja un bien cierto y seguro no debe quejarse de la desgracia que le sobreviene.
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Genio y figura hasta la sepultura. No es fácil cambiar de modos de pensar, vivir y actuar. La persona que nace con ciertas características, difícilmente las altere a lo largo de su vida.
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Dormirse sobre los laureles: Abandonarse, luego de conseguir un éxito; no perseverar en el esfuerzo y la dedicación, descuidando lo que se ha logrado. En la Antigüedad, el laurel estaba consagrado a Apolo y a los poetas, y sus hojas se utilizaban para confeccionar guirnaldas para premiar a los ganadores de los concursos de poesía.
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Hablando de Roma, el burro se asoma. Expresión que se aplica para justificar la coincidencia de la aparición de una persona, justo en el preciso momento en que se la estaba mencionando.
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Dos son compañía; tres son multitud: Parece una respuesta a donde comen dos, comen tres, sólo que esta se refiere preferentemente a la relación amorosa, en la que dos siempre van a estar mucho más cómodos que tres.
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Hablando se entiende la gente. Frase que justifica el empleo persuasivo de la palabra para evitar que los conflictos lleguen a mayores.
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Una golondrina no hace verano.
Sabemos que la presencia de una sola golondrina no asegura la llegada del verano, por eso, cuando sucede un hecho aislado, tampoco lo debemos tomar como la confirmación de algo.
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Dura lex sed lex (la ley es dura pero es la ley): La ley, a veces, parece dura, injusta, implacable, pero debemos entender que por ser una ley, debe ser cumplida.
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Hacer causa común. Unirse a otra u otras personas para obtener un mismo fin.
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Dorar la píldora: Desde siempre, los medicamentos (infusiones, polvos, brebajes...) se han caracterizado por tener un sabor amargo, lo cual los hacía molestos en el momento de tener que tragarlos, pero eso era considerado algo natural, tanto como lo era el hábito de tener que soportar el dolor. Hoy, todos sabemos que esos botoncitos compuestos por distintas variedades de productos medicinales llamados píldoras suelen estar integrados -por lo general- por elementos de sabor amargo y desagradable al paladar. De ahí, que los antiguos boticarios, tal como se sigue haciendo en el día de hoy en los modernos laboratorios farmacéuticos, para disfrazar o disimular ese desagradable sabor, acudiesen al recurso de dorar la píldora con alguna sustancia de gusto azucarado y suave al paladar, de manera que se facilitara la acción de tragar el medicamento. Ese es el sentido de la expresión dorar la píldora, que hoy aplicamos en el lenguaje diario para hacer o decir algo de una forma más suave y tratando de no herir a quien nos escucha.
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Hacer leña del árbol caído. Aprovecharse de la desgracia ajena para caer sobre alguien y agravar más aún el castigo recibido o la desgracia sufrida por esa persona.
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Tener gancho. Locución usada preferentemente en el ámbito escolar, donde se la aplica al niño o niña que, por cuestiones de simpatía personal, goza de la preferencia de su maestra o maestro.
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Echar agua al mar: Hacer algo inútilmente, sin resultado positivo o dar algo a quien tiene abundancia de ello. La versión en inglés habla de llevar carbón a Newcastle, en alusión a la ciudad inglesa de Newcastleupon- Tyne, activo puerto exportador de hulla. En España, dicen llevar hierro a Vizcaya, haciendo referencia a la ciudad vasca, famosa por su actividad en la industria siderúrgica.
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Otro que bien baila
Expresión irónica con la que se establece la comparación entre una persona y otra que adolece de los mismos defectos.
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Echar una cana al aire: Equivale a divertirse, con cosas propias de la juventud, aunque la persona sea muy madura, debido a que se alude -metafóricamente- a la acción de arrancarse las canas, para parecer más joven, y tirarlas. Últimamente, con las facilidades que dan los adelantos en materia de embellecimiento, es mucho más fácil teñirlas que arrancarlas... y es mucho menos doloroso.
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Y por casa... ¿cómo andamos?
Frase que se utiliza como un llamado a la reflexión o a la atención de alguien que suele criticar defectos en otras personas, sin detenerse a analizar cuáles son los propios.
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El amor todo lo puede: Frase del poeta Virgilio, en sus "Églogas", en la que hace referencia a la tiranía del amor en los dioses y en los hombres y que también se aplica a la dulzura y la caridad.
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Tanto va el cántaro a la fuente que, al final, se rompe. El cántaro es una gran vasija -generalmente, de barro- que las mujeres de la antigüedad llevaban a la fuente o al río para cargarlas con agua. Por supuesto, de tanto ir y venir desde y hacia la fuente, muchas veces se rompía debido al material de que estaba construido. En la actualidad, la frase se usa para recalcar que, ante la insistencia de una persona en determinada actitud, finalmente termina por provocar un contratiempo.
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Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe.
Generalmente, nos inclinamos por hacer lo que nos da la gana y eso es precisamente lo que nos aleja de lo correcto, de nuestras obligaciones.
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El año de la polka: La Polka es una danza de origen polaco, que se puso de moda en los salones europeos y fiestas de sociedad durante el primer tercio del siglo pasado. Por ello, al decir que algo es "del año de la Polka", queremos indicar que una cosa es vieja o está pasada de moda.
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El apetito viene comiendo: Cuando alguien no tiene deseos de comer, se dice que la mejor manera de provocar el hambre es, precisamente, ingiriendo comida.
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El baile de San Vito: Enfermedad infecciosa convulsiva que afecta a los niños. Se rezaba a este santo, que también sufrió convulsiones, implorando la curación.
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Al tun-tún. Esta expresión, para algunos proviene de la locución latina "ad vultum tuum", luego llevada al latín vulgar con el valor de "al bulto". Para el etimologista Joan Corominas, es una voz expresiva creada para sugerir una acción ejecutada de golpe: tun... tun.... De cualquier forma, llegó a nosotros con el valor de algo hecho al bulto, sin diferenciar ni discriminar.
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Saber con qué bueyes se ara.
Conocer muy bien con quién o quiénes se trabaja o se está hablando.
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El camino del Infierno está lleno de buenas intenciones: Todos hemos tenido buenas intenciones, pero no siempre las hemos llegado a concretar, han quedado en el camino del éxito y la consolidación.
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Hacerse agua la boca. Es por todos sabido que la presencia de un manjar apetitoso no sólo despierta el deseo de saborearlo, sino que activa de manera automática la secreción de las glándulas salivales, ubicadas en nuestra boca. Tanto es así, que a veces, la sola mención de un plato determinado es suficiente para producir ese efecto; y lo mismo sucede cuando estamos presenciando una película o un programa de televisión y en la pantalla se nos presenta un delicioso platillo: automáticamente, nuestras glándulas salivales comienzan a secretar su líquido. Este fenómeno que más de una vez hemos experimentado, da origen a la frase que metafóricamente utilizamos para aludir a algo que nos produce esa sensación de saborear cierto manjar. Pero, atención, la expresión hacerse agua la boca no se limita a la ingestión y saboreo de una comida, sino que se extiende al sentido figurado y suele aplicárselo en referencia a un hecho muy deseado y de inminente realización, aunque no tenga relación alguna con la comida.
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Buscar el pelo en la leche.
Ser excesivamente detallista, meticuloso, como quien realmente pretende hallar un pelo oscuro en la blancura de la leche.
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Nueve meses de invierno y tres de infierno. Arnal (1997: 49) lo atribuye a la comarca del Somontano. Díaz (1991: 83), a la localidad de Orellana la Vieja (de la provincia de Badajoz). Rúa Aller (2014: 174) refiere que se aplica a León, aunque aclara que también se puede atribuir a otras localidades de la meseta norte. Cf. En Burgos, nueve meses de invierno y tres de infierno.
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El canto del cisne: Se refiere a la última obra o actuación de una persona. A pesar de que el cisne no canta nunca -lo más emite un ronquido sordo- existe una leyenda antigua que afirma que emite el canto más melodioso como premonición a su propia muerte, según relata Marcial y el poeta Virgilio.
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Guarda trigo para el año y leña para mayo. Nos advierte este refrán que hay que ser precavidos y tener siempre algo en la reserva por si acaso ya que es conveniente pensar en el futuro.
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El capitán Araña: El dicho completo dice así: Ser como el capitán Araña, que embarca a la gente y se queda en tierra. Se utiliza para calificar a la persona que implica a los demás en un asunto en el que no está dispuesta a participar. El origen de esta frase hay que buscarlo en la figura del capitán Arana o Aranha, un personaje del siglo XVIII que recorría el litoral de la península Ibérica con la intención de reclutar gente con destino a las colonias de América para luchar contra los insurrectos, sin que él emprendiera viaje alguno hacia el Nuevo Continente.
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Hecho un cascajo.
Estar físicamente impresentable, decrépito.
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Mata el puerco en enero, si quieres conservarlo bueno. El frío es el tiempo de la matanza, con temperaturas bajas se conserva mejor la carne.
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El casado casa quiere: Quien ha logrado formar una familia, pretende vivir con ella y solo ella en su propio hogar.
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Ave de paso. En comparación con las aves que, siendo migratorias, sólo se detienen en un pueblo o en una ciudad para descansar y comer, se aplica a las personas que no permanecen mucho tiempo en un sitio.
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El chocolate del loro: Una familia aristocrática que quiso reducir gastos llegó a la conclusión de que sólo se podía ahorrar la ración de chocolate del loro.
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Al voleo. Locución adverbial que se origina en la acción de sembrar, cuando se arrojan las semillas a puñados, esparciéndolas en el aire. Por comparación, se usa la expresión para calificar actitudes arbitrarias y desmedidas.
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El cliente siempre tiene razón: Proverbial frase que establece la verdadera esencia de la relación comercial en la sociedad de consumo, por la cual el vendedor o empleado de un comercio debe dar siempre la razón al cliente, aunque éste no la tenga.
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Así me las den todas. El origen de este dicho está basado en un hecho muy directamente relacionado con el accionar de la Ley y la Justicia. Cuentan que un alguacil, por orden del juez, fue una vez a ejecutar un mandamiento. Sin embargo, las cosas se le complicaron: en lugar de cobrar la multa que pretendía, sólo recibió como pago dos sonoras bofetadas. De regreso ante su superior y confiando en mover la cólera del juez contra el agresor, relató ante aquel lo sucedido y acabó por decir que los bofetones, en realidad, se los habían dado a él, al señor juez en su propia cara, debido a que no habían querido acatar la orden por él dictada. El juez -hombre de buen humor, sin dudas- lo escuchó pacientemente y le respondió: "Cierto... pero así me las den todas, como queriendo decir que, de esa manera, no tenía inconveniente en "cobrar una paliza". Si bien el dicho no es muy usado en la actualidad, suele usárselo irónicamente, para dar a entender que algo nos es indiferente, sobre todo si se trata de males o desgracias ajenas.
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La espada de Damocles. Según cuenta Horacio en una de sus "Odas" y Cicerón, en sus "Tusculanas", Damocles era cortesano de Dionosio I, El Viejo (siglo IV, a.C.), tirano de Siracusa, a quién envidiaba por su vida aparentemente afortunada y cómoda. El rey, con el propósito de escarmentarlo, decidió que Damocles le sustituyera durante un festín, pero para ello dispuso que sobre su cabeza pendiera una afilada espada desnuda suspendida de una crin de caballo. De esta manera, Damocles pudo comprender lo efímero e inestable de la prosperidad y del lujoso modo de vivir del monarca. La frase la espada de Damocles se utiliza desde hace mucho tiempo para expresar la presencia de un peligro inminente o de una amenaza.
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El comer y el rascar, todo es empezar: Antiguo proverbio que destaca la característica de estas acciones propias del ser humano. En ambos casos -comer y rascarse- todo es cuestión de empezar; una vez iniciada la acción, no se puede detener. La frase se aplicaba en los casos en que se producía cualquier clase de exceso.
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Más sabe el necio en su casa que el cuerdo en la ajena
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A buen puerto vas por leña. Expresa la idea de acudir al lugar menos indicado en busca de ayuda, comparando la acción con la de los antiguos navegantes que acostumbraban a llegar a los puertos donde se aprovisionaban de madera o carbón para las calderas de sus barcos.
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El Diablo hace la olla, pero no la tapa: Advertencia a aquellas personas involucradas en un escándalo, por la que se aclara que una vez que se halla envuelto en él, no es fácil ocultar la relación, tal como sucede con una olla a la que no se le ha colocado la tapa y todo lo que contiene está a la vista.
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Pintan bastos
cuando se presenta una mala situación para algo o alguien
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El Diablo sabe por Diablo pero más sabe por viejo: Es útil la capacidad en determinada actividad, pero es mucho más provechosa la experiencia que se tenga en la vida.
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Bajar la guardia. Relajar la precaución, disminuir la atención, considerando que ya no es necesario ser tan cuidadoso. La frase está tomada de la práctica de algunos deportes, como el boxeo, haciendo referencia al que ya no se esfuerza en sus tareas o profesión como lo hacía antes.
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El dinero llama al dinero: Frase que asegura que la gente que posee mucho dinero, por lo general, tiene éxito en los emprendimientos comerciales y, de esta manera, sigue acrecentando su fortuna.
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Buscar una aguja en un pajar. Es la representación más notable de las empresas difíciles: nada hay más dificultoso que tratar de encontrar una aguja en un pajar.
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El dinero no hace la felicidad: Una vieja aseveración que día a día parece alejarse de la realidad. Tanto es así, que la frase suele ser completada con afirmaciones del estilo de ...pero calma los nervios, o ...pero ayuda a conseguirla.
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El éxito tiene muchos padres; el fracaso es huérfano: Cuando se logra un triunfo, muchas son las personas que se adjudican el mérito de haberlo obtenido, pero cuando sólo se consigue un fracaso, nadie reclama su autoría.
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Sólo se vive una vez. Frase que advierte sobre lo efímero de la vida humana, muchas veces usada para justificar que lo que no se hace en cierto momento de la vida jamás se podrá repetir. Se puede considerar que este dicho es una alternativa al "carpe diem" latino, haciendo referencia a no desaprovechar las posibilidades de hacer algo.
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El fin justifica los medios: Frase atribuida a Maquiavelo, que resume toda su doctrina política.
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Cada loco con su tema. Frase que sirve para reflejar el apego que cada uno siente por su propio parecer, por su forma de ver las cosas, igual que los locos que, por lo general, disparatan sobre un tema que es su obsesión. Antiguamente esta sentencia solía terminar con ... y cada lobo por su senda.
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El fuego todo lo purifica: Desde tiempo inmemorial, se sabe que la acción del fuego elimina toda clase de gérmenes.
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El hábito no hace al monje: Por más que una persona trate de lucir como alguien que no es, no puede disimular su propia imagen. Una persona no puede, con sólo vestir un hábito, pretender ser monje.
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Vamos al grano. Locución que favorece el tratamiento de lo más sustancioso de un tema, omitiendo lo superfluo, en comparación con la parte más importante del cereal: el grano. Sería el antónimo de "irse por las ramas".
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Una de cal y una de arena. Expresa la alternancia que suele producirse entre las cosas buenas y las malas. Tal como en la preparación de la mezcla para el revoque utilizado por los albañiles -una mano de cal (suave, lisa) alternando con una mano de arena (áspera, rugosa)-, en la vida también se suceden los hechos agradables y los amargos.
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El hilo se corta por lo más delgado: Cuando un hilo o una soga se cortan naturalmente, el corte se produce en la parte más delgada. Lo mismo, cuando se deben tomar medidas en determinada circunstancia de la vida, siempre el afectado es el más débil.
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Es opinión popular, que justo la del Silencio, es la que más hace hablar.
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A caballo regalao no se le mira el colmillo.
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Vivito y coleando. Estar bien, vivo, sin daños. Se aplica especialmente cuando se quiere desmentir la muerte o enfermedad grave de alguien que se encuentra sano.
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A jumento regalado no le mires el dentado
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Bueno ya que estais todo con lo mismo, pongo el mio :{ :{
A equino donado no se le periscopea el incisivo
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El hombre propone y Dios dispone: Según este proverbio de la obra "Imitación de Cristo", no podemos, desde nuestra mortal falibilidad, disponer indiscriminadamente acerca de obras y personas, sin tener en cuenta la decisión final del Creador.
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El horno no está para bollos: No es el momento apropiado para hacer o decir algo, es más, podríamos decir que es el menos indicado. La comparación surge de la baja temperatura que debe tener el horno para cocer bollos o tortas pero, al ser tan "caliente" la situación que se vive, se dice que el horno no está -efectivamente- para recibir bollos.
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Mas vale un toma que dos te daré
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El mismo perro con distinto collar: Frase que da a entender que sólo cambia la apariencia de las cosas, pero no su esencia. Según algunos, el origen dataría de la época de Fernando VII quien, mientras presidía un desfile militar, alcanzó a distinguir entre los soldados a antiguos milicianos que acababan de ser licenciados, por lo que se dirigió a su asistente y le dijo: "Pues, hombre, son los mismos perros con distinto collar".
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Tal para cual. Podría equipararse con la frase "las buenas yuntas, Dios las cría y ellas se juntan", ya que refiere a las virtudes y defectos que hermanan a dos personas. Hace referencia al hecho de que dos personas parezcan "hechas a la medida" la una de la otra.
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El mismo que viste y calza: Frase con la que se corrobora la identidad de la persona que habla o de quien se habla.
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A tontas y a locas: Según el Diccionario de la Real Academia Española, significa “hacer una cosa con desbaratamiento, sin orden ni concierto”
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Parar el carro. Literalmente, frenar o interrumpir a alguien en una discusión o en una acción con una respuesta cortante o una reacción inesperada, como cuando se detenía un carro impidiendo el avance del caballo.
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El movimiento se demuestra andando: La frase expresa que llega un momento en que sobran las palabras y hay que pasar a los hechos y es atribuida al filósofo griego Diógenes, el Cínico, quien la habría pronunciado ante Zenón de Elea cuando éste negó ontológicamente el movimiento. En ese momento, Diógenes se levantó, se puso a caminar y dijo la frase.
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Demasiado vino, no cumple palabra ni guarda secreto
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A caballo regalado no se le mira el diente: mirar el diente es como se comprueba la edad, de los burros, caballos, y mulos,
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Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
Es una frase que suele aplicarse en el momento en que se hace una reprimenda o llamado de atención, sin mencionarse quién es el destinatario, por eso se la deja «flotando» en el ambiente para que el «interesado» la interprete.
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(A lo hecho, pecho:) - Ante la adversidad y luego del hecho consumado, poner el pecho, como cuando alguien se enfrenta con un peligro, admitiendo su responsabilidad en él
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El muerto se ríe del degollado: Frase festiva por medio de la cual a una persona que padece una desgracia se la compara con otra en igual o peor situación.
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Saber con qué bueyes se ara: Conocer muy bien con quién o quiénes se trabaja o se está hablando.
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La fe mueve montañas. Frase bíblica que sostiene que cuando alguien posee una fe inquebrantable puede lograr lo que se proponga, por más difícil que sea el emprendimiento.
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El mundo es un pañuelo: Es una expresión muy usada cuando se trata de un encuentro inesperado de dos o más personas en un lugar o cuando alguien se entera de una noticia en un sitio al que no se sospechaba que pudiera llegar la novedad.
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Yo la escribo, yo la vendo: Frase que expresa la idea del autor que escribe una obra y él mismo se encarga de distribuirla para la venta. La locución se aplica en cualquier ámbito en el que el propulsor de una idea se ocupa personalmente de difundirla.
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Ir de mal en peor. Pasar por momentos malos en los que parece que las circunstancias empeoran en lugar de mejorar. Se podría comparar con la frase salir de Guatemala y caer en Guatepeor.
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Ni fu ni fa: Ni una cosa ni la otra; no tener definición. Podría equivaler a ni chicha ni limonada.
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La Biblia en verso.
En el año 1839, nació en Igualada (Barcelona) un hombre llamado José María Carulla, que se destacó por ser abogado, servidor del papa Pío IX y fecundo versificador que, entre otras cosas, fue fundador y director del periódico "La civilización" y célebre polemista católico. La Santa Sede lo distinguió con la Cruz de Mérito, en reconocimiento a su ambicioso empeño en trasladar el texto en prosa de la Biblia (o parte de ella) a la forma en verso. Desafortunadamente, la ardua tarea de versificar tan magna obra fue mucho más dura para él, que evidentemente no había sido favorecido por Dios en el reparto de talentos, particularmente en el arte de la poesía. De manera que, el resultado del esfuerzo -concretado en setenta y tres gruesos volúmenes- terminó por ser un fárrago inaudito de rispideces que durante mucho tiempo fue motivo de broma en todos los cenáculos literarios y tanto fue así, que desde entonces, el dicho la Biblia en verso se usó como equivalente de todo aquello que, por su desprolijidad y confusión, resulta difícil de digerir.
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El ojo del amo engorda el ganado: Conviene que cada uno cuide su propia hacienda; en la práctica, alude a la conveniencia de ocuparse personalmente de sus propios asuntos.
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Ir de punta en blanco. Esta expresión, que en la actualidad solemos utilizar para elogiar la elegancia y pulcritud de la vestimenta de alguna persona, tiene su origen en los antiguos usos de la caballería. En ese tiempo el dicho se aplicaba a los caballeros que solían llevar todas las armas desnudas y listas para el combate y como estas eran de acero brillante centelleaban al sol con una blancura resplandeciente, es decir, los caballeros iban de punta en blanco. Por analogía, con el correr del tiempo, el modismo ir de punta en blanco vino a aplicarse también al acto de vestir elegantemente y con el máximo esmero.
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Sólo se vive una vez. Frase que advierte sobre lo efímero de la vida humana, muchas veces usada para justificar que lo que no se hace en cierto momento de la vida jamás se podrá repetir. Se puede considerar que este dicho es una alternativa al "carpe diem" latino, haciendo referencia a no desaprovechar las posibilidades de hacer algo.
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El patio de Monipodio: En Rinconete y Cortadillo, de Cervantes, el jefe del hampa sevillana recibía allí a los nuevos ladrones.
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido. Como cuando en la pizarra en la que el camarero anota las deudas de los clientes se borran las acumuladas y se comienza una nueva cuenta.
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El pez grande se come al chico: Es una cruda realidad de la vida aplicada al ser humano. Al igual que los peces, los hombres tratan de imponer no sólo su fuerza física sino la económica ante el menos poderoso.
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El hilo de la vida. De acuerdo con la mitología griega, las Parcas o Moiras -diosas de la Vida y de la Muerte- eran tres hermanas, hijas de Nix, personificación de la Noche: Clotho, Láchesis y Átropo.
Estas eran las ejecutoras del destino y controlaban la vida de cada hombre con la ayuda de un hilo. Cada una de ellas tenía una tarea específica: Clotho se encargaba de hilarlo; Láchesis o Láquesis lo enrollaba y Átropo, la implacable, lo cortaba cuando la vida de esa persona llegaba a su fin.
El hilo de la felicidad estaba hecho de lana blanca; el de la desgracia era de lana negra y aquellas personas en cuya existencia habían alternado los buenos momentos con los aciagos, estaba formado por una mezcla de ambas lanas.
De manera que, en realidad, se trataba del hilo del sostén de la vida y de él dependíamos todos los mortales.
De ahí nació la expresión el hilo de la vida, utilizada hoy con sentido metafórico, para dar a entender lo frágil, débil y quebradizo de nuestra existencia.
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Juego de manos, juego de villanos: Advertencia sobre los peligros de abusar del manoseo entre dos o más personas, por lo cual, se puede terminar a los golpes, a la manera de los villanos, en alusión a los primitivos habitantes de las villas.
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El mismo que viste y calza.Frase con la que se confirma la identidad de la persona que habla o de quien se habla.
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El que a hierro mata, a hierro muere: Proverbio entresacado del Evangelio según San Mateo, XXVI, 52, que bien podría ser una variante de ojo por ojo; diente por diente. La persona que ejerce la violencia termina por perecer de la misma manera.
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Saber con qué bueyes se ara: Conocer muy bien con quién o quiénes se trabaja o se está hablando.
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Más vale maña que fuerza. Se obtiene mayor partido de la suavidad y la destreza que de la violencia y el rigor.
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El que busca, encuentra: Frase que estimula la perseverancia y aconseja que nadie deje de buscar, no sólo las cosas materiales, sino los logros más deseados.
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Mucho ruido y pocas nueces. Comentarios e Historia: Expresión que coincide con el título de una obra de William Shakespeare que se aplica a la situación en la que se produce mucho alboroto sin ningún resultado positivo. Se puede asociar a la fábula "el parto de los montes", que hace referencia a la exagerada publicidad que se hace de algo que al final resulta ridículo.
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Adelante con los faroles.
La expresión completa habría sido ¡Adelante con los faroles, que atrás vienen los cargadores!, al parecer, relacionada con las antiguas procesiones religiosas, en las que era usada a manera de estímulo para que los encargados de transportar faroles, antorchas y cirios -que precedían a los que llevaban las imágenes (cargadores)- no cejaran en su esfuerzo.
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Ahogarse en un vaso de agua: Rendirse ante la primera dificultad, sin intentar sobrellevar el inconveniente.
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El que calla, otorga: Parece ser el proverbio antónimo de todos los que sugieren no hablar demasiado, pero en este caso aconseja no permanecer callado ante determinada acusación debido a que el silencio puede ser interpretado como admisión de la culpa.
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El que espera, desespera: Es un juego de palabras, por el que se expresa la idea de que la ansiedad, llevada al extremo, se convierte en desesperación. En este caso, "espera" y "desespera" no están presentados como simples antónimos, ya que "desespera" está relacionado con la "desesperación" y no con la "desesperanza".
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El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra: Frase de Jesucristo, tomada del Evangelio según San Juan 8, 7, que habría pronunciado el Redentor ante la turba que pretendía lapidar a una mujer acusada de adulterio, como si ellos estuvieran libre de culpa. La frase completa habría sido Aquel de vosotros que esté libre de pecado, que arroje contra ella la primera piedra". Con el correr de los siglos, la frase consolidó su vigencia y su uso se extendió a toda situación en donde quienes juzgan no están moralmente autorizados para hacerlo ya que, en muchos casos, son responsables de pecados muchos mayores que los que están juzgando.
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Ojo por ojo, diente por diente. Comentarios e Historia: Fórmula de la Ley del Talión (Éxodo, XXI, 24) por la que se insta a la venganza por los daños recibidos.
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Nada del otro mundo: Se supone que una cosa «del otro mundo» sería algo digno de sor-prender y conmocionar a los habitantes de este planeta, por eso, cuando se trata de algo que no alcanza ese nivel, usamos esta frase.
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El que guarda, tiene: Es una invitación al ahorro, única manera de tener asegurado un buen pasar en los tiempos de la vejez.
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Bueno es hablar, pero mejor es callar. En un consejo para aquellas personas que hablan demasiado, sin reparar en las consecuencias y sin meditar lo que dicen.
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Salir el tiro por la culata. Fracasar, resultar chasqueado, como si a un tirador realmente le saliera el tiro por la parte de atrás del arma. Conseguir lo contrario de lo que se pretendía al hacer algo.
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El que las hace las paga: Otra variante de ojo por ojo... o el que a hierro mata...
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Obras son amores y no buenas razones. Los resultados son los que mandan y no las razones que se esgrimen para justificar un fracaso. La frase podría equipararse con la expresión "el camino del Infierno está lleno de buenas intenciones". Se puede entender también en la línea de que lo que importa son los resultados de lo que se hace, no necesariamente la justificación que se pretenda hacer de ello.
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El que mucho abarca poco aprieta: La persona que emprende muchas cosas al mismo tiempo, no suele desempeñar bien ninguna de ellas: conviene dedicarse preferentemente a una sola.
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Gastar saliva: Hablar inútilmente.
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Darles margaritas a los cerdos.
Frase bíblica (Evangelio de San Mateo, VII, 6) que significa desperdiciar cosas buenas en personas que no lo merecen.
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Dar un cuarto al pregonero. La figura del pregonero o portavoz ambulante de noticias existe desde hace mucho tiempo, incluso se registra en la época romana. En España se sabe que existían pregoneros al menos desde el siglo XV que tenían la particularidad de estar divididos en tres clases: los oficiales, que estaban al servicio de la Administración; los heraldos, que marchaban delante de los nobles anunciando el paso de estos, y los voceadores mercantiles que, por encargo de cualquier vendedor, pregonaban los artículos y servicios más diversos.
La tarifa usual de estos últimos era "un cuarto", una moneda de cobre que equivalía a cuatro maravedíes, de manera que dar un cuarto al pregonero significaba pagar los servicios de ese oficial público para que difunciese, en voz alta, cualquier tipo de noticia.
Con el correr del tiempo, la frase adquiriría en España un sentido totalmente opuesto: el de reprobar la divulgación de algo que, por su particular naturaleza, debiera callarse.
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El que mucho habla, mucho yerra: Advierte sobre la inconveniencia de hablar demasiado, debido a que cuanto más se habla, más oportunidades hay de equivocarse.
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Hablando de Roma, por la puerta asoma: Expresión que se aplica para justificar la coincidencia de la aparición de una persona, justo en el preciso momento en que se la estaba mencionando.
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Hacer la vista gorda. Significa no querer ver algo, fingirse ciego cuando en realidad uno lo ha observado todo perfectamente.
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El que no arriesga, no gana: Es una invitación a la audacia, a encarar emprendimientos, incluso a pesar de que -en algunos casos- lo aconsejable es la prudencia.
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A confesión de partes, relevo de pruebas.
Cuando alguno admite su error o falta, no es necesario indagar acerca del error cometido: basta con que lo haya reconocido.
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A río revuelto, ganancia de pescadores. Cuando llegan momentos de inquietud y problemas siempre hay alguien que se beneficia. La expresión reproduce la situación real de los pescadores que cuando observan que el agua se agita fuertemente saben que pescarán más.
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El que no quiera balazos que no vaya a la guerra: Si a alguno no le agradan ciertas cosas, debe evitar acudir al lugar en donde esas cosas suceden.
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido. Como cuando en la pizarra en la que el camarero anota las deudas de los clientes se borran las acumuladas y se comienza una nueva cuenta.
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El que no tiene cabeza, tiene pies: Frase aplicada particularmente a la persona desmemoriada o de frágil memoria por la que se hace referencia a que, si se olvidó algo (no tiene cabeza) deberá ir a buscarla adonde corresponde (tiene pies).
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Bueno es hablar, pero mejor es callar. En un consejo para aquellas personas que hablan demasiado, sin reparar en las consecuencias y sin meditar lo que dicen.
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El que pega primero pega dos veces: Sugiere tomar la iniciativa en todos los emprendimientos para obtener mayores beneficios.
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El que rompe, paga. Frase familiar que da la responsabilidad sobre la integridad de un objeto a quien lo está utilizando en ese momento, sobre todo, si se trata de un objeto de cierto valor.
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De noche, todos los gatos son pardos: La vista humana suele engañar al hombre, sobre todo en la oscuridad. Por eso, la advertencia manifestada a través de esta comparación que es muy real.
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Lo que viene fácil, fácil se va. Es una crítica al poder, el éxito o la riqueza que se obtuvo de una manera fácil, sin esfuerzo. De la misma forma que se logró, se puede perder.
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El que quiera celeste que le cueste: Se aplica para justificar lo difícil de una empresa. La comparación surge con el viejo prejuicio de las tradicionales familias europeas de la inmigración, de considerar el nacimiento de un varón (por eso, el celeste) más promisorio que el de una niña.
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Favor con favor se paga: Cuando alguien recibe el favor de una persona, es probable que deba pagar de la misma forma, llegado el momento oportuno. Irónicamente, suele usarse la misma frase para devolver agravios y ofensas
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Ver las estrellas. Sentir un dolor muy fuerte.
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Nunca pidas a quien pidió ni sirvas a quien sirvió
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El que quiera pescado que se moje el culo: Aquel que quiere obtener un logro o algo importante en su vida, debe esforzarse llegando incluso hasta el sacrificio. La comparación surge de la costumbre de pescar en los ríos con el agua hasta la altura de las nalgas, o bien, sentado en la playa, con lo que, en ambos casos, es inevitable mojarse las sentaderas.
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El que se acuesta con chicos, amanece cagado: Advertencia a los mayores para que no encaren emprendimientos importantes con personas jóvenes y sin experiencia en una actividad. Existe una culta versión suavizada que dice el que con niños pernocta, excrementado alborea.
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Basta la salud.
Frase de consuelo, muy utilizada dentro de unos días para justificar la falta de cualquier otra cosa, aludiendo a que, mientras una persona esté sana, podrá acudir siempre a sus fuerzas para trabajar y lograr lo que desee.
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Ser pan comido. Significa que una cosa resulta muy fácil, sin complicaciones, tan sencilla como el hecho de comer pan tierno.
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Juego de manos, juego de villanos: Advertencia sobre los peligros de abusar del manoseo entre dos o más personas, por lo cual, se puede terminar a los golpes, a la manera de los villanos, en alusión a los primitivos habitantes de las villas
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Sin pena ni gloria. Expresión utilizada para demostrar el desinterés de una persona por el resultado de una acción o emprendimiento, como si le diera lo mismo tener que sufrir una pena que gozar de la gloria. También se usa como expresión de valoración ante un hecho que ha sido realizado satisfactoriamente, pero sin pasar los límites del mínimo necesario.
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El que se quemó con leche cuando ve una vaca llora: Es una frase que destaca la experiencia de una persona que deberá capitalizar sus aciertos y errores.
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Nadar contra la corriente: Avanzar en la vida en el sentido contrario al que van todos, pelear para conseguir algo, luchando contra todas las graves dificultades, como si uno tratara realmente de avanzar en el río pero haciéndolo no a favor de la corriente
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No pegar ojo. No poder dormir en toda la noche, estar desvelado.
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El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen: Cuando una persona renuncia de un cargo, sin haber tenido problemas, se dice que «se fue por la puerta grande», lo que le permite volver cuando lo desee y ser bien recibido.
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Otro que bien baila: Expresión irónica con la que se establece la comparación entre una persona y otra que adolece de los mismos defectos.
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Ojos que no ven, corazón que no siente. Las penas que están lejos o no son percibidas se sienten menos que las que se tienen a la vista. También hay quien ve en este dicho un aviso sobre el peligro que la distancia significa para una relación amorosa.
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El que solo se ríe, de sus picardías se acuerda: Refrán que se aplica a la persona que -por lo general- suele sonreír cuando está sola o bien, mientras está en un grupo, pero del que parece haberse ausentado con la mente. Se supone que esa sonrisa le recuerda ciertas travesuras cometidas, que no se atreve (o no le conviene) comentar en público
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Gastar pólvora en chimangos.
Desperdiciar tiempo o esfuerzo inútilmente. El chimango es un ave de rapiña propia del Río de la Plata cuya carne no es aprovechable debido a su dureza y mal sabor.
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Gajes del oficio. Son las molestias, perjuicios o preocupaciones que se derivan de un determinado empleo o profesión. Antiguamente, se llamaba gaje a la "paga que se percibía por un empleo determinado".
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Roma no se hizo en un día: Las grandes empresas no pueden lograrse de un día para otro, para ello, se necesitan tiempo, paciencia y sacrificio, tal como sucedió con el crecimiento de la ciudad capital del Imperio Romano.
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El sol sale para todos: Frase optimista que encierra una verdad indiscutida por la que, realmente, cuando el sol aparece en el cielo, se sabe que lo hace para todos sin distinción de ninguna clase. Con ella, se expresa que todos tenemos las mismas oportunidades en la vida. Similar interpretación tiene la oración aunque no lo veamos, el sol siempre está, popularizada por una canción de la cantante Marilina Ross.
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En casa del herrero, cuchara de palo. A veces, falta una cosa justo donde se supone que no debería faltar, como ejemplo de la incoherencia en la que a veces caemos al pedir a los demás que hagan algo que nosotros mismos no realizamos.
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En menos (de lo) que canta un gallo Equivale a "muy rápidamente", casi sin que nadie se dé cuenta de lo sucedido, en comparación con el gallo que canta muy temprano, al alba, y cuyo canto suele ser breve y sorpresivo.
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En tiempo de vacas gordas: En El Génesis está escrito que una vez el rey de Egipto tuvo un sueño: vio cómo 7 vacas gordas eran devoradas por otras tantas muy flacas.
Al despertar el faraón, mandó llamar a todos los sabios, adivinos y agoreros egipcios, pero ninguno de ellos acertó a dar una interpretación satisfactoria de la pesadilla. En vista de lo cual mandó llamar a José, hijo de Jacob y Raquel, que se hallaba en prisión. Éste explicó que las 7 vacas gordas anunciaban abundancia, y las 7 escuálidas, otros tantos años de hambre y escasez. De este pasaje bíblico nace la expresión 'en tiempo de vacas gordas', para significar un periodo de abundancia, pero de precaria duración.
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Lo que hace el Fififi.
Borrar con el codo lo que se escribió con la mano.
Es una referencia a las contradicciones de las personas, que suelen afirmar o sostener algo y luego, se manifiestan en sentido totalmente opuesto.
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El tonto del bote: A mediados del siglo XX, se hizo popular en Madrid (España) un mendigo que tenía una forma peculiar de pedir limosna. De él habla Dionisio Chaulié en el libro Cosas de Madrid cuando se refiere a los pedigüeños de su época: "En Madrid los había tradicionales. Entre otros, un desgraciado imbécil a quien se le conocía con el nombre de Tonto del bote, porque recogía la limosna en un bote de suela que agitaba en la mano, sentado en una silla a la puerta de San Antonio del Prado. Aún me parece verle en sus últimos años, inmóvil, con su sombrero de alas anchas, su ropón o túnica parda, limpio, y lanzando a intervalos una especie de sonido gutural para llamar la atención de los transeúntes."
Se cuenta que en cierta corrida de toros, uno de los astados saltó la barrera y enfiló la Carrera de San Jerónimo. Al meterse en una de las calles transversales, el animal se topó de frente con el mendigo. Éste, desconociendo el peligro, permaneció inmóvil. El toro le olfateó despacio, dio un bufido y siguió su camino. Desde entonces, se recuerda la inmensa suerte que tuvo el Tonto del bote.
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A llorar, a la iglesia.
Invitación burlona a quienes se están quejando de algo que no admite reclamos o ya ha pasado el momento de hacerlos.
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Ahogarse en un vaso de agua. Rendirse ante la primera dificultad, sin intentar superar el inconveniente. Agobiarse excesivamente ante un problema que no merece tanta angustia.
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El vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo...: Frase muy argentina que define la clásica «viveza criolla» por la que siempre habrá alguna persona que se aprovechará de otra. La frase original tiene un final escatológico: ... y la gallina de arriba caga a la de abajo, por la posición de estas aves en el gallinero.
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Del tiempo de maricastañas.
Esta mujer forma parte del léxico de la mayoría de los hispanohablantes en el dicho del tiempo de Maricastaña, para hacer alusión a algo o alguien que hace mucho tiempo que está en este mundo.
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Dar gato por liebre. Si hay algo que ha mantenido la tradición con el paso de los siglos, es, sin duda, la mala fama de las posadas, hosterías y fondas respecto de la calidad de sus comidas.
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El zorro pierde el pelo pero no las mañas: El zorro tiene la característica de padecer la caída del pelo y tan importante es esta particularidad que la enfermedad, en el hombre, se llama alopecia, tomada del griego "alops: zorro". La frase explica también que, por más que este animal pierda su pelaje, sus costumbres y mañas permanecerán inalterables. Lo propio sucede con el hombre.
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Elemental, querido Watson: Frase que se supone utilizaba como muletilla el personaje literario Sherlock Holmes, dirigiéndose a su ayudante, el Dr. Watson, ambos creados por el escritor Sir Arthur Conan Doyle. El investigador Gregorio Doval sostiene (y de ahí, lo de "se supone") que en casi ninguna de las aventuras de Sherlock Holmes este personaje utiliza la frase, salvo en las primeras.
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido. Como cuando en la pizarra en la que el camarero anota las deudas de los clientes se borran las acumuladas y se comienza una nueva cuenta.
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Estar como pez en el agua. Sentirse cómodo en un lugar o en una situación.
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Que patatín, que patatán...: Frase onomatopéyica que hace referencia a la persona que habla sin sentido, dando disculpas o argumentando para no entrar en razones.
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Poner los pelos de punta. Aterrorizarse, estar extremadamente nervioso, alterado. Cuando alguien sufre un gran susto, la piel se eriza y se le pone "carne de gallina".
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Quien escucha, su mal oye.
La persona que presta atención a sus errores puede corregirlos a tiempo.
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Ahogarse en un vaso de agua: Rendirse ante la primera dificultad, sin intentar sobrellevar el inconveniente.
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Empinar el codo: Todos sabemos que el acto de beber -no importa si con vaso, porrón, bota o botella- impone por lógica necesidad, el movimiento de levantar el codo hasta determinado nivel. De este simple y cotidiano hecho procede la locución peyorativa empinar el codo, lo que equivale a "alzar, levantar, aupar el codo" de manera que el líquido se precipite dentro de la boca con mayor facilidad. Por eso, la expresión se divulgó en el uso popular con el sentido metafórico de "tomar, beber en gran cantidad de cualquier clase de bebida alcohólica", o en otras palabras, ser considerado lisa y llanamente un borracho.
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Estar a la cuarta pregunta.Antiguamente, en los interrogatorios judiciales, era de fórmula realizar cuatro preguntas al imputado: ¿tenemos salud?, ¿tenemos ingenio?, ¿tenemos amores?, y la temida cuarta pregunta: ¿tenemos dinero?
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El Diablo hace la olla, pero no la tapa.
Advertencia a aquellas personas involucradas en un escándalo, por la que se aclara que una vez que se halla envuelto en él, no es fácil ocultar la relación, tal como sucede con una olla a la que no se le ha colocado la tapa y todo lo que contiene está a la vista.
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Lo cortés no quita lo valiente. Se puede ser atento y comprensivo con una persona, sin dejar de ser exigente con ella.
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En aguas de borrajas: Terminar una cosa en algo sin importancia, como todo lo que empieza con expectativas de trascendencia y finalmente acaba diluyéndose. Proviene del poco poder nutritivo del caldo hecho con una verdura -borrajas- que exige cuidadosas limpieza y cocción, pero carece de sabor. Lo mismo sucede con la expresión agua de cerrajas, que alude a una especie de lechuga silvestre.
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Mal de muchos, consuelo de tontos. No debemos consolarnos ante una desgracia, justificándonos diciendo que eso les sucede a otros muchos.
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En aguas tranquilas, demonios se agitan: Frase procedente del idioma ruso, por la cual se expresa que aunque una situación parezca normal, puede esconder en su seno los peligros más graves. Podría equipararse con la frase las apariencias engañan.
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Al mejor cazador se le escapa la liebre: Habla de la falibilidad del hombre, por más destacado que sea en su actividad. Todos cometemos errores alguna vez.
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Sin pena ni gloria. Expresión utilizada para demostrar el desinterés de una persona por el resultado de una acción o emprendimiento, como si le diera lo mismo tener que sufrir una pena que gozar de la gloria. También se usa como expresión de valoración ante un hecho que ha sido realizado satisfactoriamente, pero sin pasar los límites del mínimo necesario.
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En boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso: Tal como lo refiere la fábula del pastor y el lobo, cuando uno acostumbra a mentir, nadie le cree en el momento en que dice la verdad.
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Meter la pata. Equivocarse, cometer errores, generalmente por torpeza o descuido, como cuando alguien "mete" literalmente la pierna en un agujero, grieta o zanja.
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Venir al pelo: Ser algo muy oportuno, llegar a su debido tiempo. La comparación se hace en base a la facilidad con la que se puede peinar las pieles de los animales en el sentido en que se inclinan sus pelos, y no a "contrapelo".
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Ver las estrellas. Sentir un dolor muy fuerte.
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En el pecado está la penitencia: Cuando uno comete una falta, muchas veces en la misma acción del pecado se halla implícito el castigo que ameritamos.
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Borrar con el codo lo que se escribió con la mano: Es una referencia a las contradicciones de las personas, que suelen afirmar o sostener algo y luego, se manifiestan en sentido totalmente opuesto.
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Lo que hace el Fififi.
Borrar con el codo lo que se escribió con la mano.
Es una referencia a las contradicciones de las personas, que suelen afirmar o sostener algo y luego, se manifiestan en sentido totalmente opuesto.
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No basta que la mujer del César sea honesta... ...también tiene que parecerlo.
Según cuenta Plutarco en sus "Vidas paralelas", un patricio romano llamado Publio Clodio Pulcro, dueño de una gran fortuna y dotado con el don de la elocuencia, estaba enamorado de Pompeya, la mujer de Julio César. Tal era su enamoramiento, que en cierta oportunidad, durante la fiesta de la Buena Diosa -celebración a la que sólo podían asistir las mujeres- el patricio entró en la casa de César disfrazado de ejecutante de lira, pero fue descubierto, apresado, juzgado y condenado por la doble acusación de engaño y sacrilegio. Como consecuencia de este hecho, César reprobó a Pompeya, a pesar de estar seguro de que ella no había cometido ningún hecho indecoroso y que no le había sido infiel, pero afirmando que no le agradaba el hecho de que su mujer fuera sospechada de infidelidad, porque no basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo. La expresión, con el tiempo, comenzó a aplicarse en todo caso en el que alguien es sospechado de haber cometido alguna ilicitud, aun cuando no hubiera dudas respecto de su inocencia.
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La ocasión la pintan calva. Los romanos personificaban a la diosa Ocasión como una mujer hermosa, desnuda y con alas, como símbolo de la fugacidad con la que se presentan las buenas ocasiones u oportunidades.
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En la adversidad se conoce a los amigos: Frase que expone la verdadera esencia de la amistad, ya que a los auténticos amigos se los conoce cuando uno pasa momentos de zozobra material y espiritual.
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Cantar las cuarenta: Desahogarse con alguien, diciéndole lo que piensa, aun cuando moleste al destinatario. El origen es el juego de naipes conocido con el nombre de "tute", en el que se llama las cuarenta al número de puntos del que reúne el caballo y el rey de un mismo palo, lo que motiva que su poseedor esté obligado a "cantarlas".
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Poner los puntos sobre las íes.
Durante el transcurso del siglo XVI, fueron introducidos los caracteres góticos en la escritura común. Entonces, los copistas -importantísima profesión en esa época- adoptaron la práctica de poner un pequeño tilde sobre la i minúscula, para evitar que la presencia de dos de estas letras seguidas fuese confundida con una "u" (como si hoy tuviéramos que escribir a mano y en letra cursiva el término compuesto antiinflacionario).
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Poner el grito en el cielo. Gritar exageradamente, clamar quejándose con vehemencia de una cosa, como si uno realmente gritara tan alto que su voz llegara al cielo. Quejarse de manera muy intensa de algo que se considera injusto.
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En la cancha se ven los pingos: Dicho rioplatense de neto origen campero que expresa que los caballos -pingos- realmente buenos demuestran su calidad en el momento de la carrera. Podría equivaler al dicho el movimiento se demuestra andando.
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Hablando de Roma, por la puerta asoma: Expresión que se aplica para justificar la coincidencia de la aparición de una persona, justo en el preciso momento en que se la estaba mencionando
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Hacer la vista gorda. Significa no querer ver algo, fingirse ciego cuando en realidad uno lo ha observado todo perfectamente.
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En la vida, no todo es color de rosa: El color de rosa es el símbolo de la bonanza y la prosperidad, por lo tanto, cuando uno ve todas las cosas de ese color, supone que el futuro le sonríe y le depara momentos de gloria.
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En menos (de lo) que canta un gallo: Equivale a "muy rápidamente", casi sin que nadie se dé cuenta de lo sucedido, en comparación con el gallo que canta muy temprano, al alba, y cuyo canto suele ser breve y sorpresivo.
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No tener uña pa’ guitarrero.
No estar capacitado para determinada actividad.
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En todas partes se cuecen habas... : Las flaquezas y errores humanos no son exclusivos de ningún lugar ni de ninguna persona. El dicho -originariamente- terminaba con la frase ... y en mi casa, a calderadas, como admitiendo las culpas domésticas.
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Enmendar la plana: Equivale a la acción desarrollada por una persona de mejor preparación, que consiste en corregir, arreglar, hacer enmiendas en la tarea hecha por otra, tal como lo hacían (y hacen) los maestros en la hoja (plana) del estudiante.
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Brillar por su ausencia Entre los romanos existía la costumbre de exhibir en los actos fúnebres los retratos de todos los antepasados y parientes del difunto. El célebre historiador Tácito, al relatar en el libro III de sus "Anales" las honras fúnebres de Junis -viuda de Casio y hermana de Bruto (el asesino de Julio Cesar)- cuenta que todo el mundo notó la ausencia de las efigies de Bruto y Casio. La falta de las imágenes de ambos era tan evidente que se podía decir que era como si "brillasen" los espacios en los que no estaban los retratos.
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¡Chocolate por la noticia!: Frase irónica con la que se pretende descalificar a quien afirma algo que ya todos conocen, ya sea porque es un hecho consabido o bien, porque llegó tarde con la noticia.
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Enroscar la víbora: Engañar a alguien, hacerle creer que es verdad algo que es falso o tratar de convencerlo de la calidad de algún producto o servicio. La expresión proviene de la época en que los vendedores ambulantes de la ciudad de Buenos Aires utilizaban -a manera de mascota- una serpiente (por lo general, una pacífica boa constrictor) que llevaban enrollada al cuello y acariciaban mientras recitaban su discurso. Como la fama de esos vendedores, a causa de la baja calidad de los productos que vendían, los hizo merecedores del mote de embusteros, la frase comenzó a aplicarse en los casos de intento de engaño.
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Bueno es hablar, pero mejor es callar En un consejo para aquellas personas que hablan demasiado, sin reparar en las consecuencias y sin meditar lo que dicen.
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Entrar en razón: Simplemente razonar, recapacitar, usar el raciocinio, sobre todo cuando alguien es remiso a comprender un razonamiento o análisis que no puede o no quiere aceptar.
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Ha corrido mucha agua bajo el puente: Significa que ha pasado mucho tiempo. Como el agua corre debajo de los puentes desde tiempo inmemorial, se compara el paso del tiempo con la cantidad de agua que ha corrido por ese lugar.
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Entre bastidores: Es el lugar en el que se preparan las representaciones teatrales, las de televisión, los desfiles de modas y suelen transitar por él artistas y técnicos. En esos lugares, se dicen y hacen cosas que no trascienden al público. En la Argentina, circula la deformación entre bambalinas, en la que se confunde a estos elementos con los bastidores. Las "bambalinas" son las tiras de lienzo que cuelgan del telar del teatro y representan la parte superior del decorado, no el piso. La expresión entre bastidores, en el lenguaje general, alude a la trama secreta que llevan a cabo algunas personas sobre ciertos temas.
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Estar en Babia.Babia es una comarca de la provincia de León, en España, poco fértil y bastante alejada de las zonas pobladas en cuyo territorio hoy se encuentran importantes pantanos de aprovechamiento hidraúlico. Durante la Edad Media, al parecer, abundaba la caza en ese lugar y los reyes de León lo eligieron como punto de reposo para alejarse de los problemas de la corte, y -como diríamos en nuestros días- "desenchufarse" de las obligaciones cotidianas.
Las ausencias del rey provocaban a menudo la inquietud de los súbditos a quienes, cuando preguntaban por él, se les respondía evasivamente que el rey estaba en Babia.
La expresión se hizo coloquial y pasó al lenguaje común para mostrar la falta de interés y atención ante cualquier tarea urgente, o simplemente falta de concentración (como estar en las nubes o estar en la Luna).
Hoy en día, nosotros la utilizamos específicamente para hacer referencia a toda persona distraida o que parece ausente en el momento en el que más se necesita de su concentración.
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Entre bomberos no nos vamos a pisar la manguera: Frase familiar usada para censurar a quien trata de sacar ventaja de personas de su misma condición o profesión, como si realmente un bombero entorpeciera la función de un colega, pisándole la manguera. Circulan muchas variantes de esta frase, entre las que se destaca entre gitanos, no nos vamos a adivinar la suerte, con idéntico valor.
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Tener ojos en la nuca. Estar muy prevenido y alerta, como si esa persona realmente tuviera un par de ojos en la nuca y así pudiera observar lo que sucede a sus espaldas.
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¡Tierra, trágame! Locución que suele pronunciar aquella persona que, por vergüenza, quiere evitar ser visto en determinado lugar, como si en verdad deseara que la tierra lo hiciera desaparecer en su seno.
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Echar leña al fuego: Expresa la idea de fomentar las discordias con comentarios que no hacen más que agravar la situación, como si echáramos leña al fuego o, como dice su versión en inglés, «agregar combustible al fuego».
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Morir con las botas puestas. Equivale a morir en pleno trabajo, metáfora de rendir al máximo en circunstancias adversas. La comparación surge de la característica de los soldados que morían en la guerra en medio de la lucha y con el calzado puesto.
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Entre gallos y medianoches: Algo hecho a escondidas, sin advertir a nadie lo que está sucediendo. La expresión se basa en la hora del día en que suelen hacerse ciertos arreglos, por lo general, protegido por la oscuridad de la medianoche que se extiende casi hasta que el gallo canta, al alba.
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A buen puerto vas por leña. Expresa la idea de acudir al lugar menos indicado en busca de ayuda, comparando la acción con la de los antiguos navegantes que acostumbraban a llegar a los puertos donde se aprovisionaban de madera o carbón para las calderas de sus barcos.
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Faltaría más: Es una locución de cortesía que se usa para rechazar amablemente una invitación o propuesta, sin ofender a nuestro interlocutor.
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Favor con favor se paga. Cuando alguien recibe el favor de una persona, es probable que deba devolver el favor llegado el momento oportuno. Irónicamente, suele usarse le misma frase para devolver agravios y ofensas.
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Era de noche y, sin embargo, llovía: Es una absurda frase proverbial con la que se hace burla a los que dicen cosas incongruentes. Su creador habría sido el costumbrista y satírico Antonio Neira de Mosquera.
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Es la caraba: Se usa para para dar a entender que algo o alguien es muy divertido, bromista, jolgorioso... El origen de esta frase está en una anécdota sucedida durante el transcurso de una feria. En una de las casetas se anunciaba algo extraordinario "La Caraba". El que siempre estaba dispuesto a asombrarse, lógicamente entraba y cuál no sería su sorpresa cuando el "fenómeno" que encontraba era una burra muy vieja y flaca. El dueño de la caseta decía que no existía ningún engaño ya que la burra era "La Caraba", es decir "la que araba y ya no ara".
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Caiga quien caiga. Es una de las frases más amenazantes que existen en todas las lenguas, hace referencia a que no importa el precio que haya que pagar para conseguir un objetivo determinado.
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Cargar con el muerto. Según las leyes medievales, cuando en la jurisdicción de una localidad era hallado el cuerpo de alguna persona muerta en circunstancias extrañas y no era posible determinar la identidad del asesino, el pueblo donde había sido encontrado el cuerpo estaba obligado a pagar una multa llamada homicidium u omecillo.
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Colgarle el sambenito (a alguien). Entre los antiguos usos de la Iglesia y más tarde durante los tiempos de la Inquisición, a los penitentes que lloraban sus culpas y mostraban arrepentimiento se les daba una vela de cera y se los cubría con un tejido de lana (con forma de saco) que había sido bendecido por el sacerdote o párroco del lugar.
De ahí que a esa prenda se le llamase saco bendito, denominación que más tarde derivó en las formas san bendito y, finalmente, sambenito.
Respecto a la etimología de la palabra hay quienes sostienen que proviene del nombre de San Benito, cuyo significado pasó por designar primero al "escapulario benedictino", luego al "escapulario que se ponía a los condenados por la Inquisición" y finalmente, "signo de infamia".
El objetivo de penitencia de este atuendo dio origen al dicho popular cargar o colgar a uno el sambenito, con el que se expresa el acto de hacer caer sobre alguien una culpa o responsabilidad que no merece.
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Agarrar para el lado de los tomates.
Interpretar mal alguna explicación o respuesta, irse por las ramas. El origen se relaciona con la planta del tomate, que es propensa a contraer pestes, por lo que es necesario plantarla en un lugar alejado. Otra versión asegura que la frase se origina en la facilidad con que esta planta se desarrolla hacia cualquier sentido si no se la guía en su crecimiento y entonces, "agarra" para cualquier lado.
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Escoba nueva barre bien: Nadie duda de esta afirmación, por eso se la aplica en referencia a la persona que comenzó a desempeñarse recientemente en una tarea. Un nuevo empleado, por lo general, en los primeros días trabaja arduamente y es capaz incluso de quedarse a hacer horas extras. Con el tiempo, al igual que la escoba que ha sido desgastada por el uso...
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El hilo de la vida. De acuerdo con la mitología griega, las Parcas o Moiras -diosas de la Vida y de la Muerte- eran tres hermanas, hijas de Nix, personificación de la Noche: Clotho, Láchesis y Átropo.
Estas eran las ejecutoras del destino y controlaban la vida de cada hombre con la ayuda de un hilo. Cada una de ellas tenía una tarea específica: Clotho se encargaba de hilarlo; Láchesis o Láquesis lo enrollaba y Átropo, la implacable, lo cortaba cuando la vida de esa persona llegaba a su fin.
El hilo de la felicidad estaba hecho de lana blanca; el de la desgracia era de lana negra y aquellas personas en cuya existencia habían alternado los buenos momentos con los aciagos, estaba formado por una mezcla de ambas lanas.
De manera que, en realidad, se trataba del hilo del sostén de la vida y de él dependíamos todos los mortales.
De ahí nació la expresión el hilo de la vida, utilizada hoy con sentido metafórico, para dar a entender lo frágil, débil y quebradizo de nuestra existencia.
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Hablar a calzón quitado: Decir la verdad, sin eufemismos, como quien se desnuda (quitarse los calzones) ante otra persona, esperando la misma actitud de ella.
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A tal señor, tal honor.
Reconocimiento para quien admite sus errores públicamente y pide perdón por sus equivocaciones.
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Ahogarse en un vaso de agua.Rendirse ante la primera dificultad, sin intentar superar el inconveniente. Agobiarse excesivamente ante un problema que no merece tanta angustia.
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Ese es el quid de la cuestión: Frase usada para señalar dónde está el punto esencial o central de un problema o cuestión. El término latino quid (que debe pronunciarse /kid/ y no /kuid/) significa "qué cosa".
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Esperar la cigüeña: Modismo utilizado para decir que una mujer está embarazada. La procedencia hay que buscarla en la mitología escandinava y está basada en las sanas costumbres de esta ave: monógama, vive siempre en el mismo nido, protege mucho a sus descendientes y cuida de igual manera a sus padres. Por otra parte, en Europa, su reaparición anual es considerada símbolo de buen augurio.
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido. Como cuando en la pizarra en la que el camarero anota las deudas de los clientes se borran las acumuladas y se comienza una nueva cuenta.
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Hablar hasta por los codos: Hablar demasiado, y sin sentido, muchas veces sin saber lo que se dice. Lo de los codos se agrega porque esa persona, además, suele gesticular con sus manos mientras habla y habla...
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Esquivar el bulto: Eludir la responsabilidad, no comprometerse con algo.
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Mucho ruido y pocas nueces. Expresión que coincide con el título de una obra de William Shakespeare que se aplica a la situación en la que se produce mucho alboroto sin ningún resultado positivo. Se puede asociar a la fábula "el parto de los montes", que hace referencia a la exagerada publicidad que se hace de algo que al final resulta ridículo.
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Armarse el tole tole.
Expresión utilizada para indicar que un conflicto alcanza un importante grado de confusión, sobre todo cuando se trata de alboroto popular. El origen del dicho sería el desorden provocado por los judíos ante Poncio Pilatos, pidiéndole que crucificara a Jesús, gritando "¡Tolle, tolle, crucifige eum!" ("¡Quítalo, quítalo, crucifícalo"!).
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Ser pan comido. Significa que una cosa resulta muy fácil, sin complicaciones, tan sencilla como el hecho de comer pan tierno.
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Estar a dos velas: Es lo mismo que estar sin parné, sin dinero. La procedencia de esta frase es incierta. El folclorista José María Sbarbi en su obra Gran diccionario de refranes, comenta acerca de esta expresión: "Como en las iglesias, después de terminadas las funciones religiosas, se apagaban todas las luces menos 2 que quedaban delante del sagrario, y como éstas alumbran poco para el espacio tan grande de aquéllas (las iglesias), puede decirse que quedan tristes y medrosas y, por lo tanto, se compara con el ánimo del individuo que no tiene dinero". Al experto José María Iribarren esta explicación no le convence y sitúa el origen del dicho en las timbas y partidas de naipes antiguas, donde el banquero solía colocarse entre un par de velas. En este supuesto, dejar al banquero a dos velas o quedarse a dos velas equivaldría a dejarle sin un céntimo.
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Curioso peo interesante [ok]
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A brazo partido: Locución utilizada -especialmente- en compañía de los verbos «trabajar» y «luchar». Expresa que una acción ha sido realizada con mucha intensidad, debido a que «brazo partido» literalmente significa «con los brazos solos, sin armas».
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Estar a la luna de Valencia: El dicho se aplicaba antiguamente a la gente que tenía que dormir fuera de las murallas de la ciudad por llegar tarde.
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Dársela con queso (a alguien). En la antigüedad, la presencia de roedores constituía una amenaza para la salud de los habitantes de las grandes ciudades, debido a las enfermedades que transmitían.
Por eso era muy común escuchar la expresión armarla con queso, en referencia a las ratoneras o trampas para la caza de ratones, en cuyo mecanismo se colocaba un trozo de queso para así atraer a los roedores.
Por analogía, el dicho dársela con queso pasó a usarse metafóricamente en el lenguaje coloquial con el significado de cebo, "ardid" o "engaño" mediante el cual una persona atrae a otra para conseguir un fin perseguido, con lo que queda claro que esta expresión puede muy bien equivaler a caer en la trampa.
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Aunque vengan degollando.
No importa el riesgo que se corra en una actividad, debemos seguir adelante con nuestro emprendimiento.
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Estar alunado: Estar de mal humor, enojado con motivo o sin él. La expresión tiene origen en la influencia que la luna ejerce sobre la conducta de las personas y las cosas.
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A grandes males, grandes remedios. Cuanto mayor sea el mal, mayor será la solución que se propone y mayor el esfuerzo de nuestra parte para conseguirlo.
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Santa Rita, rita, rita, lo que se da no se quita
Es una expresión familiar originada en una doncella poco agraciada que le pidió un novio a Santa Rita de Cassia, una santa especializada en la concesión de pedidos milagrosos. Cuentan que Santa Rita le concedió el deseo, pero después, cuando el novio se arrepintió, la joven le reclamaba a la santa con esta frase.
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Estar con un pie en el cajón: Estar a punto de morir, como las personas que padecen largas y penosas enfermedades y cuyo final es previsible.
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Tomar el pelo. Lisa y llanamente, cargar a alguien, hacerle burlas, sin llegar a la ofensa grave.
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No faltaba más. Locución de cortesía utilizada para aceptar una disculpa o gentileza, como si dijéramos "¡no hacía falta que se molestara por mí" o también para expresar que el favor que le hemos hecho a alguien lo consideramos como algo natural, nada especial. En este último caso se puede usar como alternativa elegante y cortés al "...de nada".
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Estar curado de espanto: No asustarse, ni escandalizarse por nada de lo que pudiera ocurrir u ocurrirle, a causa de la experiencia acumulada, como si "ya lo hubiera visto o vivido todo".
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Estar en bolas: Equivale, literalmente, a estar desnudo y, metafóricamente, a quedarse sin ningún recurso para afrontar gastos o sin conocimiento para responder a determinada cuestión. El origen es la palabra bolas que en germanía significaba "feria" o "mercado público", con lo que la expresión estar en bolas equivalía a "exponerse públicamente".
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Atar los perros con longaniza. Este dicho nos remonta a los principios del siglo XIX, más precisamente al pueblo salmantino de Candelario, cercano a la ciudad de Béjar. Famoso por la calidad de sus embutidos, en el que vivía un famoso fabricante de chorizos llamado Constantino Rico, conocido como "el choricero", cuya figura sería inmortalizada por el pintor Bayeu en un lienzo que hoy se exhibe en el Museo del Prado en Madrid.
Este buen hombre tenía instalada la factoría en la que trabajaban varias obreras en los bajos de su propia casa y en una ocasión una de éstas tuvo la extraña idea de atar a un perrito a la pata de un banco usando, en lugar de una cuerda o cadena, una sarta de longanizas.
Después entró un niño y vio el perro dio la noticia de que en casa del "Choricero" se ataban los perros con longaniza.
La expresión tuvo aceptación en el pueblo y desde entonces, se hizo sinónimo de exageración en la demostración de la riqueza y la opulencia.
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Estar en capilla: Hallarse alguien en el trance de pasar una prueba difícil o de conocer el resultado de algo que le preocupa. El rey Felipe II fue el primero que dispuso que en las cárceles se habilitaran capillas para que los reos condenados a muerte pudiesen confesarse y comulgar el día anterior a su ejecución.
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El camino del Infierno está lleno de buenas intenciones.
Todos hemos tenido buenas intenciones, pero no siempre las hemos llegado a concretar, han quedado en el camino del éxito y la consolidación.
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Gajes del oficio: Son las molestias, perjuicios o preocupaciones que se experimentan con motivo del empleo o profesión. Antiguamente, se llamaba gaje a la "paga que se percibía por un empleo determinado". Circula una deformación festiva que dice gajos del oficio, aplicado en broma a los productores de "cítricos".
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Bailar con la más fea. Expresión que alude a la desgracia de tener que soportar lo más desagradable de una situación, como sucedía en los bailes en los que las chicas más lindas habían sido sacadas a bailar e iban quedando las más feas. La versión en inglés "sacar la pajita más corta" alude al juego consistente en cortar pequeños trozos de madera o paja y hacer sacar uno a cada participante; el que sacaba la más corta, perdía.
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Estar en las Batuecas: Significa estar distraído, tener el pensamiento en cosa diferente de la que se trata. También es sinónimo de ignorancia y simplicidad. Las Batuecas es un valle de la provincia de Salamanca (España) que linda con las Hurdes. Se trata de un enclave paradisíaco entre dos estribaciones de la sierra de Francia, cercado por montañas y con una vegetación exuberante. En tiempos pasados, sus habitantes tenían fama de salvajes. Eran llamados los beocios de España, o sea, los ignorantes o estúpidos de España. Hace 150 años, decir que uno se había criado en las Batuecas era ponerle al nivel de un cafre. Antiguamente corrían por la Península Ibérica mil fábulas sobre este valle, desde que sus habitantes andaban desnudos hasta que adoraban al diablo. Una vieja tradición aseguraba que las Batuecas habían permanecido en el olvido durante siglos, hasta que una doncella y un paje de la casa de Alba descubrieron el lugar. Para algunos, el fabuloso hallazgo tuvo lugar en el reinado de los Reyes Católicos. Según otros, ocurrió durante el mandato de Felipe II. El padre Feijoo contribuyó de forma decisiva a desmontar las leyendas sobre las Batuecas con su obra Fábula de las Batuecas y países imaginarios.
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Quemarse las cejas (o las pestañas). Leer o estudiar mucho, analizar profundamente un escrito. Hace referencia a la cantidad de tiempo que, próximos a la lámpara que ilumina nuestra lectura, gastamos en estudiar o analizar algo.
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Estar en un brete: Estar en un aprieto, permanecer acotado. El brete es una especie de cerco por donde transita el ganado vacuno y sólo le permite dirigirse hacia donde lo guía el camino, pero también era un cepo de hierro que se ponía a los reos en los pies, para que no pudieran huir.
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Estar hasta el tope: En el lenguaje del marino, la palabra tope designa el punto más alto de cualquier mástil y particularmente, de los masteleros o palos menores que se colocan sobre la cabeza de los mayores. Pero también recibe el nombre de tope el vigía que va ubicado en lo alto de la arboladura. De ahí, que en la jerga naval, para hacer alusión a la sobrecarga ocasional de un buque se diga "que el barco va (o está) hasta el tope". La expresión, por analogía, pasó al uso popular para hacer referencia a todo lo que se halla cargado excesivamente e, incluso metafóricamente, se la utiliza para dar a entender la situación límite a la que ha llegado una persona.
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Echar con cajas destempladas: En el pasado, cuando un militar incurría en delito de infamia y los superiores disponían separarlo del Cuerpo, se procedía a destemplar ("destruir la concordancia o armonía con que están templados los instrumentos musicales") el parche de las cajas o tambores y, redoblando así sobre ellos, se realizaba la degradación pública del acusado. Asimismo, de esta manera -con el acompañamiento de cajas destempladas o desafinadas- eran conducidos los reos condenados a muerte al cadalso donde iban a ser ajusticiados. En la actualidad, la expresión echar con cajas destempladas se aplica para despedir a alguien (sin necesidad de que sea exclusivamente militar) de determinado lugar, pero acompañado de acritud y malos modos, cuando no con gritos e insultos.
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Atar los perros con longaniza: Este dicho nos remonta a los principios del siglo XIX, más precisamente al pueblo salmantino de Candelario, cercano a la ciudad de Béjar, famoso por la calidad de sus embutidos, en el que vivía un afamado elaborador de chorizos llamado Constantino Rico, alias el choricero, cuya figura sería inmortalizada por el artista Bayeu en un famoso tapiz que hoy se exhibe en el Palacio El Pardo. Este buen hombre tenía instalada la factoría en la que trabajaban varias obreras en los bajos de su propia casa y en una oportunidad, una de éstas, apremiada por las circunstancias, tuvo la peregrina idea de atar a un perrito faldero a la pata de un banco, usando a manera de soga, una ristra de longanizas. Al poco tiempo, entró un muchacho -hijo de otra operaria- a dar un recado a su madre y presenció con estupor la escena e inmediatamente se encargó de divulgar la noticia de que en casa del tío Rico se atan los perros con longaniza. La expresión, no hace falta decirlo, tuvo inmediata aceptación en el pueblo y desde entonces, se hizo sinónimo de exageración en la demostración de la opulencia y el derroche.
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Mambrú se fue a la guerra: Es el título de una canción popular compuesta por los franceses durante la guerra de la Independencia, suponiendo que había muerto su archienemigo John Churchill, duque de Marlborough, militar inglés que había participado también en la Guerra de Sucesión española. La pronunciación popular del difícil nombre Marlborough dio origen a la palabra Mambrú, con la que se tituló la canción que primero fue cantada por los soldados y patriotas franceses. El tema pasó muy pronto al olvido, hasta que la nodriza del delfín francés, contratada por María Antonieta -esposa de Luis XVI- comenzó a arrullar al niño con esta canción, lo que causó mucha gracia a los reyes y muy pronto, todos la entonaban en el palacio de Versailles. Por influencia de los Borbones, en España volvió a difundirse la canción y recobró su popularidad, sobre todo, entre las niñas, que la cantaban mientras jugaban a la rayuela. En nuestro país, Mambrú se fue a la guerra identifica una de las canciones infantiles más populares desde la época de la Colonia.
La canción comenzaba a si: Mambrú se fue a la guerra
que dolor que dolor que pena
no se sabe cuando vendrá
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El hilo de la vida: De acuerdo con la mitología griega, las Parcas o Moiras -diosas de la Vida y de la Muerte- estaban representadas por tres hermanas, hijas de Nix, que era una personificación de la Noche: Clotho, Láchesis y Átropo. Estas eran las ejecutoras del destino que regulaban la vida de cada mortal con la ayuda de un hilo y tenían repartida la tarea: Clotho se encargaba de hilarlo; Láchesis o Láquesis lo enrollaba y Átropo, la implacable, lo cortaba cuando la correspondiente existencia llegaba a su fin. El hilo de la felicidad estaba hecho de lana blanca; el de la desgracia era de lana negra y aquellas personas en cuya existencia habían alternado los buenos momentos con los aciagos, estaba formado por una mezcla de ambas lanas. De manera que, en realidad, se trataba del hilo del sostén de la vida y de él dependíamos todos los mortales. De ahí nació la expresión el hilo de la vida, utilizada hoy con sentido metafórico, para dar a entender lo frágil, débil y quebradizo de nuestra existencia.
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Entrar con el pie derecho. Esta es una expresión que solemos utilizar para referirnos al comienzo favorable de una empresa, aunque comúnmente se sostiene que la locución es una forma residual de alguna práctica supersticiosa que da al lado izquierdo una carga negativa (no olvidemos el significado de siniestro -izquierdo en latín- en español) mientras que llena el lado derecho de elementos positivos.
Por extensión, el dicho comenzó a aplicarse para referirse a la acción que llama la buena suerte necesaria en la iniciación de una tarea y su cuilminación con éxito.
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El oro y el moro: Esta es una locución bastante difundida en nuestro lenguaje coloquial y, por lo general, se la usa para ponderar el precio y el aprecio (a veces, bastante exagerado) de una cosa o persona. El origen del dicho fue un hecho de armas protagonizado por un grupo de caballeros jerezanos durante las guerras de la Reconquista. Sucedió que, durante una incursión afortunada, estos caballeros lograron capturar a unos cincuenta moros notables, entre los que se encontraban Abdalá, el alcalde de la ciudad malagueña de Ronda y un sobrino de éste, llamado Hamet. El alcaide obtuvo muy pronto su rescate, mediante el pago de una fuerte suma de dinero, pero no así los demás -ni siquiera su sobrino Hamet-, pese a los enérgicos requerimientos del propio rey Juan II de Castilla. Los caballeros -y particularmente, la esposa de uno de ellos- exigían la entrega de cien doblas (monedas castellanas de oro) por la liberación del cautivo. En virtud de esto, el rey ordenó que Hamet fuese trasladado a la Corte, pero debido el forcejeo entre el soberano y los caballeros por el cobro del rescate, la malicia del pueblo no tardó en acuñar la frase quedarse con el oro y el moro, aplicada a la aparente intención negociadora (en su favor) del rey. Con el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse para censurar a toda persona que pretende retener más de lo que le corresponde por derecho, y así es como lo usamos en la actualidad.
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Ahí le aprieta el zapato: La expresión ha sido sacada de un simpático cuento castellano protagonizado por un cura y un zapatero. Este último, muy apesadumbrado, fue a visitar al párroco para contarle que quería separarse de su mujer. En un intento de disuadirlo, el cura comenzó a relatarle las cualidades de su esposa: "Es bella, es buena cocinera, es una cristiana modelo..." Entonces, el zapatero mostró sus zapatos al cura, y le dijo: ¿Qué le parece este par? El párroco respondió: "Me parecen unos hermosos zapatos, hechos con una piel muy buena y parecen cómodos". Y el artesano replicó: "Así es, padre, pero usted no puede saber dónde me aprietan". La frase ha quedado para ser utilizada cuando se descubre el punto débil de una persona, o algo que le molesta o duele sobremanera.
Un dicho muy parecido a éste es 'yo sé dónde me aprieta el zapato' y proviene de una anécdota que cuenta Plutarco en sus Vidas Paralelas. El filósofo griego cuenta que un patriarca romano tenía por esposa a una hermosa y fiel dama, y, sin embargo, la repudió. Los amigos, que no daban crédito a la decisión del patriarca, reprobaron su postura, pero él les contestó lo siguiente: "¿Veis mi calzado? ¿Habéis visto otro mejor trabajo, ni más elegante? Sin embargo, yo sé en dónde me lastima el pie".
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El tiempo de las vacas gordas: Según cuenta la Biblia (Génesis), cierta vez el faraón tuvo un sueño singular e inquietante: vio cómo siete vacas gordas eran devoradas por otras tantas vacas extremadamente flacas. Desconcertado por tal visión, convocó a los adivinos y agoreros más afamados del país, pero ninguno de ellos supo interpretar satisfactoriamente la pesadilla. Ante tal circunstancia, hizo comparecer ante sí a José, hijo de Jacob y Raquel, que se hallaba en prisión y éste le explicó que las siete vacas flacas simbolizaban "los siete próximos años, que serían de abundancia y prosperidad", mientras que las siete vacas flacas representaban la "escasez y penurias que harán que se olvide toda la abundancia de la tierra de Egipto durante otros siete años, y el hambre consumirá la tierra". Con el tiempo, la frase el tiempo de las vacas gordas adquirió el valor de aludir a cualquier período de prosperidad material, pero con la advertencia implícita de que a ese período habrá de sucederle otro de necesidades y apremios.
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No faltaba más......Locución de cortesía utilizada para aceptar una disculpa o gentileza, como si dijéramos "¡no hacía falta que se molestara por mí" o también para expresar que el favor que le hemos hecho a alguien lo consideramos como algo natural, nada especial. En este último caso se puede usar como alternativa elegante y cortés al "...de nada".
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No cambiar de caballo en medio del río.
Es un consejo práctico para el hombre de campo: es contraproducente intentar el cambio de montura en medio del río. Pero, aplicado a la vida cotidiana, este refrán aconseja a las personas no variar la forma de encarar los proyectos y mucho menos, cambiar a sus colaboradores en momentos cruciales
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Estar a la cuarta pregunta: Antiguamente, en los interrogatorios judiciales, era de fórmula realizar cuatro preguntas al imputado: ¿tenemos salud?, ¿tenemos ingenio?, ¿tenemos amores? y la temida cuarta pregunta: ¿tenemos dinero? Aparentemente, los novatos iban contestando afirmativamente a todo, salvo cuando oían la cuarta pregunta. Cuando la indagación concernía a persona desheredada o indigente, ésta, naturalmente respondía siempre negativamente, declarándose pobre de solemnidad y si el juez, deseoso de aclarar la situación, insistía por ese lado, el interesado podía abstenerse o, mejor dicho, estar a la cuarta pregunta. La expresión, con el tiempo, vino a hacerse homóloga del estado de suma pobreza o indigencia de determinada persona
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El apetito viene comiendo.
Cuando alguien no tiene deseos de comer, se dice que la mejor manera de provocar el hambre es, precisamente, ingiriendo comida.
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Estar en la palmera: Este es un dicho que pertenece a los argentinos y está ligado con los tiempos en que eran habituales los garitos o lugares de juego prohibidos, uno de los cuales, alejado del centro de la ciudad, albergaba una orgullosa palmera que se erguía en los fondos de la casa. Como la palmera estaba alejada del lugar de reunión de los jugadores, los que perdían o no la venían llevando bien con los números, se sentaban en el cantero que circundaba la planta y meditaban sobre la esquiva fortuna. Con el tiempo, y una vez que el lugar se hizo más y más popular, la planta también acrecentó su fama y dio origen al nacimiento del dicho estar en la palmera, en directa alusión a los que se hallaban junto a la planta porque ya habían perdido todo su capital. Posteriormente, la expresión comenzó a utilizarse en otros ámbitos en los que se debía justificar que alguien estaba totalmente quebrado económicamente.
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Esto es Jauja: Jauja es la capital de la provincia peruana de Junín, famosa desde la época de la colonia por la fertilidad de su suelo y por los privilegiados dones de salubridad que le atribuían. Durante los tiempos de la colonización, era un codiciado lugar de reposo, sobre todo para los enfermos del aparato respiratorio, por lo que su fama se hizo legendaria y llegó a España, traída por los peruleros o emigrantes enriquecidos en aquel país. El escritor Lope de Rueda, por su parte, influido por las noticias que de esa tierra traían los viajeros, dio el nombre de Jauja a una ciudad ficticia llamada "La tierra de Jauja", en la que describe el lugar como la isla del oro en la que los árboles dan buñuelos, los ríos, leche; las fuentes, manteca y las montañas, queso. Por supuesto, la fantasía popular terminó por identificar a la ciudad de Jauja con el Paraíso, de manera que las expresiones esto es Jauja y vivir en Jauja quedaron para siempre como equivalentes de pasar una vida sin sobresaltos y con el bienestar asegurado.
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Genio y figura hasta la sepultura
No es fácil cambiar de modos de pensar, vivir y actuar. La persona que nace con ciertas características, difícilmente las altere a lo largo de su vida.
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Faltaría más: Es una locución de cortesía que se usa para rechazar amablemente una invitación o propuesta, sin ofender a nuestro interlocutor.
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Al tun-tún: Esta expresión, para algunos proviene de la locución latina "ad vultum tuum", luego llevada al latín vulgar con el valor de "al bulto". Para el etimologista Joan Corominas, es una voz expresiva creada para sugerir una acción ejecutada de golpe: tun... tun.... De cualquier forma, llegó a nosotros con el valor de algo hecho al bulto, sin diferenciar ni discriminar.
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Aquí estoy y aquí me quedo: Respuesta del general Mac Mahon, durante la guerra de Crimea, al oficial inglés que le advertía los peligros a que estaba expuesta la Torre de Malakoff, que acababa de tomar.
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Faltaría más: Es una locución de cortesía que se usa para rechazar amablemente una invitación o propuesta, sin ofender a nuestro interlocutor.
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Herrar o quitar el banco.
Cuenta la leyenda (¿o la historia?) que un herrero obtuvo cierta vez, a través del pedido de un permiso especial a sus vecinos, el privilegio de instalar sus elementos de trabajo -potro, bramadero, etcétera- en medio de la calle. Pero después, por razones que se desconocen, aunque se supone que debido a la distracción que le causaba permanecer casi todo el día en medio de la calle, el buen hombre no ejercía su profesión, con lo cual, sin rendir ninguna utilidad a la sociedad, los pesados aparejos seguían entorpeciendo la circulación por la calle de la población. Por supuesto, esta actitud irritó a los vecinos quienes finalmente acabaron por conminar al artesano a herrar o quitar el banco, frase que se hizo proverbial para señalar cualquier disyuntiva en virtud de la cual una persona es obligada a cumplir con los deberes de un cargo o función, o bien, a renunciar a ello.
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Favor con favor se paga: Cuando alguien recibe el favor de una persona, es probable que deba pagar de la misma forma, llegado el momento oportuno. Irónicamente, suele usarse la misma frase para devolver agravios y ofensas.
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La caridad bien entendida empieza por casa.
Lo natural es pensar en las necesidades propias antes que en las ajenas.
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A brazo partido: Locución utilizada -especialmente- en compañía de los verbos «trabajar» y «luchar». Expresa que una acción ha sido realizada con mucha intensidad, debido a que «brazo partido» literalmente significa «con los brazos solos, sin armas».
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Fulano y Zutano: Para algunos autores, estos dos vocablos, que se usan para referirse a unas personas indeterminadas o imaginarias, derivan de la corrupción de Fabulano y Statano, que eran, entre los gentiles, dioses de los niños. El primero era invocado para que les enseñase a hablar, y el otro, a andar.
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Fumar la pipa de la Paz: Tradicional hábito de los indios de Norteamérica, como señal inequívoca de tregua, que consistía en sentarse en el suelo junto a sus visitantes, formando una rueda cuyos integrantes pitaban una vez de la pipa y la iban pasando. En inglés, equivale a enterrar el hacha, otro signo de pacificación.
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A buen puerto vas por leña: Expresa la idea de acudir al lugar menos indicado en busca de ayuda, comparando la acción con la de los antiguos navegantes que acostumbraban a arribar a los puertos donde se los proveía de madera.
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Gajes del oficio: Son las molestias, perjuicios o preocupaciones que se experimentan con motivo del empleo o profesión. Antiguamente, se llamaba gaje a la "paga que se percibía por un empleo determinado". Circula una deformación festiva que dice gajos del oficio, aplicado en broma a los productores de "cítricos".
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Gastar pólvora en chimangos: Desperdiciar tiempo o esfuerzo inútilmente. El chimango es un ave de rapiña propia del Río de la Plata cuya carne no es aprovechable debido a su dureza y feo sabor.
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Poner el arado delante de los bueyes.
Es hacer las cosas al revés, de manera que no puede obtenerse ningún resultado positivo, tal como sucedería si alguien colocara primero el arado y luego los bueyes.
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A la buena de Dios: Algo hecho sin cuidado, así no más, sin orden ni organización, confiando en la "buena" voluntad de Dios, sobre quien se hace caer toda la responsabilidad.
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Gastar saliva: Hablar inútilmente.
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Esto es Jauja: Jauja es la capital de la provincia peruana de Junín, famosa desde la época de colonia por la fertilidad de su suelo y por los privilegios de salud que se le atribuían.
Durante los tiempos de la colonización era un codiciado lugar de reposo, sobre todo para los enfermos del aparato respiratorio, por lo que su fama se hizo legendaria y llegó a España.
El escritor Lope de Rueda, por su parte, influido por las noticias que de esa tierra traían los viajeros, dio el nombre de Jauja a una ciudad ficticia llamada "La tierra de Jauja", en la que describe el lugar como la isla del oro en la que los árboles dan buñuelos, los ríos, leche, las fuentes, manteca y las montañas, queso.
Por supuesto la fantasía popular terminó por identificar a la ciudad con el Paraíso, de manera que las expresiones esto es Jauja y vivir en Jauja quedaron para siempre como equivalentes de pasar una vida sin sobresaltos y con bienestar asegurado.
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Gato con guantes no caza ratones: Es obvio que un felino calzado de guantes no podría lograr capturar ninguna presa. Aplicada en la vida cotidiana, la expresión advierte que debemos estar preparados adecuadamente para realizar determinada actividad y de no hacerlo así, fracasaremos en nuestro emprendimiento.
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Gato encerrado: Los gatos eran bolsas para guardar el dinero que se llevaban encerradas, es decir, ocultas entre la ropa.
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Venir como anillo al dedo..........Caer justo, apropiado. Se aplica cuando sucede algo justo en el momento en el que era más necesario.
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Genio y figura hasta la sepultura: No es fácil cambiar de modos de pensar, vivir y actuar. La persona que nace con ciertas características, difícilmente las altere a lo largo de su vida.
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Gallo que no canta, algo tiene en la garganta. Cuando alguien abandona un debate o conservación sin justificación aparente, es porque tiene algo que esconder.
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Venir con el caballo cansado.
Frase propia del Río de la Plata que alude a la persona que viene a solicitar ayuda luego de haber ignorado los consejos y advertencias o los pedidos de ayuda de alguien. En el ámbito rural, el estado del caballo es imprescindible para las tareas, por lo tanto, un caballo cansado mal puede contribuir a la realización de las tareas.
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Ir por lana y volver trasquilado. Ser sorprendido por un resultado inesperado, opuesto al que se esperaba. La comparación surge del acto de esquilar-"cortar el pelo o la lana a algunos animales"- y, según cuenta la tradición, la frase original habría sido ir como el carnero encantado, que fue por lana y volvió trasquilado, en referencia a un carnero que se metó en un rebaño ajeno y tuvo que volver al suyo, trasquilado.
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Ha corrido mucha agua bajo el puente: Significa que ha pasado mucho tiempo. Como el agua corre debajo de los puentes desde tiempo inmemorial, se compara el paso del tiempo con la cantidad de agua que ha corrido por ese lugar.
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De par en par. Locución adverbial que expresa la idea de puertas completamente abiertas, sin impedimento ni obstáculo que estorbe el paso. De cuando las puertas y ventanas en los hogares eran de dos hojas (un par).
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Hablando de Roma, el burro se asoma: Expresión que se aplica para justificar la coincidencia de la aparición de una persona, justo en el preciso momento en que se la estaba mencionando.
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Cuando las ranas críen pelo. O sea, nunca. Poca es la posibilidad de que, naturalmente, a las ranas les crezca vello sobre su piel. Por eso la frase se usa para expresar la escasa (o nula) probabilidad de que algo suceda. Puede ser una expresión equivalente a "Cuando se congele el Infierno".
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Hablando se entiende la gente: Frase que justifica el empleo persuasivo de la palabra para evitar que los conflictos lleguen a mayores.
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A la suerte, hay que ayudarla: Dicho que nos invita a trabajar con esfuerzo para obtener logros en la vida, sin esperar que la buena suerte nos acompañe. La acción de la buena fortuna es siempre bien recibida, pero no debemos recostarnos solamente en ella.
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Hablar a calzón quitado: Decir la verdad, sin eufemismos, como quien se desnuda (quitarse los calzones) ante otra persona, esperando la misma actitud de ella.
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A lo hecho, pecho: Ante la adversidad y luego del hecho consumado, poner el pecho, como cuando alguien se enfrenta con un peligro, admitiendo su responsabilidad en él.
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Vísteme despacio que tengo prisa.
Seguramente, no debe de haber otro dicho popular tan cuestionado respecto de su origen, como este. En realidad, se trata de una sencilla frase, pero ha sido adjudicada a tantos protagonistas de la Historia que nadie sabe ciertamente quién tiene los "derechos de autor". Desde Carlos III a Fernando VII, pasando por Napoleón Bonaparte, todos alguna vez parecen haber pronunciado esta frase que, por otra parte, no demuestra ser ninguna genialidad y es un hecho que muchos de los protagonistas de importantes hechos históricos pudieron haberla utilizado en algún momento de su vida. No obstante, una creíble versión sostiene que fue el emperador Augusto (y por cronología, precede obviamente a los demás) quien solía exhortar a sus servidores diciéndoles "Apresúrate lentamente"
Con el tiempo, la expresión habría sufrido variantes, pero manteniendo siempre la vigencia con la que llegó a nuestros días y a través de la cual se aconseja a otra persona a que actúe con calma y tranquilidad en el momento más delicado de una situación, debido a que cuando se procede apresuradamente, lejos de abreviar problemas, esa premura suele entorpecer y malograr los mejores propósitos.
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Hablar bien... no cuesta nada: Invitación a que las personas utilicen nuestro idioma como corresponde, tratando de evitar el uso de términos vulgares y soeces. A propósito de esto, en la Argentina circula la versión vulgar festiva hablar bien, no cuesta un carajo... y reporta un beneficio de la gran p...
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Borrón y cuenta nueva. Locución aplicada en los casos en que se decide olvidar deudas, errores, enojos, discusiones, etc., y continuar como si nada hubiese ocurrido. Como cuando en la pizarra en la que el camarero anota las deudas de los clientes se borran las acumuladas y se comienza una nueva cuenta.
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Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
Es una invitación al orden y a la prolijidad.
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Al mejor cazador se le escapa la liebre: Habla de la falibilidad del hombre, por más destacado que sea en su actividad. Todos cometemos errores alguna vez.
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“A ojo de buen cubero”. Esta frase se refiere a algo que se hace de forma aproximada, sin precisión exacta, y sin usar ningún tipo de instrumento o herramienta de medición.
Antiguamente las cubas destinadas a contener agua, vino, aceite u otro líquido distinto eran fabricadas una a una por el cubero de forma artesanal y su capacidad variaba mucho en función de las medidas dictadas por los señores feudales. Todo dependía pues de la habilidad y el “buen ojo” del cubero para calcular su tamaño y que fueran todas más o menos iguales.
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Tener cola de paja.
Antiguamente, el dicho completo era "el que tiene cola de paja no debe acercarse al fuego". En la actualidad, es una acusación a quien se siente responsable de algo que ha sucedido, sin haber recibido explícitamente el cargo.
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“Dar la lata”. Molestar y fastidiar al prójimo con cosas inoportunas.
Aunque se cree que proviene de los antiguos dichos “dar la tabarra” o “dar la murga”, son muchas las versiones que circulan sobre su procedencia. Hay quien opina que se refiere al fastidio ocasionado por aquel que golpea instrumentos de percusión como zambombas, palos y cencerros para festejar las segundas nupcias de una viuda o un viudo. Es posible también que al aparecer en el mercado la hoja de lata (luego hojalata) como producto de uso común, los recipientes vacíos de ese material se incorporasen como equipo “sonoro” de las “cencerradas”. De manera que la expresión “dar la lata”, o sea percutir sobre ella, no hizo más que extender el concepto tradicional de “dar la murga”. También está documentado que esta frase podría provenir de la ciudad de Málaga, en cuya cárcel los presos solían comprar una lata de mosto condimentado con sobras de vino, licores y aguardientes que provocaba en los detenidos una intensa borrachera y en consecuencia un deseo incontenible de hablar. Para el profesor Fernando Lázaro Carreter, miembro de la Real Academia Española, este dicho tiene una génesis más castrense. Explica que su origen puede estar en la expresión: “daban la lata los soldados viejos que, en el siglo XVII, andaban de despacho en despacho mendigando compensaciones a sus cicatrices y a las proezas que certificaba aquel rollo de documentos metidos en un tubo de lata”, señalando que de esta costumbre militar pudo surgir “la equivalencia, hoy perfecta, de latazo y rollo”.
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Hablar hasta por los codos: Hablar demasiado, sin sentido, muchas veces sin saber lo que se dice. Lo de los codos se agrega porque esa persona, además, suele gesticular con sus manos mientras habla y habla...
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Adonde fueres haz lo que vieres: Es una sugerencia para que a la persona le resulte fácil la adaptación a un lugar. Conviene observar cómo actúan los que allí viven y tratar de hacer lo propio.
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Arrimar el ascua a su sardina. Significa este dicho aprovechar toda ocasión en beneficio o interés propios.
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Hablar por boca de ganso: Según Sebastián de Covarrubias, experto en frases proverbiales y refranes, con el vocablo ganso eran llamados, por alusión, "los pedagogos -o ayos- que crían algunos niños, porque cuando los sacan de casa para las escuelas, u otra parte, los llevan delante de sí, como hace el ganso a sus pollos cuando son chicos y los lleva a pacer al campo". Estos ayos o gansos ejercían una función a la par educativa y pedagógica, por lo general tan rígida como dogmática. No es pues de extrañar que obligaran a los niños a su cargo a que repitiesen las ideas y juicios que habían aprendido del preceptor. De ahí nació el dicho 'hablar por boca de ganso', con el que se suele apostrofar a quien repite lo que otro ha sugerido.
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Más feo que Picio. Utilizamos este dicho cuando queremos destacar la fealdad de alguien. Se cuenta que Francisco Picio, un zapatero natural de Alhendín (Granada), fue condenado a muerte injustamente en la primera mitad del Siglo XIX. Narra la leyenda que estando en la capilla recibió la noticia de su indulto. Fue tal la impresión que recibió que le cayó el pelo, cejas y pestañas y su cara se llenó de pústulas y granos. Su visión era tan espantosa que a partir de entonces se ocultó con un pañuelo para evitar las reacciones de la gente. Murió en Granada excluido por todos, hasta el punto que el párroco cuando fue a darle la extremaunción ató el crucifijo a la punta de un palo para no acercarse a su rostro. Es muy posible que esta explicación proceda más de un relato folklórico que de un personaje real.
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Hacer alarde: Hacer ostentación, ufanarse de algo. La expresión proviene del árabe al hard, equivalente de "revista de tropas". Antiguamente, en el ámbito militar, se utilizaba la palabra alarde para designar la parada o desfile militar en que se pasaba revista a los soldados y sus armas.
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Hacer buenas migas: Fomentar la amistad y el buen trato entre dos o más personas. La comparación surge de la calidad homogénea que deben tener la miga de dos panes utilizados para preparar un plato llamado, precisamente, migas (pan picado, humedecido con agua y sal, rehogado en aceite muy frito y condimentado con ajo y pimentón).
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Brillar por su ausencia. Alude este dicho a la falta de algo o de alguien en un acontecimiento importante.
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Venderles hielo a los esquimales: Hacer algo muy difícil o realmente inútil, como sería el hecho de intentar vender hielo a quienes lo tienen en abundancia.
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Sacar los trapitos al sol.
La acción de «sacar los trapos al sol» es íntima y se hace en el tendedero interno de las casas, sobre todo cuando se trata de la ropa interior de las personas. Por eso, la frase es una sugerencia a no ventilar los problemas íntimos en público.
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Buscar una aguja en un pajar Es la representación más notable de las empresas difíciles: nada hay más dificultoso que tratar de encontrar una aguja en un pajar.
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Recoger el guante
Modismo que se emplea para indicar que una persona ha aceptado un desafío.
Su origen hay que buscarlo en el antiguo ritual de los duelos. Para desafiar o retar a un adversario, generalmente por razones de honor, el caballero ofendido arrojaba el guante. Si la otra persona lo recogía, daba a entender que aceptaba el reto.
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Hacer causa común: Unirse a otra u otras personas para obtener un mismo fin.
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Hacer el campo orégano: Facilitar las cosas, dejar el terreno liso para determinada actividad. No hay nada más prolijo que un campo florecido de orégano, debido a que esta planta -cuyo significado en griego es «adorno»- deja el campo hermoso, liso, suave y perfumado.
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No pegar ojo. No poder dormir en toda la noche, estar desvelado.
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Ver para creer La frase preferida de los incrédulos, ya que muchos, cuando dudan de algo, dicen "si no lo veo, no lo creo"; lo triste es que muchas veces, a pesar de estar viéndolo, afirman "lo veo pero no lo creo".
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Adonde fueres haz lo que vieres: Es una sugerencia para que a la persona le resulte fácil la adaptación a un lugar. Conviene observar cómo actúan los que allí viven y tratar de hacer lo propio.
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Hacer hincapié: Insistir en algo de lo que se afirma, recalcar una idea. La palabra hincapié, está formada por el verbo hincar ("apoyar una cosa en otra como para clavarla") y el vocablo pie, es decir que equivale a apoyar el pie.
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Aquí no hay tu tía.Se utiliza para hablar de algo que no tiene solución o esperanza de cambio. El dicho “no hay tu tía”, modificación de no hay atutía, remedio que se usaba para todos los males, se decía para señalar que una enfermedad no tenía solución ni siquiera aplicando el virtuoso preparado.
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Hacer la pata ancha: Podría provenir de la expresión porteña copar la parada, propia del juego de naipes, por la que se admite la posibilidad de responder por una apuesta; aplicada en la vida cotidiana, tiene un significado similar.
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Dejar en la estacada. Dejar a alguien abandonado o en peligro. La “estacada” era el campo de batalla construido con estacas donde se celebraban los desfiles solemnes, torneos y demás competiciones entre caballeros. De ahí salió la frase “quedarse en la estacada” tras ser vencido en una disputa o perder en una determinada empresa; y figuradamente “dejar a alguien en la estacada” es abandonarle en un momento delicado o peligroso.
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Hacer la pera: Incumplir, dejar a alguien esperando.
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Ni chicha, ni limonada. Equivale a decir no vale para nada, no tener un valor específico, ser una media tinta. También se usa en el sentido de no ser una cosa ni otra.
La chicha según el diccionario, además de la voz que desde antiguo se emplea en el lenguaje infantil para llamar a la carne comestible, es la bebida alcohólica resultante de la fermentación del maíz en agua azucarada; mientras que la limonada, bebida mucho más conocida, está hecha a base de limón. El dicho “ni chicha ni limonada” surgió en ciertas reuniones festivas de algunos países de Latinoamérica para advertir a los concurrentes que no hay o no quedaban ni bebidas alcohólicas ni refrescantes.
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Hacer pucheros: Es el típico gesto que hacen los niños antes de largarse a llorar. Aparentemente, la expresión proviene de la época de los romanos, en la que solían besar a los niños levantándolos por las orejas, igual que levantaban las ollas que contenían el puchero, tomándolas de las asas. Esta acción provocaba dolor y llanto en los pequeños, quienes lo expresaban con esa inconfundible mueca.
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Dormirse en los laureles. Referente a alguien que se ha relajado, descuidado, ha dejado de hacer algo que debería hacer o lo está haciendo pero con desgana y poca eficiencia.
Para conocer la procedencia de esta expresión tenemos que remontarnos a la época del Imperio Romano o incluso antes. Antiguamente, a los poetas, emperadores y generales victoriosos (incluso aquellos gladiadores que se ganaban la libertad en la arena o los atletas triunfadores en los juegos) se les coronaba con guirnaldas confeccionadas con hojas de laurel. Después de haber conseguido el triunfo y el reconocimiento general, esa persona dejaba de trabajar y esforzarse y se dedicaba a “vivir de las rentas”, diciéndose entonces que se “dormía en los laureles” (de su corona).
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Hacer rancho aparte: Alejarse del resto una o más personas y permanecer aislados. El rancho es la comida que suele darse a los soldados y a los presos, por lo que la expresión alude a los soldados que preferían comer apartados de sus compañeros.
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Cargar con el muerto Según las leyes medievales, cuando en la jurisdicción de una localidad era hallado el cuerpo de alguna persona muerta en circunstancias extrañas y no era posible determinar la identidad del asesino, el pueblo donde había sido encontrado el cuerpo estaba obligado a pagar una multa llamada homicidium u omecillo.
A causa de esto, y para evitar el pago de la multa, cuando se encontraba un muerto en las calles los habitantes del pueblo en cuestión se reunían, levantaban el cuerpo y lo trasladaban a alguna localidad vecina, de manera que la responsabilidad del crimen recayera sobre ésta y, en consecuencia, fuera ella la que debiera hacerse responsable de pagar la multa correspondiente. Con el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse -en sentido figurado- como equivalente de la pretensión de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta cometida.
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Hacerle la cama a alguien: Preparar una trampa para provocar que una persona caiga en ella. Según algunos, el término cama sería una interpretación de "sepulcro".
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Cada loco con su tema. Frase que sirve para reflejar el apego que cada uno siente por su propio parecer, por su forma de ver las cosas, igual que los locos que, por lo general, disparatan sobre un tema que es su obsesión. Antiguamente esta sentencia solía terminar con ... y cada lobo por su senda.
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¿Dónde va Vicente? Donde va la gente Se critica a las personas carentes de criterio personal que imitan el comportamiento de otros.
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Ande yo caliente y ríase la gente. Se utiliza para decir que el interés personal debe prevalecer ante la opinión de terceras personas. Con esto estamos diciendo que no hacemos caso de las opiniones de los demás personas mientras estemos conformes con lo que hacemos, digamos o incluso con lo que estemos vistiendo.
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Hacerle morder el polvo a alguien: Vencer, derrotar física o espiritualmente a alguien, humillarlo. El modismo se basa en un antiguo rito de los caballeros del Medioevo quienes, cuando se sentían mortalmente heridos en batalla, tomaban un puñado de tierra y lo mordían simbólicamente, a la manera de un postrer beso a la madre Tierra.
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Obras son amores y no buenas razones Los resultados son los que mandan y no las razones que se esgrimen para justificar un fracaso. La frase podría equipararse con la expresión "el camino del Infierno está lleno de buenas intenciones". Se puede entender también en la línea de que lo que importa son los resultados de lo que se hace, no necesariamente la justificación que se pretenda hacer de ello.
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Genio y figura hasta la sepultura: No es fácil cambiar de modos de pensar, vivir y actuar. La persona que nace con ciertas características, difícilmente las altere a lo largo de su vida.
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Quedarse con el pan y con las tortas.
Literalmente, quedarse con todo, sin participar a nadie de lo logrado.
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Cuando alguien visita es porque algo necesita. Se dice cuando sólo nos visitan por interés de obtener algo a cambio.
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Hacerse añicos: Literalmente, equivale a "quedar destrozado"; en sentido figurado, se aplica a la persona que está física o moralmente destruida. El término añicos proviene del árabe y designa los pequeños pedazos o piezas en que se divide una cosa que se rompe.
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No Hay Mal Que Por Bien No Venga. A veces, algo negativo trae consecuencias positivas.
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Hacerse el chancho rengo: Disimular, fingir un defecto que no se tiene, sobre todo, para eludir la responsabilidad de una tarea o trabajo encomendado.
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La carabina de Ambrosio: Ser la carabina de Ambrosio significa no servir para nada. ¿Pero quién fue el tal Ambrosio del dicho proverbial? No se sabe. Una leyenda poco fiable dice que Ambrosio era un mísero labriego que vivió a principios del siglo XIX. Debido a que las faenas agrícolas no le marchaban bien, el hombre decidió cambiar los aperos de labranza por una carabina y echarse al monte. En su nuevo oficio de bandolero y salteador de caminos tampoco consiguió fortuna. Ambrosio era un hombre menguado de carácter y tan bonachón que a cuantos caminantes detenía lo tomaban a broma. El pobre caco echaba la culpa de sus desdenes a la carabina que portaba, ya que no infundía respeto.
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Hombre prevenido vale por dos. Advierte la ventaja que lleva en cualquier asunto aquel que obra con previsión.
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Hacerse el remolón: Intentar evitar o dilatar la realización de una tarea que nos fue encomendada y que no es de nuestro agrado. La palabra remolón quiere decir "flojo, perezoso".
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El que rompe, paga. Frase familiar que da la responsabilidad sobre la integridad de un objeto a quien lo está utilizando en ese momento, sobre todo, si se trata de un objeto de cierto valor.
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Harina de otro costal: El costal es la bolsa en la que se guarda la harina antes de ser transportada al lugar de distribución para su venta. La expresión se usa, en la conversación, para diferenciar claramente un tema de otro.
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“Dicho sin hecho no trae provecho” es una expresión popular que significa que no sirven las palabras si no existen actos que confirmen lo que fue dicho.
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"Salvarse por los pelos". Este dicho viene porque en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba flotando y era un excelente punto de agarre.
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Hasta aquí llegó mi amor: Frase terminante que se utiliza para expresar el enojo de alguien por una situación que se ha tornado insostenible. Con ella, quien la dice anticipa su propósito de abandonar un lugar, un emprendimiento, un trabajo.
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Hasta que las velas no ardan: Hasta muy tarde. Todos sabemos que las velas suelen arder por muchas horas, incluso toda una noche, por eso, la locución quiere expresar la idea de una larga duración, como cuando se habla de reuniones festivas, de entretenimientos o jornadas de trabajo muy intensas.
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Empezar con el pie derecho. En los rituales paganos, al subir el altar era norma dar el primer paso largo y con la pierna derecha. Esto significaba un buen augurio y marcaba que los Dioses estarían a favor de los concurrentes.
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Hay mentiras piadosas: Dicen que no hay nada más desagradable que la mentira; sin embargo, en algunos casos -enfermedades terminales, delicadas situaciones con niños- suele hacerse uso de lo que se llama «mentiras piadosas», o sea, mentiras que tienen una justificación.
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Que hablen, que digan, que inventen, que yo no vivo de la gente
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Qué es Crea fama y échate a dormir.......Se refiere a la reputación de una persona. Es una forma de decir que una vez que creas una cierta reputación, esa reputación te antecederá y demorará tiempo y esfuerzo para cambiarla nuevamente. En un contexto positivo, por ejemplo, si haz trabajado duro para ser un buen profesional y las personas respetan y valoran tu trabajo, después de un tiempo no necesitarás probarlo más. En un contexto negativo, “crea fama y échate a dormir” es un refrán que alude a que si fuiste consistente en algún tipo de actitud o de quehacer como, por ejemplo, tratar mal a las personas después de un tiempo va a ser difícil cambiar la opción de las personas porque ya creaste una reputación.
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Hay que comer para vivir y no vivir para comer: Viejo aforismo de la "Rethorica ad Herennium", de Cicerón, dedicado a quienes creen que en la vida sólo hay que pensar en comer y comer, en lugar de usar la comida como una forma de alimentar el organismo para seguir vivos.
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Más vale ser cabeza de ratón que cola de león: Siempre es mejor ser el primero en un lugar humilde que el último en un lugar notable.
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“Estar a dos velas”...Se usa para referirse a estar sin blanca, es decir, sin dinero, ni recursos de ningún tipo.
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Hay ropa tendida: Su origen es el argot carcelario y originariamente, cuando los reclusos estaban conversando sobre algún tema que era solamente de su incumbencia y no querían que los guardas se enterasen, al acercarse alguno de los vigilantes, decían ojo... hay ropa tendida, dando a entender que era el momento de cambiar de tema. Con el tiempo, el dicho pasó al uso popular y suele utilizárselo como llamada al silencio o a la discreción cuando, en medio de una reunión donde se hallan niños o personas de cierta sensibilidad, alguno de ellos pudieran escandalizarse por lo que podría ser dicho en ese momento.
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“A la cama no te iras sin saber una cosa más”. Es una refrán que se refiere a la idea de que todos los días aprendemos algo nuevo.
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Echar agua al mar: Hacer algo inútilmente, sin resultado positivo o dar algo a quien tiene abundancia de ello. La versión en inglés habla de llevar carbón a Newcastle, en alusión a la ciudad inglesa de Newcastleupon- Tyne, activo puerto exportador de hulla. En España, dicen llevar hierro a Vizcaya, haciendo referencia a la ciudad vasca, famosa por su actividad en la industria siderúrgica.
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Hablar hasta por los codos: Hablar demasiado, sin sentido, muchas veces sin saber lo que se dice.
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El casado casa quiere: Quien ha logrado formar una familia, pretende vivir con ella y solo ella en su propio hogar.
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El ojo del amo engorda el caballo. Es una frase proverbial que afirma que el propietario de un bien o el encargado de un negocio debe estar muy pendiente de él si quiere que funcione bien.
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Cuando el gato no está, los ratones se divierten.
Habla de la necesidad de estar siempre atento y vigilando a quienes deben cumplir una tarea, porque cuando uno tiene obligaciones, es responsable de que se cumplan
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Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Se refiere originalmente a las consecuencias negativas de la pereza.
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Haz el bien sin mirar a quién: Las obras buenas deben hacerse desinteresadamente
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Hecha la ley, hecha la trampa: Así como casi todas las reglas tienen su excepción, las leyes padecen la existencia de un recurso que permite el incumplimiento de la norma legal. Por lo general, la frase se aplica para justificar la falta de ceñimiento a una disposición.
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SI LA MONTAÑA NO VIENE A MAHOMA…. Mahoma convenció a sus seguidores de que a una orden suya se le iba a acercar una montaña desde la cual predicaría. La muchedumbre se reunió; Mahoma llamó una y otra vez a la montaña y cuando ésta no se movió de su lugar, el profeta dijo sin abochornarse: "Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma irá a la montaña". Este texto no pertenece a ningún libro religioso ni procede de Oriente. Figura en los Ensayos de Sir Francis Bacon (1561-1626), filósofo inglés y canciller del reino, quien fue precursor del método experimental en la ciencia y uno de los más firmes adversarios del conocimiento dogmático y supersticioso de la Edad Medía.
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Hecho un cascajo: Estar físicamente impresentable, decrépito. Como la palabra cascajo define todo lo que resulta de la rotura o restos de cualquier elemento (piedras, ladrillos; cáscaras de frutas secas; vajilla; muebles viejos, etc.), la comparación es válida.
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Agua que no has de beber déjala correr. Es un refrán que significa que cuando un asunto no es de la incumbencia del individuo, lo mejor no es involucrarse y dejar que el agua siga su curso natural. En este sentido, se puede decir que este refrán está relacionado con la intromisión en asuntos ajenos.
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Hilar fino: Analizar con sumo cuidado, sin perder ningún detalle de lo que se está tratando, como si uno estuviera realmente hilando de esa manera.
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Del dicho al hecho hay mucho trecho. Se refiere a la paradoja de que lo prometido no se corresponde con las acciones o camino que el individuo debe de seguir o cumplir para alcanzar su objetivo o lo ofrecido.
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Hogar, dulce hogar: Famosa frase traducida del inglés, tomada del estribillo de la canción compuesta por el autor neoyorquino Howard Payne, incluida en el musical La doncella de Milán.
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A las pruebas me remito. Se utiliza para afirmar que su verdad es tan cierta que hasta puede mostrarla.
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Hombre prevenido vale por dos: La persona que obra con precaución lleva ventaja sobre la que no lo hace.
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Cargarle a uno el muerto. Significa la pretensión de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta que no ha cometido.
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Hoy por ti; mañana por mí: Frase que se usa a manera de acuerdo espontáneo y por la cual el que solicita ayuda de alguien, promete retribuir el favor de la misma manera cuando le sea requerido.
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Hueso duro de roer: A la manera de los animales que roen huesos para alimentarse, el hombre aplica este dicho para justificar lo difícil de una situación.
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“Ponerse las botas”. Se usa para indicar que se ha comido mucho o como sinónimo de enriquecerse o aprovecharse de algo, también de forma abundante.
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Hundirse el barco: Pasar por una situación muy delicada, como cuando realmente se hunde una nave.
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Bueno es hablar, pero mejor es callar. En un consejo para aquellas personas que hablan demasiado, sin reparar en las consecuencias y sin meditar lo que dicen.
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Hablar por boca de ganso..........Se aplica esta frase a los que sin el debido discernimiento y como cosa propia, repiten lo que han oído a otro.
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Hacer Capitán Araña: Hubo una época, en que la agitación emancipadora desencadenada en los territorios españoles de ultramar, obligó al gobierno a reclutar grandes cantidades de hombres de la Península, para hacer frente a aquellos movimientos de insurrección. Una de las figuras de ese reclutamiento iba a ser -sin duda- un tal Capitán Arana o Araña, personaje de origen oscuro, pero que llegó a desempeñar su tarea con diligencia y eficacia extraordinarias. Pero, sucedió que a la hora de embarcarse él mismo, desapareció como tragado por la tierra. El hecho despertó los más variados comentarios y, desde entonces, la expresión ser (o hacer de) Capitán Araña, que embarca a otros y él se escapa, se aplica para calificar la conducta de quien, tras inducir a otros a realizar una tarea dificultosa, personalmente se abstrae de participar del trabajo.
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Quien Rie Ultimo Rie Mejor
Sera el tiempo quien diga quien tiene la razon y quien se equivoca.
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Hacerse agua la boca: Es por todos sabido que la presencia de un manjar apetitoso no sólo despierta el deseo de saborearlo, sino que activa de manera automática la secreción de las glándulas salivales, ubicadas en nuestra boca. Tanto es así, que a veces, la sola mención de un plato determinado es suficiente para producir ese efecto; y lo mismo sucede cuando estamos presenciando una película o un programa de televisión y en la pantalla se nos presenta un delicioso platillo: automáticamente, nuestras glándulas salivales comienzan a secretar su líquido. Este fenómeno que más de una vez hemos experimentado, da origen a la frase que metafóricamente utilizamos para aludir a algo que nos produce esa sensación de saborear cierto manjar. Pero, atención, la expresión hacerse agua la boca no se limita a la ingestión y saboreo de una comida, sino que se extiende al sentido figurado y suele aplicárselo en referencia a un hecho muy deseado y de inminente realización, aunque no tenga relación alguna con la comida.
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Herrar o quitar el banco: Cuenta la leyenda (¿o la historia?) que un herrero obtuvo cierta vez, a través del pedido de un permiso especial a sus vecinos, el privilegio de instalar sus elementos de trabajo -potro, bramadero, etcétera- en medio de la calle. Pero después, por razones que se desconocen, aunque se supone que debido a la distracción que le causaba permanecer casi todo el día en medio de la calle, el buen hombre no ejercía su profesión, con lo cual, sin rendir ninguna utilidad a la sociedad, los pesados aparejos seguían entorpeciendo la circulación por la calle de la población. Por supuesto, esta actitud irritó a los vecinos quienes finalmente acabaron por conminar al artesano a herrar o quitar el banco, frase que se hizo proverbial para señalar cualquier disyuntiva en virtud de la cual una persona es obligada a cumplir con los deberes de un cargo o función, o bien, a renunciar a ello.
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Quien Siembra Vientos Recoge Tempestades.Los malos ejemplos e ideas, tienen funestas consecuencias.
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Poner las manos en el fuego. En los antiguos pueblos paganos de la Germania existía la costumbre de realizar juicios ante los Dioses cuando surgía un litigio entre dos personas. Una de las formas más comunes de ver si ésta persona estaba siendo sincera era ponerle un fierro caliente en sus manos, o alguna otra parte del cuerpo. Si la persona salía corriendo significaba ser culpable.
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Ir de la Ceca a la Meca: Transitar de una parte hacia otra, de acá para allá. Los lugares que se mencionan son la Ceca, lugar donde se acuñaban monedas y la Meca, topónimo de la ciudad santuario de todos los musulmanes, ambos lugares que señalan -respectivamente- matices materiales y espirituales.
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¿cuando hemos comido en el mismo plato? Con este dicho salimos al paso de aquél cuyas familiaridades inmotivadas nos producen irritación.
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Ir de mal en peor: Pasar momentos de zozobra. Se podría comparar con la frase salir de Guatemala y caer en Guatepeor.
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Más vale malo conocido que bueno por conocer. Es un refrán que llama a la cautela, pues afirma que no conviene arriesgar aquello que se tiene o se conoce por algo que es supuestamente mejor.
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Ir por lana y volver trasquilado: Ser sorprendido con un resultado inesperado, opuesto al que uno esperaba. La comparación surge del acto de trasquilar -«cortar el pelo a algunos animales»- y, según cuenta la tradición, la frase original habría sido ir como el carnero encantado, que fue por lana y volvió trasquilado, en referencia a un carnero que se metió en un rebaño ajeno y tuvo que volver al suyo, trasquilado.
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El buey lerdo toma el agua turbia. Se utiliza para indicarle a una persona que no se demore o no se quede atrás en algo —el buey lerdo—, porque quienes vayan adelantados tendrán todo lo mejor y le dejarán solo las sobras —el agua turbia—.
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Mambrú se fue a la guerra: Es el título de una canción popular compuesta por los franceses durante la guerra de la Independencia, suponiendo que había muerto su archienemigo John Churchill, duque de Marlborough, militar inglés que había participado también en la Guerra de Sucesión española. La pronunciación popular del difícil nombre Marlborough dio origen a la palabra Mambrú, con la que se tituló la canción que primero fue cantada por los soldados y patriotas franceses. El tema pasó muy pronto al olvido, hasta que la nodriza del delfín francés, contratada por María Antonieta -esposa de Luis XVI- comenzó a arrullar al niño con esta canción, lo que causó mucha gracia a los reyes y muy pronto, todos la entonaban en el palacio de Versailles. Por influencia de los Borbones, en España volvió a difundirse la canción y recobró su popularidad, sobre todo, entre las niñas, que la cantaban mientras jugaban a la rayuela. En nuestro país, Mambrú se fue a la guerra identifica una de las canciones infantiles más populares desde la época de la Colonia.
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Erre que erre. Actitud porfiada y tenaz de una persona, al ejecutar una acción.
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Irse a las manos: Lisa y llanamente, pelear, acudir al recurso de la agresión física, sin siquiera intentar la persuasión de la palabra, o luego de haber agotado esa instancia.
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Irse cantando: Alude a la actitud de quien se retira de un lugar tratando de pasar inadvertido (por eso, lo de "silbando bajito") ya sea por haber cometido un grueso error ante otras personas o luego de haber recibido un reprimenda.
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Quien oye aduladores nunca espere otro premio. Es una moraleja que advierte sobre las consecuencias de confiar en aquellos que se acercan a nosotros con adulaciones y halagos, pero que, en realidad, guardan oscuras intenciones.
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Irse con la música a otra parte: Emigrar, partir, irse a otra parte, como cuando el músico es despedido de un lugar porque molesta y debe dirigirse hacia otro destino.
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Tener gancho. Locución usada preferentemente en el ámbito escolar, donde se la aplica al niño o niña que, por cuestiones de simpatía personal, goza de la preferencia de su maestra o maestro.
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Irse de picos pardos: Antiguamente la ley obligaba a las prostitutas a vestir un jubón con picos o ribetes de color pardo. LA CARAVINA DE AMBROSIO. Era un bandolero andaluz del siglo XIX, tan inofensivo que su carabina ni siquiera tenía pólvora. De ahí que originalmente la expresión irse de picos pardos significara irse con una mujer de la vida. Hoy, sin embargo, el modismo se usa como sinónimo de diversión y juerga, pero no necesariamente con mujeres de mala fama.
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Qué es Crea fama y échate a dormir.
“Crea fama y échate a dormir” es un refrán español que se refiere a la reputación de una persona. “Crea fama y échate a dormir” es una forma de decir que una vez que creas una cierta reputación, esa reputación te antecederá y demorará tiempo y esfuerzo para cambiarla nuevamente..
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Las paredes oyen. Es un modismo que procede de Francia, de la segunda mitad del siglo XVI. Segun cuenta la historia, Catalina de Médicis hizo construir conductos acústicos en las paredes de sus palacios, para poder oir lo que se hablaba en las otras habitaciones y asi, poder enterarse si se conspiraba en su contra.
La frase las paredes oyen, con el tiempo, pasó a ser utilizada como señal de advertencia, de que siempre puede haber alguíen escuchando lo que decimos en un determinado momento y lugar.
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Ir de punta en blanco: Esta expresión, que en la actualidad solemos utilizar para elogiar la elegancia y pulcritud de la vestimenta de alguna persona, tiene su origen en los antiguos usos de la caballería. En ese tiempo, en cambio, el dicho se aplicaba a los caballeros que solían llevar todas las armas del arnés desnudas y listas para el combate y como estas eran de acero bruñido, centelleaban al sol con una blancura resplandeciente, es decir, los caballeros iban de punta en blanco. Esta expresión es la misma que da origen a la frase armas blancas, aludiendo a que son cortantes, en contraposición con las llamadas armas negras, que eran las que se utilizaban en la práctica de la esgrima y que no eran cortantes ni punzantes; asimismo, eran también llamadas armas negras las que permanecían envainadas. Por analogía, con el correr del tiempo, el modismo ir de punta en blanco vino a aplicarse también al acto de vestir suntuariamente -ya sea de uniforme o etiqueta- y con el máximo esmero, tal como lo hacen en la actualidad muchas personas.
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¡Apaga y vamos!Esta frase ha quedado como expresión de asombro, ante un hecho absurdo y disparatado. También se emplea para indicar que algo toca a su fin.
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Irse por los cerros de Úbeda: En la época de la Reconquista, Fernando III, el Santo, contó con la ayuda de un noble caballero para asistirle en la toma de Úbeda, hacia el año 1234. Parece ser que el noble se presentó después de efectuada la toma de la villa jienense, poniendo como disculpa que se había perdido por los cerros de Úbeda. Así surgió esta locución, que se usa para decir que alguien está extraviado o perdido.
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A palabras necias oídos sordos. Es un dicho popular que expresa que no debemos hacer caso a comentarios imprudentes o impertinentes que entrañan, de forma expresa o disimulada, mala intención.
En este sentido, supone también un consejo o una advertencia: ante las palabras necias de otros, nuestra mejor respuesta solo puede ser la más sincera indiferencia.
Podemos considerar como necias las palabras que son dichas desde la ignorancia, sin real conocimiento sobre un asunto o cuestión; son necias las palabras que no se miden y que, en tal sentido, pecan de imprudentes e impertinentes; son necias las palabras que llevan consigo, de manera manifiesta u oculta, mala intención; en síntesis, son necias las palabras que no ayudan ni aportan nada, es decir: los comentarios negativos y las críticas destructivas.
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Juego de manos, juego de villanos: Advertencia sobre los peligros de abusar del manoseo entre dos o más personas, por lo cual, se puede terminar a los golpes, a la manera de los villanos, en alusión a los primitivos habitantes de las villas.
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Dicho sin hecho no trae provecho: es una expresión popular que significa que no sirven las palabras si no existen actos que confirmen lo que fue dicho.
“Dicho sin hecho no trae provecho” enfatiza en que el beneficio que se puede obtener a través de un discurso puede ser disipado por no ser acompañado de acciones concretas.
Como muchos de los dichos transmitidos por tradiciones orales es difícil saber su origen. Los dichos también van evolucionando y complementándose con los ya existentes. Por ejemplo, “dicho sin hecho no trae provecho” está relacionado con “del dicho al hecho hay mucho trecho” ya que ambos se refieren a la separación entre el discurso y los actos y la importancia de tener ambos en cuenta.
Una persona con discurso y sin actos se forma una mala reputación de alguien que solo habla y no actúa. Una persona sin discurso y con actos corre el riesgo de ser malinterpretado o sufrir de prejuicios, por eso también existe el dicho “no solo hay que ser sino parecer”.
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Dar en el clavo.
Esta expresión, seguramente, será asociada con la acción de martillar, clavar... y nada más alejado de la verdadera procedencia del dicho.
En la Antigüedad, existía un juego infantil llamado "hito", que consistía en fijar un vástago o un gran clavo a cierta distancia de los participantes quienes, desde su lugar, arrojaban unos tejos anillados de hierro, de manera que el éxito en el juego lo lograban quienes conseguían acertar con el aro en el hito.
Y como el hito solía ser de hierro -por lo general, se trataba de un clavo- la expresión dar en el clavo vino a significar lo mismo.
Con el tiempo y como sucedió con casi todos los dichos populares, la gente comenzó a utilizarlo con otro sentido, en este caso, como equivalente de acertar en la solución de alguna cosa complicada y difícil.
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Juntarse el hambre y las ganas de comer: Estar juntas dos personas de iguales defectos o características.
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Liar los bártulos. Se aplica a las disposiciones y preparativos que, generalmente, trae consigo todo cambio de domicilio.
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Juventud, divino tesoro: ... ya te vas para no volver, terminaba diciendo la frase nostálgica de Rubén Darío, extraída de un verso del poema "Canción de otoño en primavera".
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Adivina quien te dió.
Indica la dificultad que entraña, a veces, investigar quién es el autor de una acción maliciosa.
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La Biblia en verso: En el año 1839, nació en Igualada (Barcelona) un hombre llamado José María Carulla, que se destacó por ser abogado, servidor del papa Pío IX y fecundo versificador que, entre otras cosas, fue fundador y director del periódico "La civilización" y célebre polemista católico. La Santa Sede lo distinguió con la Cruz de Mérito, en reconocimiento a su ambicioso empeño en trasladar el texto en prosa de la Biblia (o parte de ella) a la forma en verso. Desafortunadamente, la ardua tarea de versificar tan magna obra fue mucho más dura para él, que evidentemente no había sido favorecido por Dios en el reparto de talentos, particularmente en el arte de la poesía. De manera que, el resultado del esfuerzo -concretado en setenta y tres gruesos volúmenes- terminó por ser un fárrago inaudito de rispideces que durante mucho tiempo fue motivo de broma en todos los cenáculos literarios y tanto fue así, que desde entonces, el dicho la Biblia en verso se usó como equivalente de todo aquello que, por su desprolijidad y confusión, resulta difícil de digerir.
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Qué es Más vale solo que mal acompañado.
Más vale solo que mal acompañado, es un refrán popular del pueblo de habla hispana, de uso actual, usado para dar un consejo o una advertencia con respecto a las compañías que rodea el sujeto.
Este proverbio refleja la sabiduría y experiencia tradicional, ya que el mismo enseña que es preferible la soledad a que una mala compañía, esto es porque en ocasiones el hombre está rodeado de personas que son una mala influencia, y detrás de esa amistad que demuestra ser sincera, lo único que existe es la envidia, el deseo del mal y el daño físico o psicológico al individuo.
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Abrir los ojos: La expresión está basada en el origen de la palabra abrojo, que aunque muchos suponen que es una palabra propia del Río de la Plata, procede del latín, a través de la forma apere oculum, equivalente de "abre el ojo". Esta palabra era usada originariamente como advertencia para las personas, debido al peligro que supone caminar por una senda plagada de esta clase de planta de tallos largos, rastreros y frutos muy espinosos y perjudiciales para las cosechas y las personas. Posteriormente, en el ámbito militar, se comenzó a utilizar la frase abrir los ojos para advertir a los soldados acerca de la presencia de campos minados de abrojos, pero en este caso no referida a las plantas sino a unas piezas de hierro en forma de estrella, con cuatro púas que, al caer al suelo, quedaban con las puntas hacia arriba, obstaculizando el avance de la caballería enemiga. En la actualidad, la expresión se usa para advertir a alguien sobre la inminencia de un riesgo o peligro, para lo cual es necesario mantenerse alerta.
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La carabina de Ambrosio: Ser la carabina de Ambrosio significa no servir para nada. ¿Pero quién fue el tal Ambrosio del dicho proverbial? No se sabe. Una leyenda poco fiable dice que Ambrosio era un mísero labriego que vivió a principios del siglo XIX. Debido a que las faenas agrícolas no le marchaban bien, el hombre decidió cambiar los aperos de labranza por una carabina y echarse al monte. En su nuevo oficio de bandolero y salteador de caminos tampoco consiguió fortuna. Ambrosio era un hombre menguado de carácter y tan bonachón que a cuantos caminantes detenía lo tomaban a broma. El pobre caco echaba la culpa de sus desdenes a la carabina que portaba, ya que no infundía respeto.
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Donde hubo fuego, siempre quedarán cenizas. Señala que siempre quedan huellas de los amores apasionados.
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La caridad bien entendida empieza por casa: Lo natural es pensar en las necesidades propias antes que en las ajenas.
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Las cañas se vuelven lanzas. A veces algo que empieza como un juego o una broma puede terminar en una pelea.
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Armarse la marimorena: Describe una gran algarabía, o, mucho alboroto, con disputas, reyertas, voces y golpes. Es común explicar esta expresión de acuerdo con la pretendida historia de una mesonera llamada María, o María Morena. Tabernera de fuerte carácter, regañona y amiga de pendencias. Esta historia sugiere que a mediados del siglo XVI había una taberna en Madrid regentada por esta mujer y su esposo, un tal Alonso de Zayas. Estos mesoneros guardaban el mejor vino para sus clientes distinguidos y ofrecían el de menos calidad al vulgo. En cierta ocasión parece que los clientes se enfadaron y quisieron probar el vino bueno, a lo que la fornida mesonera se negó en redondo. La disputa fue tan fenomenal que no quedó mesa sana ni silla en que sentarse, y los golpes y las puñadas se repartieron con tanto ímpetu que sólo la llegada de los alguaciles pudo disolver la cuestión. La fama de aquella trifulca prosperó y por esta razón se habla hoy de esta mesonera. Ahora bien, a la mayoría de las taberneras y venteras de aquella época se las llamaba María, (como Maritornes) y es el nombre tópico de las mozas de las posadas, también. Acostumbradas al trasiego de huéspedes y viajeros, estas mozas (asturianas, muchas veces) solían envolverse en disputas y querellas con los hombres cargados de vino y con pocos escrúpulos. La expresión, por tanto, bien puede hacer referencia a la esposa de Alonso de Zayas, o a cualquier otra, dado que Marías eran todas o casi todas las taberneras, y “morena” es la forma típica de llamar a una moza
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La casa invita: Frase que sirve para indicar que el dueño de casa se hace cargo de los gastos de una reunión o agasajo. La procedencia de esta expresión son los bares y pubs de Europa y Estados Unidos en donde sus propietarios invitan a los clientes con una ronda de bebidas.
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Bueno y barato no caben en un zapato. Significa que las cualidades de bueno y de barato son mutuamente excluyentes, de modo que algo puede ser bueno o barato, pero nunca ambas cosas.
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El que calla, otorga. Se refiere a las personas que no hablan a su favor o en un asunto que les importa, por lo que el interlocutor da por hecho que está de acuerdo. También, se aplica a las personas que son acusan o responsabilizadas de algo y no hablan para defenderse.
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La cuestión es pasar el rato: Frase que habría difundido el comediógrafo español Eusebio Blasco, con motivo de la respuesta de un señor llamado Sáinz Pardo, Sanz Pardo o Sáenz Pardo, a quien le preguntaban, precisamente, cuál era su nombre y habría respondido: Mire... Sáinz Pardo, Sanz Pardo o Sáenz Pardo da lo mismo... la cuestión es pasar el rato.
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Parece que la vaca del vecino da más leche. Se dice de las personas envidiosas que están más al pendiente del negocio ajeno que del propio.
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Un día de perros. Esta expresión surgió como expresión de fastidio, la frase era usada por los griegos en referencia a los calores excesivos que se producían con la aparición de la estrella del Can Mayor o estrella de Sirio, también llamada del Sol, porque nace y se pone con éste. Con el fin de apaciguar la canícula, se le dedicaban ceremonias como a una divinidad que era representada mediante un perro de color rojizo, en alusión al color del Sol.
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La cuadratura del círculo: Famoso problema irresoluble que, sin embargo, generó en el pasado abundante literatura
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La culpa no es del cerdo, sino del que le da de comer: No debemos culpar a ciertas personas por sus fallas; muchas veces, la responsabilidad no es de ellos, sino de quienes les dan las órdenes que ellos deben cumplir.
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Mal de muchos consuelos de tontos. Se refiere a que una desgracia no es más llevadera cuando todos la padecen.
Se puede decir que este refrán está relacionado con la desgracia o consuelo, ya que existen personas que se consuelan con saber que no solo a ellas le pasa una desdicha o infortunio, siendo esta idea absurda ya que los problemas no mejoran porque afectan a todos.
La expresión de esta frase enseña a todos los individuos que por buscar personas que se encuentran en la misma situación de desdicha no es suficiente para solventar el problema, aunque no es menos cierto que pueda sentir consuelo con otros que se encuentren en la misma dificultad, por ejemplo: el alumno que fue expulsado de clase junto con todos sus compañeros, de seguro es un alivio para él que todos recibieron el mismo castigo, pero esto no solventara el problema en el cual está inmerso.
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La espada de Damocles: Según cuentan Horacio en una de sus "Odas" y Cicerón, en sus "Tusculanas", Damocles era cortesano de Dionisio I, El Viejo (siglo IV, AC), tirano de Siracusa, a quien envidiaba por su vida aparentemente afortunada y cómoda. El rey, con el propósito de escarmentarlo, decidió que Damocles lo sustituyera durante un festín, pero para ello dispuso que sobre su cabeza pendiera una afilada espada desnuda suspendida de una crin de caballo. De esta manera, Damocles pudo comprender lo efímero e inestable de la prosperidad y del lujoso modo de vivir del monarca. La frase la espada de Damocles se utiliza desde hace mucho tiempo, para expresar la presencia de un peligro inminente o de una amenaza.
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Armarse la de dios es Cristo. Con este dicho aludimos al alboroto que circunstancialmente se suscita en el seno de alguna asamblea o reunión.
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La excepción hace (o confirma) la regla: Casi todas las reglas -particularmente las de ortografía- tienen una excepción que sirve para confirmarlas.
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Dormirse en los laureles. En Roma, cuando se coronaba a un general, pretor o cónsul tras una victoria se le festejaba un Triunfo. Como símbolo de gloria se le colocaban guirnaldas de laureles. Sin embargo, éstos debían agachar levemente su cabeza, por lo que daba la impresión de estar descansando sobre los laureles de la gloria.
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A otro perro con ese hueso: La expresión se usa como una forma de desanimar a quien quiere hacernos creer una mentira o bien nos ofrece algo cuya calidad es inferior, invitándolo a que lo intente con otra persona, aludiendo de esta forma a la ingenuidad del perro, que corre detrás de cualquier cosa que se parezca a un hueso, sea una piedra o un hueso de plástico. Respecto de la versión en inglés -tell that to the marines!, algo así como "anda a contárselo a los "marines"- está basada en la proverbial integridad que caracterizaba a los integrantes de ese Cuerpo de la marina de los EE.UU., célebres por su fama de incorruptibles, particularmente, durante la guerra fría, a partir de los años 50. En esa época, era poco probable que los "marines" aceptaran la imposición de una orden, sobre todo si esta vulneraba su integridad moral. Con el tiempo, y en la misma medida en que decayó la popularidad de los "marines", esa interpretación dejó de ser corriente en los Estados Unidos y entonces comenzó a usarse con idéntico valor- la expresión I am from Missouri (yo soy de Missouri), en alusión a la característica seriedad y poca credulidad de los habitantes de ese estado. Hoy en día, la locución a otro perro con ese hueso -que muy bien parece ser propia del Río de la Plata- se usa con idéntico valor.
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La gota de agua orada la roca cayendo no dos veces, sino siempre: Es la frase que con mayor claridad simboliza la perseverancia, debido a que efectivamente, una gota de agua puede, con el correr de los siglos, llegar a modificar la roca. Lo mismo una persona que persiste en su actitud, puede alcanzar el fin perseguido.
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A quien ajeno viste, en la calle lo desvisten. Advierte que quien se atribuye cosas que no son suyas, se expone a verse despojado de ellas en cualquier momento.
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La imprudencia es la hija de la ignorancia: Una crítica a dos defectos del hombre, por la que se desprende que quien es ignorante, puede cometer -como lógica consecuencia- imprudencias irreparables. En inglés, equivale a los tontos se animan donde los ángeles no se aventuran.
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Bueno es pan duro cuando es seguro: Es un refrán popular que significa que incluso cuando aquello que tenemos es precario, debemos apreciarlo si es seguro. Como tal, gira en torno a la idea de la prudencia y la conformidad.
El pan, en un sentido figurado, es el sustento, el alimento, es decir, aquello elemental que una persona necesita para vivir. La gente se busca el pan, sale a trabajar para ganarse el pan.
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Bueno es el cilantro, pero no tanto. Es un refrán popular que expresa que no hay que abusar de las cosas buenas, pues todo en exceso acaba por ser malo.
Este dicho expresa la naturaleza perjudicial de los excesos, del uso abusivo de las cosas, pues si una hierba tan gustosa y amable como el cilantro puede tornarse mala o desagradable cuando se usa de demasía, ¿qué cosa no lo es?
En este sentido, el refrán tiene implícita la idea de la importancia de la moderación. De hecho, la moderación es una de las más importantes virtudes del ser humano, pues hace referencia al equilibrio y la armonía en oposición a los excesos, que son negativos tanto para la salud física como mental de las personas.
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La letra, con sangre entra: Dicho que se aplica cuando se le quiere hacer comprender una cosa a alguien, dando a entender que cualquier sacrificio es bueno para que esa persona entre en razones. Lo de "sangre", es metafórico aunque válido.
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La ley es pareja para todos: No debe haber excepciones para nadie respecto del cumplimiento de la ley. Si todos cumplen con ella por igual, mejores serán los resultados obtenidos por la acción de la Justicia.
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Me lo dijo un pajarito. Dicho con el que solemos encubrir jocosamente el conocimiento de alguna noticia llegada hasta nosotros de modo confidencial.
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La mar en coche: Locución festiva utilizada luego de una enumeración en la que se ha incluido gran cantidad de elementos, muchas veces de carácter suntuario, para destacar las comodidades de que disfruta determinada persona. Nuestra investigación nos llevó a concluir que podría provenir de la expresión Lamarr en coche, en alusión a la célebre actriz de Hollywood Hedy Lamarr (nacida en Viena como Hedwig Kiessler) famosa por su vida suntuosa.
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“Dar la lata”. Molestar y fastidiar al prójimo con cosas inoportunas.
Aunque se cree que proviene de los antiguos dichos “dar la tabarra” o “dar la murga”, son muchas las versiones que circulan sobre su procedencia. Hay quien opina que se refiere al fastidio ocasionado por aquel que golpea instrumentos de percusión como zambombas, palos y cencerros para festejar las segundas nupcias de una viuda o un viudo. Es posible también que al aparecer en el mercado la hoja de lata (luego hojalata) como producto de uso común, los recipientes vacíos de ese material se incorporasen como equipo “sonoro” de las “cencerradas”. De manera que la expresión “dar la lata”, o sea percutir sobre ella, no hizo más que extender el concepto tradicional de “dar la murga”. También está documentado que esta frase podría provenir de la ciudad de Málaga, en cuya cárcel los presos solían comprar una lata de mosto condimentado con sobras de vino, licores y aguardientes que provocaba en los detenidos una intensa borrachera y en consecuencia un deseo incontenible de hablar. Para el profesor Fernando Lázaro Carreter, miembro de la Real Academia Española, este dicho tiene una génesis más castrense. Explica que su origen puede estar en la expresión: “daban la lata los soldados viejos que, en el siglo XVII, andaban de despacho en despacho mendigando compensaciones a sus cicatrices y a las proezas que certificaba aquel rollo de documentos metidos en un tubo de lata”, señalando que de esta costumbre militar pudo surgir “la equivalencia, hoy perfecta, de latazo y rollo”.
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La mentira tiene patas cortas: Con la mentira no se puede llegar lejos. Siempre, tarde o temprano, se descubre la verdad
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Cuatro ojos ven más que dos. Las decisiones que se consultan con alguien producen mejores resultados. Uno solo puede equivocarse, mientras que más de una persona pueden ver con mayor claridad las dificultades.
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La necesidad tiene cara de hereje: Cuando alguien padece necesidades, no conoce de leyes ni razonamientos y actúa por impulsos, ignorando las normas, como hace el hereje con las creencias religiosas.
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Aunque La Mona Se Vista De Seda,Mona Se Queda. No importa con que vista una persona,ella siempre sera la misma.
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La ocasión la pintan calva: Es un refrán que manifiesta que las oportunidades se deben de aprovechar cuando se presenta. El refrán en estudio, está estrictamente relacionado con la oportunidad y propone al individuo diligencia para aprovechar y disfrutar de las buenas coyunturas.
En relación a su origen, el refrán proviene de la representación de la Diosa de la Ocasión, conocida como Diosa de la Oportunidad. Para los romanos, es una mujer de hermosa cabellera larga, que le cubre el rostro y es calva por detrás, por lo general, posee alas en los talones y espalda, sostiene un cuchillo en su mano derecha, y se encuentra parada sobre una rueda en movimiento.
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La noche se hizo para dormir: Frase alusiva a la conveniencia de aprovechar las horas de la noche para descansar, para luego no andar durante el día padeciendo las consecuencias de haber trasnochado.
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Otro gallo cantaría. Dicho con el que damos a entender que una cosa, de haberse planteado de distinta forma, habría dado mejores resultados.
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La ocasión hace al ladrón: No todas las personas practican el hurto, no todos son ladrones, pero esta frase afirma que en muchos casos, aun la persona que habitualmente no roba, si se le presenta la ocasión, puede ceder a la tentación.
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A nadie le amarga un dulce. Señala que, sin importar lo pequeño que pueda ser, todo lo que nos produce alegría, dicha o felicidad es bienvenido.
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La ocasión la pintan calva: Los romanos personificaban a la diosa Ocasión como una mujer hermosa y con alas, como símbolo de la fugacidad con que pasan ante el hombre las buenas ocasiones u oportunidades. Parada en puntas de pie sobre una rueda y con un cuchillo en la mano, la diosa Ocasión tenía una cabeza adornada por delante con abundante cabellera, mientras que por detrás, era totalmente calva. De manera que, al decir "tomar la ocasión por los pelos", se entendía que debía esperársela de frente, cuando ella venía hacia uno, donde se tendría la oportunidad de tomarla, ya que una vez que había pasado -y al no tener pelos por detrás- sería imposible agarrarla. Con el tiempo, la expresión perdió algo de su sentido original y comenzó a ser utilizada para dar a entender que una cosa se logra más por suerte que por capacidad. Respecto de la variante "(a) la ocasión la pintan calva", alude a la posibilidad inminente de alcanzar un logro y que por ninguna causa puede desperdiciarse la oportunidad.
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La parte del león: Es una reminiscencia de la fábula de Esopo "El león y el onagro" (una especie de asno salvaje). Según cuenta el fabulista griego, los dos animales colaboraban en una jornada de caza hasta que cobraron una pieza y llegó el momento del reparto, en la que el león llevaba la voz cantante. Lo primero que hizo fue dividir el animal en tres partes y comenzó a efectuar el reparto: la primera parte era para él, por ser el rey; la segunda, también para él, en su condición de "socio a partes iguales" y, a llegar a la tercera, se detuvo, miró al onagro y le dijo: "Si no te vas de acá, la vas a pasar muy mal". Posteriormente, el modismo quedarse con la parte del león pasó a expresar el abuso de poder y la falta de equidad en el reparto, cuando uno se asocia con alguien más poderoso.
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Visteme despacio que tengo prisa.
Con esta frase encarecemos a otro a que proceda con sosiego al realizar algo complicado porque el apresuramiento, lejos de abreviar, suele entorpecer e incluso malograr los mejores propósitos.
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Hecha la ley, hecha la trampa.
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La procesión va por dentro: Habla de la aparente serenidad de alguien, aun cuando sabemos que íntimamente, esa persona está pasando un momento delicado. Por fuera, es una persona medida, serena e incluso puede aparecer divertida, pero por dentro, seguramente está seria -como se marcha en las procesiones- porque está sufriendo.
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La renguera del perro: El perro es uno de los pocos animales que pueden fingir una renguera, cuando se ve comprometido. Por extensión, la frase se aplica a la persona que suele simular un malestar con tal de librarse de una responsabilidad.
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Armarse la de Dios es Cristo: De este modo se expresa el desencadenamiento de un gran escándalo donde todos los participantes gritan y ninguno se entiende. La mayoría de los autores coincide en afirmar que la frase proviene de las controversias y violentos enfrentamientos surgidos en el transcurso del primer concilio ecuménico de Nicea, al discutirse la doble naturaleza, humana y divina, de Jesucristo. Iniciado en el año 325 bajo el pontificado de Silvestre I, el concilio fue presidido por el obispo de Córdoba, con la presencia del emperador Constantino. Éste había promovido su celebración para resolver la crisis desatada dentro de la Iglesia por los defensores del arrianismo. Mientras que para los católicos el Verbo, Hijo de Dios, es verdaderamente Dios, lo mismo que el Padre, para el heresiarca griego Arrio el Verbo sólo posee una divinidad secundaria. Dicho de otro modo, que el Verbo no es realmente Dios eterno, infinito y todopoderoso.
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Ladron Que Roba A Otro Ladron,Tiene 100 Años De Perdon Se refiere a las personas que se vengan de otra persona que ya a hecho de las suyas con ella.
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La risa abunda en la boca de los gansos: El ganso es un ave ingenua cuyo sonido -el graznido- aparece como una «risa tonta». Hay personas que están continuamente riendo sin motivo aparente, por eso, el dicho compara esa risa superflua con la de los gansos y como entre nosotros, la palabra «ganso» tiene una connotación peyorativa...
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Una golondrina no hace verano, Nos advierte que de la confirmación de un solo hecho no se puede deducir como una norma o regla general.
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La ropa sucia se lava en casa: Es una frase equivalente de sacar los trapitos al sol (ver), por la que se sugiere tratar de solucionar los problemas en la intimidad de la familia o empresa, sin necesidad de exponerlos públicamente. La locución pertenecería a Napoleón Bonaparte y habría estado dirigida al vizconde Lainé que criticó públicamente al gobierno de Napoleón.
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La sartén por el mango: Tener el poder, manejar las decisiones. La frase es además, el título de una obra de teatro escrita por el destacado actor Javier Portales y el nombre de una canción de la genial compositora María Elena Walsh, cuya letra dice que hay quienes tienen la sartén por el mango... y el mango también. En inglés, equivale a estar sentado en el asiento del que maneja.
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Como el perro de la tía Cleta, que la primera vez que ladró le rompieron la jeta. La gente se acostumbraba a las conductas de los demás, y cuando alguien se sale de su papel,se espantan, como fue el caso de ese perro amigable.
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La suerte está echada: Frase tomada del latín alea jacta est, expresión que, según Suetonio, fue pronunciada por Julio César cuando se decidió a pasar el río Rubicón (hoy, Fiumicino). Se la emplea para referirse a una decisión extrema que se adopta luego de haber meditado sobre sus probables consecuencias
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Tener muchos hunos. Afeamos la actitud de quien se conduce con engreimiento y presunción inmoderada.
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No Hay Mal Que Por Bien No Venga. Significado:A veces, algo negativo trae consecuencias positivas.
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La tercera, era la vencida: Expresión de tono optimista que asegura que, luego de haber fracasado en dos intentos, la próxima vez se logrará lo propuesto, por lo que se exhorta a la persona a perseverar en su esfuerzo. El origen parece estar en el vocabulario de la lucha cuerpo a cuerpo (y en otras clases de enfrentamientos), en la que el luchador que derribaba tres veces a su adversario ganaba, aunque algunos sostienen que, primitivamente, se consideraba ganador al que mejor se desempeñaba en un total de tres juegos. Como vemos, siempre era el número tres el elegido. En el ámbito de la Justicia de los siglos XVI y XVII, en la práctica procesal del derecho penal, se establecía la muerte al tercer robo, con lo que para el reo, al igual que para el luchador, la tercera, era la vencida.
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La vida comienza a los cuarenta: Vieja afirmación que adjudica al hombre de esa edad la madurez necesaria para -en base a su experiencia- comenzar a disfrutar de la vida.
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Las águilas no cazan moscas: Proverbio de origen latino que solía ser utilizado desde la época de los romanos, para expresar que el hombre superior no debe perder tiempo en pequeñeces.
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El apetito viene comiendo: Cuando alguien no tiene deseos de comer, se dice que la mejor manera de provocar el hambre es, precisamente, ingiriendo comida.
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A Mal Tiempo,Buena Cara. Hay que saber sobrellevar los problemas de la vida.
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Las armas las carga el Diablo: Advertencia sobre el uso de armas de fuego. Existe una versión vulgar que la completa con la frase ... y las descargan los tontos, en directa alusión a las personas descuidadas que suelen provocar graves e irreparables accidentes.
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El parto de los montes. Se utiliza esta frase para indicar que de algo, que se esperaba grandioso, se obtiene un fruto insignificante.
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Las cuentas claras conservan la amistad: Frase utilizada particularmente cuando hay una deuda o aclaración de cuentas de por medio. En ella, se asegura que los amigos han de mantener la relación en tanto y en cuanto no haya deudas de dinero pendientes.
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Las cuentas del gran capitán: Indudablemente, el rey Fernando, el Católico, fue un monarca que, junto con su esposa Isabel, sentó las bases de la grandeza de España. Cuentan los cronistas de la época que, además de sus dotes de político eminente, el rey tenía cierta recelosa inclinación por el control de los gastos. Así, una vez le pidió a don Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado el Gran Capitán, las cuentas detalladas de los gastos durante las victoriosas campañas de Italia que culminaron con la conquista del reino de Nápoles. Don Gonzalo, dueño de un gran sentido del humor pero al mismo tiempo, molesto por lo que consideraba una mezquindad después de haber conquistado un reino para su soberano, respondió al rey con las famosas "cuentas", exorbitantes e irónicas, que la leyenda se encargó de magnificar, en la que figuraban conceptos tan variados como extraños. De manera que, una vez llegado al país, don Gonzalo se encargó de confeccionar una lista semejante a esta: Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados... por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados... por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados... por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados... y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados... Ciertas o no, estas cuentas del Gran Capitán corrieron de boca en boca y llegaron a nuestros días como expresión irónica de toda justificación de gastos desorbitados, incoherentes y arbitrarios.
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Armarse un tiberio: Claudio Tiberio fue el segundo emperador romano. Hijo de Tiberio Nerón y de Livia -después esposa de Augusto-, se distinguió muy pronto por sus dotes militares. Cuando murió Augusto, se apoderó del imperio, el que gobernó con todo acierto en sus decisiones. Pero más tarde, luego del fallecimiento de su hijo adoptivo Germánico, se convirtió en un déspota cruel y despiadado que recelaba de todo el mundo. Hizo ejecutar a gran cantidad de amigos y parientes, entre quienes se contó a su esposa Julia, ejerció un poder arbitrario y sus desmanes sembraron el terror y la confusión por toda Roma. Tan así fue, que en Roma se decía que no había familia que no tuviera que lamentar la muerte de algún familiar a manos de Tiberio quien, finalmente, murió supuestamente envenenado por su sucesor Calígula, otro personaje digno de cuidado. De la triste memoria de aquellos tiempos procede la expresión armar un Tiberio, con la que se expresa cualquier situación de desorden, alboroto o ruidosa pelea.
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Las paredes oyen: Es un modismo que procede de Francia, del tiempo de las persecuciones contra los hugonotes que culminó en la histórica "Noche de San Bartolomé" o "Noche de los cuchillos largos", episodio sangriento de las luchas religiosas que asolaron Francia en la segunda mitad del siglo XVI. El hecho fue promovido por Catalina de Médicis y el duque de Guisa quienes instigaron a los católicos a llevar a cabo una matanza de hugonotes (seguidores de Calvino), la noche del 24 de agosto de 1572. Según algunos historiadores, en aquellos tiempo, la reina Catalina de Médicis mandó construir, en las paredes de sus palacios, conductos acústicos secretos que permitieran oír lo que se hablaba en las distintas habitaciones, para así poder controlar cualquier conspiración en su contra. La frase las paredes oyen, con el tiempo, pasó a ser utilizada como señal de advertencia acerca de lo que se dice en determinado momento y lugar.
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Ir de la Ceca a la Meca: Transitar de una parte hacia otra, de acá para allá. Los lugares que se mencionan son la Ceca, lugar donde se acuñaban monedas y la Meca, topónimo de la ciudad santuario de todos los musulmanes, ambos lugares que señalan -respectivamente- matices materiales y espirituales.
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Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Si acontece alguna desgracia a quienes son de nuestra condición y trato, debemos temer que otro día pueda sucedernos y , por tanto, estar prevenidos para que el golpe no sea tan fuerte.
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Ser una remora. Se aplica actualmente a aquello que de alguna manera obstaculiza o complica el desarrollo normal de alguna cosa.