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CATEGORÍA GENERAL ZONASATELITE => OFF-TOPIC => EL BAR DE ZONA SATELITE => Mensaje iniciado por: Serjey en 11 de Mayo de 2016, 18:28:52 18:28

Título: El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 11 de Mayo de 2016, 18:28:52 18:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 12 de Mayo de 2016, 06:05:41 06:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Mayo de 2016, 07:44:42 07:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 12 de Mayo de 2016, 19:26:28 19:26
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 13 de Mayo de 2016, 06:01:00 06:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Mayo de 2016, 07:31:55 07:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

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Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 13 de Mayo de 2016, 18:09:44 18:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

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Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 14 de Mayo de 2016, 09:21:05 09:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Mayo de 2016, 13:47:51 13:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

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Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 14 de Mayo de 2016, 14:55:28 14:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

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Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Mayo de 2016, 09:44:40 09:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 15 de Mayo de 2016, 10:03:51 10:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 15 de Mayo de 2016, 10:55:29 10:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Mayo de 2016, 11:09:42 11:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 16 de Mayo de 2016, 21:18:19 21:18
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Mayo de 2016, 07:51:16 07:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 17 de Mayo de 2016, 09:59:38 09:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: niko en 17 de Mayo de 2016, 10:18:55 10:18
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 17 de Mayo de 2016, 17:53:34 17:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 17 de Mayo de 2016, 20:57:12 20:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 18 de Mayo de 2016, 06:03:05 06:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Mayo de 2016, 07:38:41 07:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 18 de Mayo de 2016, 22:27:29 22:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 19 de Mayo de 2016, 05:57:16 05:57
manecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Mayo de 2016, 07:43:21 07:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 19 de Mayo de 2016, 10:21:09 10:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 20 de Mayo de 2016, 06:12:48 06:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Mayo de 2016, 07:42:05 07:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 20 de Mayo de 2016, 12:50:06 12:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Mayo de 2016, 21:02:23 21:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para el, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Mayo de 2016, 09:15:51 09:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para el, pero no se arrugó y empezo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 21 de Mayo de 2016, 10:27:55 10:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para el, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 21 de Mayo de 2016, 14:00:32 14:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para el, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 22 de Mayo de 2016, 07:54:55 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para el, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 22 de Mayo de 2016, 12:48:28 12:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para el, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Mayo de 2016, 13:43:39 13:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Mayo de 2016, 07:52:46 07:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 23 de Mayo de 2016, 22:08:07 22:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Mayo de 2016, 07:43:09 07:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 24 de Mayo de 2016, 09:38:41 09:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila, una especie de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 24 de Mayo de 2016, 22:05:16 22:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila, una especie de unguento amarillo muy espeso que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 25 de Mayo de 2016, 07:35:37 07:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila, una especie de unguento amarillo muy espeso que una vez puesto en la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Mayo de 2016, 07:44:44 07:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 25 de Mayo de 2016, 10:22:17 10:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Mayo de 2016, 07:41:54 07:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 26 de Mayo de 2016, 16:21:35 16:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: ximot en 26 de Mayo de 2016, 23:18:20 23:18
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Mayo de 2016, 11:12:48 11:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Mayo de 2016, 09:28:52 09:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 29 de Mayo de 2016, 11:32:21 11:32
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Mayo de 2016, 18:30:31 18:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 30 de Mayo de 2016, 05:55:16 05:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Mayo de 2016, 11:01:23 11:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 30 de Mayo de 2016, 11:11:01 11:11
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 30 de Mayo de 2016, 20:40:55 20:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 31 de Mayo de 2016, 05:56:23 05:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 31 de Mayo de 2016, 07:32:34 07:32
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 31 de Mayo de 2016, 17:05:34 17:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 31 de Mayo de 2016, 19:27:09 19:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: galagar en 31 de Mayo de 2016, 21:02:11 21:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 01 de Junio de 2016, 05:48:44 05:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Junio de 2016, 07:34:15 07:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le   
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 01 de Junio de 2016, 21:55:21 21:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 02 de Junio de 2016, 06:09:45 06:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Junio de 2016, 07:29:21 07:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 02 de Junio de 2016, 14:47:47 14:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 03 de Junio de 2016, 05:53:13 05:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Junio de 2016, 07:36:31 07:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 03 de Junio de 2016, 20:57:27 20:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Junio de 2016, 11:19:56 11:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 05 de Junio de 2016, 12:14:59 12:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 05 de Junio de 2016, 15:47:31 15:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Junio de 2016, 07:38:28 07:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 06 de Junio de 2016, 17:55:08 17:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 07 de Junio de 2016, 06:17:03 06:17
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Junio de 2016, 07:38:50 07:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 07 de Junio de 2016, 17:08:17 17:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 07 de Junio de 2016, 19:37:02 19:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 08 de Junio de 2016, 06:03:52 06:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Junio de 2016, 07:34:43 07:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 08 de Junio de 2016, 19:50:29 19:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 09 de Junio de 2016, 07:20:33 07:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Junio de 2016, 08:00:41 08:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 09 de Junio de 2016, 18:57:17 18:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 09 de Junio de 2016, 19:03:39 19:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 10 de Junio de 2016, 05:57:58 05:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Junio de 2016, 07:39:14 07:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 10 de Junio de 2016, 20:14:12 20:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Junio de 2016, 12:12:16 12:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 12 de Junio de 2016, 08:52:19 08:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Junio de 2016, 12:48:22 12:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 12 de Junio de 2016, 18:38:57 18:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 13 de Junio de 2016, 06:07:39 06:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Junio de 2016, 07:59:06 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 14 de Junio de 2016, 05:54:31 05:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Junio de 2016, 07:45:22 07:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 14 de Junio de 2016, 22:52:03 22:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 15 de Junio de 2016, 05:56:48 05:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Junio de 2016, 07:35:02 07:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 16 de Junio de 2016, 05:51:58 05:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Junio de 2016, 07:39:05 07:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: niko en 16 de Junio de 2016, 08:31:35 08:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 17 de Junio de 2016, 06:03:45 06:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Junio de 2016, 07:29:46 07:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 17 de Junio de 2016, 09:33:25 09:33
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 18 de Junio de 2016, 09:20:43 09:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Junio de 2016, 11:57:57 11:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 19 de Junio de 2016, 10:46:41 10:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Junio de 2016, 12:02:02 12:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Junio de 2016, 07:26:40 07:26
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: tarteras5 en 20 de Junio de 2016, 17:13:08 17:13
Erase una vez una estrella que brillaba mas que ninguna otra en el cielo, iluminando la linea del horizonte y haciendo que la noche día, fuera lo mas hermoso que jamás había visto, hasta que se hizo de día y vimos como todo lo que habiamos imaginado tan solo fuera un sueño,volviendo a la cama, seguimos imaginando como seria la vida antes del virus que convertía, mi flor en una coliflor.Pero de repente mirando la estrella, comprendí que la vida era cada vez mas difícil para algunos, se había convertido en un caos, solo los poderosos tenían el privilegio de seguir avanzando, a costa de los primos que solo pagamos impuestos, mientras descuidábamos los valores importantes de la vida, aun sabiendo que un día no muy lejano iban a sufrir en sus propias carnes, todo lo que vivimos en tiempos tan adversos.Un día descubrí casi por casualidad, que justo en lo alto de la montaña se reflejaba una luz, entonces decidí subir para ver y allí estaba Eusebio sentado, le pregunte que hacia allí. Él me contesto que miraba aquella luz tan brillante que surgia de Soto del Real, no entendía como aquello se les iba de las manos, la humanidad no comprendia los cambios que se estaban dando en la tierra como por ejemplo el cambio climatico, cuando de repente una explosión me devolvio a la realidad la luz de aquella estrella iluminaba todo el valle.Decidí que teniamos que seguir luchando y haciendo camino al andar, como dijo aquel buen escritor, dejar un mundo mejor, que las generaciones venideras no tuvieran que estar sufriendo las miserias que, con nuestra vanidad y orgullo, habiamos generado sin pensar que todo se nos volveria en contra nuestra por no luchar por la libertad de poder decidir libremente nuestro destino.Aquella luz era el principio de una larga guerra encarnizada donde perderia el ser humano,seria una lucha contra el hambre, la corrupción, la miseria,el egoismo del hombre era tal que nunca se pensó que los recursos de la tierra se terminarian y crearían un colapso total. Tal vez, aun quedaria tiempo para intentar reconducir toda la situacion si hallaba el manuscrito de Zendhu que se encontraba en el cajón de los desastres imaginarios, pero sólo un ser de los llamados corruptos podia hacer que todo aquello volviera a encaminarse hacia una batalla sangrienta, una batalla que tenia origen maligno, el cual nos iba,a dar la razón alos que estabamos luchando por
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Junio de 2016, 17:58:13 17:58
Erase una vez una estrella que brillaba mas que ninguna otra en el cielo, iluminando la linea del horizonte y haciendo que la noche día, fuera lo mas hermoso que jamás había visto, hasta que se hizo de día y vimos como todo lo que habiamos imaginado tan solo fuera un sueño,volviendo a la cama, seguimos imaginando como seria la vida antes del virus que convertía, mi flor en una coliflor.Pero de repente mirando la estrella, comprendí que la vida era cada vez mas difícil para algunos, se había convertido en un caos, solo los poderosos tenían el privilegio de seguir avanzando, a costa de los primos que solo pagamos impuestos, mientras descuidábamos los valores importantes de la vida, aun sabiendo que un día no muy lejano iban a sufrir en sus propias carnes, todo lo que vivimos en tiempos tan adversos.Un día descubrí casi por casualidad, que justo en lo alto de la montaña se reflejaba una luz, entonces decidí subir para ver y allí estaba Eusebio sentado, le pregunte que hacia allí. Él me contesto que miraba aquella luz tan brillante que surgia de Soto del Real, no entendía como aquello se les iba de las manos, la humanidad no comprendia los cambios que se estaban dando en la tierra como por ejemplo el cambio climatico, cuando de repente una explosión me devolvio a la realidad la luz de aquella estrella iluminaba todo el valle.Decidí que teniamos que seguir luchando y haciendo camino al andar, como dijo aquel buen escritor, dejar un mundo mejor, que las generaciones venideras no tuvieran que estar sufriendo las miserias que, con nuestra vanidad y orgullo, habiamos generado sin pensar que todo se nos volveria en contra nuestra por no luchar por la libertad de poder decidir libremente nuestro destino.Aquella luz era el principio de una larga guerra encarnizada donde perderia el ser humano,seria una lucha contra el hambre, la corrupción, la miseria,el egoismo del hombre era tal que nunca se pensó que los recursos de la tierra se terminarian y crearían un colapso total. Tal vez, aun quedaria tiempo para intentar reconducir toda la situacion si hallaba el manuscrito de Zendhu que se encontraba en el cajón de los desastres imaginarios, pero sólo un ser de los llamados corruptos podia hacer que todo aquello volviera a encaminarse hacia una batalla sangrienta, una batalla que tenia origen maligno, el cual nos iba,a dar la razón alos que estabamos luchando por

Por favor, revisa las reglas del juego, así no es correcto, debes copiar TODO EL TEXTO y al final añadir tus cinco palabras, lo dicho revisa las reglas del juego y cualquier duda si te quedara alguna nos la preguntas, animo que no es dificil    ].: ].:
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Junio de 2016, 17:59:42 17:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 21 de Junio de 2016, 05:58:07 05:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Junio de 2016, 07:51:11 07:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 21 de Junio de 2016, 15:08:11 15:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 22 de Junio de 2016, 06:01:53 06:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Junio de 2016, 07:31:25 07:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 23 de Junio de 2016, 05:53:40 05:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Junio de 2016, 07:46:58 07:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 23 de Junio de 2016, 18:36:36 18:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Junio de 2016, 15:46:48 15:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 24 de Junio de 2016, 16:09:02 16:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 26 de Junio de 2016, 00:03:43 00:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Junio de 2016, 11:41:31 11:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 26 de Junio de 2016, 15:27:25 15:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 27 de Junio de 2016, 05:57:35 05:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Junio de 2016, 07:42:17 07:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 27 de Junio de 2016, 22:21:38 22:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 28 de Junio de 2016, 06:01:08 06:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Junio de 2016, 08:04:02 08:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 28 de Junio de 2016, 20:29:05 20:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 29 de Junio de 2016, 05:57:57 05:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Junio de 2016, 07:43:13 07:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Junio de 2016, 21:51:35 21:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 30 de Junio de 2016, 05:47:42 05:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Junio de 2016, 07:19:27 07:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 30 de Junio de 2016, 21:38:01 21:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: ximot en 30 de Junio de 2016, 22:07:00 22:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 01 de Julio de 2016, 06:05:25 06:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Julio de 2016, 07:46:03 07:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 02 de Julio de 2016, 12:19:09 12:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Julio de 2016, 19:38:17 19:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Julio de 2016, 20:45:53 20:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 03 de Julio de 2016, 22:38:47 22:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 04 de Julio de 2016, 05:52:02 05:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Julio de 2016, 07:35:08 07:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 04 de Julio de 2016, 17:58:46 17:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 05 de Julio de 2016, 05:56:34 05:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Julio de 2016, 07:38:29 07:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 05 de Julio de 2016, 22:16:00 22:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Julio de 2016, 07:46:12 07:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 06 de Julio de 2016, 18:38:33 18:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 07 de Julio de 2016, 06:06:12 06:06
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Julio de 2016, 07:41:55 07:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 07 de Julio de 2016, 07:56:48 07:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 08 de Julio de 2016, 05:55:07 05:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Julio de 2016, 12:42:23 12:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 08 de Julio de 2016, 21:29:55 21:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Julio de 2016, 11:54:07 11:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 09 de Julio de 2016, 15:35:36 15:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 10 de Julio de 2016, 09:49:20 09:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Julio de 2016, 10:54:03 10:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Julio de 2016, 08:03:58 08:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 11 de Julio de 2016, 13:50:22 13:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 11 de Julio de 2016, 20:24:31 20:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Julio de 2016, 08:03:22 08:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 13 de Julio de 2016, 05:56:44 05:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Julio de 2016, 08:04:40 08:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 14 de Julio de 2016, 05:56:42 05:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Julio de 2016, 07:47:34 07:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 14 de Julio de 2016, 17:44:45 17:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 14 de Julio de 2016, 19:25:14 19:25
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Julio de 2016, 07:34:30 07:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 15 de Julio de 2016, 21:48:54 21:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Julio de 2016, 08:13:52 08:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 16 de Julio de 2016, 22:12:40 22:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Julio de 2016, 21:03:24 21:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Julio de 2016, 07:53:13 07:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 18 de Julio de 2016, 13:14:29 13:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 18 de Julio de 2016, 20:16:21 20:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Julio de 2016, 07:40:44 07:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 19 de Julio de 2016, 22:11:00 22:11
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Julio de 2016, 07:35:20 07:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 20 de Julio de 2016, 14:01:11 14:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la cabellería para que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Julio de 2016, 08:09:11 08:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la cabellería para que no pudiera avanzar en dirección
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 21 de Julio de 2016, 17:53:58 17:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la cabellería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Julio de 2016, 07:31:46 07:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 22 de Julio de 2016, 20:31:06 20:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Julio de 2016, 12:00:07 12:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 23 de Julio de 2016, 19:14:58 19:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Julio de 2016, 11:50:25 11:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 24 de Julio de 2016, 21:07:51 21:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Julio de 2016, 08:59:44 08:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 25 de Julio de 2016, 20:41:01 20:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 27 de Julio de 2016, 10:02:49 10:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Julio de 2016, 14:37:07 14:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 27 de Julio de 2016, 17:00:35 17:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 28 de Julio de 2016, 08:05:39 08:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 28 de Julio de 2016, 09:16:30 09:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Julio de 2016, 11:08:42 11:08

Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Agosto de 2016, 19:15:33 19:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 02 de Agosto de 2016, 11:19:02 11:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Agosto de 2016, 17:56:59 17:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 03 de Agosto de 2016, 10:31:52 10:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Agosto de 2016, 14:48:38 14:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 03 de Agosto de 2016, 19:34:46 19:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Agosto de 2016, 09:54:32 09:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 04 de Agosto de 2016, 19:34:23 19:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 04 de Agosto de 2016, 19:45:13 19:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Agosto de 2016, 11:38:36 11:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 05 de Agosto de 2016, 21:15:35 21:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Agosto de 2016, 10:14:33 10:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 06 de Agosto de 2016, 20:10:26 20:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Agosto de 2016, 09:50:32 09:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 08 de Agosto de 2016, 14:56:38 14:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Agosto de 2016, 17:45:27 17:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 09 de Agosto de 2016, 21:37:48 21:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 10 de Agosto de 2016, 09:44:23 09:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Agosto de 2016, 10:35:17 10:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareceió
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Agosto de 2016, 13:16:09 13:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 12 de Agosto de 2016, 09:15:03 09:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 12 de Agosto de 2016, 09:33:46 09:33
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Agosto de 2016, 15:44:03 15:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 12 de Agosto de 2016, 18:06:10 18:06
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 13 de Agosto de 2016, 22:25:13 22:25
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Agosto de 2016, 21:56:22 21:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 15 de Agosto de 2016, 15:09:30 15:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Agosto de 2016, 21:00:32 21:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 16 de Agosto de 2016, 21:34:49 21:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Agosto de 2016, 17:36:56 17:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto, asestándose un manporro con su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 18 de Agosto de 2016, 17:42:03 17:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto, asestándose un manporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Agosto de 2016, 21:38:38 21:38
más violentas hasta que un

@jaen debes de copiar toda la parte anterior del texto. Saludos.  @#}
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Agosto de 2016, 21:41:49 21:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto, asestándose un manporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Agosto de 2016, 11:57:15 11:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto, asestándose un manporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Agosto de 2016, 20:42:42 20:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto, asestándose un manporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Agosto de 2016, 12:16:46 12:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanzeros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las ordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dió un mal golpe de efecto, asestándose un manporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Agosto de 2016, 11:06:53 11:06
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 22 de Agosto de 2016, 12:10:49 12:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Agosto de 2016, 10:47:48 10:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 23 de Agosto de 2016, 19:48:28 19:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Agosto de 2016, 12:09:09 12:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 24 de Agosto de 2016, 18:07:49 18:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Agosto de 2016, 09:23:31 09:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 25 de Agosto de 2016, 11:09:57 11:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Agosto de 2016, 08:19:38 08:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercida
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 28 de Agosto de 2016, 10:03:30 10:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercia el líder de masas Roger
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 28 de Agosto de 2016, 10:11:27 10:11
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercia el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Agosto de 2016, 10:16:58 10:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercia el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Agosto de 2016, 09:49:29 09:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Agosto de 2016, 23:34:50 23:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Agosto de 2016, 08:08:21 08:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 30 de Agosto de 2016, 17:59:17 17:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 30 de Agosto de 2016, 19:17:18 19:17
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 30 de Agosto de 2016, 20:43:31 20:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 31 de Agosto de 2016, 07:10:38 07:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 31 de Agosto de 2016, 07:44:30 07:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 31 de Agosto de 2016, 08:30:19 08:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 31 de Agosto de 2016, 18:19:55 18:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Septiembre de 2016, 08:09:42 08:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 01 de Septiembre de 2016, 15:55:50 15:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 01 de Septiembre de 2016, 18:13:14 18:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 01 de Septiembre de 2016, 18:50:16 18:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 02 de Septiembre de 2016, 06:11:22 06:11
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Septiembre de 2016, 07:40:20 07:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Septiembre de 2016, 11:20:48 11:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 03 de Septiembre de 2016, 12:33:52 12:33
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 03 de Septiembre de 2016, 23:47:23 23:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Septiembre de 2016, 09:59:30 09:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 04 de Septiembre de 2016, 10:31:53 10:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 04 de Septiembre de 2016, 15:46:29 15:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, bizenoff y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: niko en 04 de Septiembre de 2016, 17:26:16 17:26
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, bizenoff y nikolowski salieron corriendo de alli
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 05 de Septiembre de 2016, 13:36:03 13:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, bizenoff y nikolowski salieron corriendo de alli pero les aguardaba Roger en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 05 de Septiembre de 2016, 15:52:13 15:52

Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, bizenoff y nikolowski salieron corriendo de alli pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcon Milenario, se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 05 de Septiembre de 2016, 23:01:43 23:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, bizenoff y nikolowski salieron corriendo de alli pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcon Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Septiembre de 2016, 07:55:31 07:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a nikolowski y bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, bizenoff y nikolowski salieron corriendo de alli pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcon Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Septiembre de 2016, 10:21:06 10:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 07 de Septiembre de 2016, 14:22:51 14:22

Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Septiembre de 2016, 08:04:21 08:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 08 de Septiembre de 2016, 22:55:45 22:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 09 de Septiembre de 2016, 05:47:27 05:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Septiembre de 2016, 07:47:33 07:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 09 de Septiembre de 2016, 12:39:29 12:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 09 de Septiembre de 2016, 20:26:03 20:26
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 11 de Septiembre de 2016, 00:51:12 00:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 11 de Septiembre de 2016, 16:42:24 16:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Septiembre de 2016, 07:39:07 07:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 12 de Septiembre de 2016, 15:35:46 15:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Septiembre de 2016, 08:00:04 08:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 13 de Septiembre de 2016, 15:38:33 15:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 13 de Septiembre de 2016, 16:40:01 16:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Septiembre de 2016, 08:24:44 08:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 15 de Septiembre de 2016, 18:53:05 18:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: DAYOLI en 15 de Septiembre de 2016, 22:09:13 22:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó a abrir una
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 16 de Septiembre de 2016, 00:26:04 00:26
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo  una lata de vaselina fina
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Septiembre de 2016, 07:52:45 07:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo  una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 16 de Septiembre de 2016, 16:49:48 16:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Septiembre de 2016, 11:51:09 11:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 18 de Septiembre de 2016, 19:48:24 19:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 18 de Septiembre de 2016, 21:30:21 21:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Septiembre de 2016, 14:53:48 14:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Septiembre de 2016, 08:05:46 08:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Septiembre de 2016, 14:51:19 14:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Septiembre de 2016, 07:49:09 07:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 21 de Septiembre de 2016, 10:27:06 10:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 21 de Septiembre de 2016, 21:03:26 21:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Septiembre de 2016, 08:02:35 08:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 22 de Septiembre de 2016, 13:12:43 13:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 23 de Septiembre de 2016, 02:31:49 02:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Septiembre de 2016, 10:34:16 10:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mcflyer en 23 de Septiembre de 2016, 11:10:54 11:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 24 de Septiembre de 2016, 00:44:02 00:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..............ALTO.........QUIEN VA
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 24 de Septiembre de 2016, 17:51:24 17:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 26 de Septiembre de 2016, 15:01:19 15:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 26 de Septiembre de 2016, 19:45:25 19:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 26 de Septiembre de 2016, 23:08:29 23:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Septiembre de 2016, 07:30:15 07:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo".
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 27 de Septiembre de 2016, 12:45:10 12:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 27 de Septiembre de 2016, 17:06:49 17:06
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 27 de Septiembre de 2016, 17:31:11 17:31
@finlei  amigo mío, por favor imagenes insertadas no, intentamos escribir un libro, ya veremos mas adelante como ilustramos sus páginas (si conseguimos editarlo). Aprovechar también para recordarte que las normas son 5 palabras, máximo y mínimo, por dia y por usuario..., nos tienes un poco descuadrados  {temet} {temet}  :{ :{ 


Compañeros, seguid por el ultimo y saltad este inciso   [ok] [ok]
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 27 de Septiembre de 2016, 17:40:06 17:40
@finlei  amigo mío, por favor imagenes insertadas no, intentamos escribir un libro, ya veremos mas adelante como ilustramos sus páginas (si conseguimos editarlo). Aprovechar también para recordarte que las normas son 5 palabras, máximo y mínimo, por dia y por usuario..., nos tienes un poco descuadrados  {temet} {temet}  :{ :{ 


Compañeros, seguid por el ultimo y saltad este inciso   [ok] [ok]

No encontré las  ].: .....te juro que las busque {sopre}.
Lo de la imagen, era de cajón, pero quería dejar claro que era de futbol. ;D ;D ;D
Procurare no volver a descuadrar [encerrao].
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Septiembre de 2016, 07:46:18 07:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 28 de Septiembre de 2016, 20:33:16 20:33
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Septiembre de 2016, 07:54:07 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 29 de Septiembre de 2016, 13:22:53 13:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 29 de Septiembre de 2016, 23:23:15 23:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Septiembre de 2016, 07:46:56 07:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 30 de Septiembre de 2016, 08:20:39 08:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 30 de Septiembre de 2016, 13:28:09 13:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Octubre de 2016, 17:45:25 17:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 01 de Octubre de 2016, 19:14:41 19:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 01 de Octubre de 2016, 19:59:32 19:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Octubre de 2016, 10:28:07 10:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 02 de Octubre de 2016, 12:40:38 12:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 02 de Octubre de 2016, 23:16:11 23:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Octubre de 2016, 08:02:26 08:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Juansirel en 03 de Octubre de 2016, 17:15:04 17:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla pronto
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Octubre de 2016, 07:52:51 07:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla pronto vió que en Buñol la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 04 de Octubre de 2016, 08:27:15 08:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: niko en 04 de Octubre de 2016, 11:06:28 11:06
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada,madre como esta la peña
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Octubre de 2016, 19:21:55 19:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 06 de Octubre de 2016, 19:54:14 19:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Octubre de 2016, 10:03:23 10:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 08 de Octubre de 2016, 16:54:16 16:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Octubre de 2016, 10:34:56 10:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 14 de Octubre de 2016, 20:30:22 20:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Octubre de 2016, 10:44:51 10:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Octubre de 2016, 13:13:58 13:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 16 de Octubre de 2016, 20:11:38 20:11
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Octubre de 2016, 07:58:05 07:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Octubre de 2016, 07:43:41 07:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Octubre de 2016, 07:36:42 07:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Octubre de 2016, 19:17:57 19:17
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Octubre de 2016, 17:25:17 17:25
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Octubre de 2016, 09:53:40 09:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 25 de Octubre de 2016, 20:32:10 20:32
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 26 de Octubre de 2016, 14:35:50 14:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 26 de Octubre de 2016, 15:55:40 15:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Octubre de 2016, 07:33:15 07:33
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 27 de Octubre de 2016, 13:22:28 13:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Octubre de 2016, 07:47:24 07:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Octubre de 2016, 11:53:21 11:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Octubre de 2016, 19:13:01 19:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: raulspuni en 29 de Octubre de 2016, 21:37:10 21:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Octubre de 2016, 23:08:26 23:08
más y más turbio,  oscuro

Me alegra que te interese participar en el juego, pero debes leerte las normas, las puedes ver en mi firma, hay que copiar todo el texto, pegarlo en tu post y añadirle cinco palabras, máximo por usuario y por dia, te las agrego pero espero que para la próxima ya le pilles el truquillo, un saludo  }:
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Octubre de 2016, 08:13:57 08:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 31 de Octubre de 2016, 09:09:06 09:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 31 de Octubre de 2016, 17:16:02 17:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Noviembre de 2016, 09:29:32 09:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 01 de Noviembre de 2016, 10:39:41 10:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Noviembre de 2016, 07:45:09 07:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 02 de Noviembre de 2016, 10:20:12 10:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 02 de Noviembre de 2016, 14:19:48 14:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Noviembre de 2016, 07:44:22 07:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 03 de Noviembre de 2016, 20:40:38 20:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Noviembre de 2016, 07:25:08 07:25
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 07 de Noviembre de 2016, 15:55:48 15:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Noviembre de 2016, 17:35:18 17:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 07 de Noviembre de 2016, 19:19:46 19:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Noviembre de 2016, 17:31:03 17:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sinembargo,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 11 de Noviembre de 2016, 19:27:17 19:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Noviembre de 2016, 10:26:23 10:26
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 12 de Noviembre de 2016, 12:00:59 12:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Noviembre de 2016, 07:57:21 07:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 14 de Noviembre de 2016, 12:28:38 12:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Noviembre de 2016, 08:58:05 08:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 16 de Noviembre de 2016, 13:03:02 13:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 16 de Noviembre de 2016, 14:57:30 14:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Noviembre de 2016, 07:54:09 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 17 de Noviembre de 2016, 14:23:33 14:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 18 de Noviembre de 2016, 02:10:58 02:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Noviembre de 2016, 07:41:34 07:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 18 de Noviembre de 2016, 18:15:38 18:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Noviembre de 2016, 22:17:22 22:17
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Noviembre de 2016, 11:21:12 11:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Noviembre de 2016, 17:31:17 17:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Noviembre de 2016, 08:07:40 08:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 21 de Noviembre de 2016, 18:29:26 18:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Noviembre de 2016, 08:08:56 08:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 22 de Noviembre de 2016, 09:00:15 09:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 22 de Noviembre de 2016, 15:03:45 15:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Noviembre de 2016, 08:00:21 08:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 23 de Noviembre de 2016, 08:38:39 08:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 23 de Noviembre de 2016, 15:15:23 15:15
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 25 de Noviembre de 2016, 12:40:34 12:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Noviembre de 2016, 12:43:21 12:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Noviembre de 2016, 07:59:55 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 28 de Noviembre de 2016, 22:44:28 22:44
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Noviembre de 2016, 07:50:06 07:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 29 de Noviembre de 2016, 13:49:32 13:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Noviembre de 2016, 21:20:52 21:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 01 de Diciembre de 2016, 02:08:36 02:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 02 de Diciembre de 2016, 23:10:38 23:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Diciembre de 2016, 18:58:08 18:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Diciembre de 2016, 11:03:49 11:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 04 de Diciembre de 2016, 22:54:52 22:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecia ser
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 05 de Diciembre de 2016, 10:37:47 10:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunda de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecia ser una estampida de bisontes, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 05 de Diciembre de 2016, 13:09:25 13:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 05 de Diciembre de 2016, 18:01:42 18:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Rainbow650 en 05 de Diciembre de 2016, 21:12:22 21:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Diciembre de 2016, 20:24:57 20:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una orda de vikingos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 07 de Diciembre de 2016, 14:42:34 14:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una orda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 09 de Diciembre de 2016, 02:23:12 02:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Diciembre de 2016, 07:39:21 07:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Diciembre de 2016, 07:41:55 07:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Diciembre de 2016, 07:38:03 07:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 13 de Diciembre de 2016, 12:58:54 12:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Diciembre de 2016, 07:59:48 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 14 de Diciembre de 2016, 16:25:51 16:25
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Diciembre de 2016, 07:54:10 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 15 de Diciembre de 2016, 18:55:00 18:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Diciembre de 2016, 08:09:21 08:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: chachote en 16 de Diciembre de 2016, 09:42:18 09:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Diciembre de 2016, 20:56:44 20:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Diciembre de 2016, 07:51:57 07:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo!
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 19 de Diciembre de 2016, 21:07:19 21:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Diciembre de 2016, 07:36:20 07:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 21 de Diciembre de 2016, 02:39:37 02:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos;
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Diciembre de 2016, 07:27:21 07:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 21 de Diciembre de 2016, 22:17:37 22:17
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 22 de Diciembre de 2016, 02:11:33 02:11
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Diciembre de 2016, 07:42:52 07:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 25 de Diciembre de 2016, 21:22:58 21:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Diciembre de 2016, 09:38:53 09:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 28 de Diciembre de 2016, 21:27:46 21:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Diciembre de 2016, 18:38:55 18:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Diciembre de 2016, 12:03:34 12:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 31 de Diciembre de 2016, 16:56:12 16:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Enero de 2017, 08:03:33 08:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Enero de 2017, 07:39:30 07:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Enero de 2017, 09:31:24 09:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Enero de 2017, 17:22:30 17:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 06 de Enero de 2017, 19:39:41 19:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Enero de 2017, 14:41:23 14:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Enero de 2017, 07:50:05 07:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 09 de Enero de 2017, 19:38:34 19:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Enero de 2017, 07:41:55 07:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 10 de Enero de 2017, 10:59:09 10:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 10 de Enero de 2017, 21:27:18 21:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no le
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Enero de 2017, 07:57:09 07:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Enero de 2017, 07:58:55 07:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 13 de Enero de 2017, 23:12:34 23:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Enero de 2017, 12:08:31 12:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta despues de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socabando la moral de sus
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 14 de Enero de 2017, 14:45:17 14:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Enero de 2017, 07:57:17 07:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 16 de Enero de 2017, 20:23:05 20:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 18 de Enero de 2017, 00:12:11 00:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Enero de 2017, 07:49:09 07:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Enero de 2017, 07:56:11 07:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las ordas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 19 de Enero de 2017, 20:54:21 20:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las ordas de zombis acercandose hacia ellos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Enero de 2017, 08:00:12 08:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las ordas de zombis acercandose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Enero de 2017, 21:31:32 21:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las ordas de zombis acercandose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno poco a poco
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 21 de Enero de 2017, 02:37:20 02:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno poco a poco o llevarlos de botellón para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Enero de 2017, 08:10:39 08:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 23 de Enero de 2017, 18:30:54 18:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 23 de Enero de 2017, 19:28:16 19:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Enero de 2017, 07:54:02 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 25 de Enero de 2017, 17:28:47 17:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Enero de 2017, 08:05:19 08:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 26 de Enero de 2017, 21:41:08 21:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Enero de 2017, 07:37:29 07:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Enero de 2017, 08:07:47 08:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 30 de Enero de 2017, 12:32:29 12:32
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 31 de Enero de 2017, 07:36:00 07:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Febrero de 2017, 07:56:26 07:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: galagar en 01 de Febrero de 2017, 09:47:33 09:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Febrero de 2017, 08:01:37 08:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: galagar en 04 de Febrero de 2017, 10:10:55 10:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 04 de Febrero de 2017, 14:27:55 14:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Febrero de 2017, 08:19:34 08:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: charri en 06 de Febrero de 2017, 13:07:47 13:07
manecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que habia sido contratado para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 06 de Febrero de 2017, 23:20:26 23:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que habia sido contratado para eliminar todo rastro de los
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 07 de Febrero de 2017, 02:47:06 02:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Febrero de 2017, 07:49:38 07:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La 
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Febrero de 2017, 07:58:42 07:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: charri en 08 de Febrero de 2017, 10:41:02 10:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Febrero de 2017, 07:59:20 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 10 de Febrero de 2017, 14:56:08 14:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Febrero de 2017, 19:46:34 19:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 15 de Febrero de 2017, 19:56:16 19:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 16 de Febrero de 2017, 00:04:49 00:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición  de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Febrero de 2017, 07:43:15 07:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 19 de Febrero de 2017, 21:42:24 21:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Febrero de 2017, 21:27:39 21:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 21 de Febrero de 2017, 02:07:55 02:07
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Febrero de 2017, 07:48:41 07:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones".
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 21 de Febrero de 2017, 21:52:05 21:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Febrero de 2017, 10:51:52 10:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremció al ver semejante instrumento
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: niko en 22 de Febrero de 2017, 13:46:47 13:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremció al ver semejante instrumento,no os puedo dejar solos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 24 de Febrero de 2017, 22:09:41 22:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el matagigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremció al ver semejante instrumento,no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 28 de Febrero de 2017, 20:14:37 20:14
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo 
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Marzo de 2017, 18:57:31 18:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 03 de Marzo de 2017, 16:56:31 16:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Marzo de 2017, 07:59:20 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Marzo de 2017, 07:59:17 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Marzo de 2017, 08:10:59 08:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 09 de Marzo de 2017, 17:51:17 17:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Marzo de 2017, 07:54:29 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Marzo de 2017, 10:05:35 10:05
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios!
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 13 de Marzo de 2017, 21:57:30 21:57
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecia que el tiempo no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Marzo de 2017, 07:49:10 07:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecia que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Marzo de 2017, 08:13:45 08:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 20 de Marzo de 2017, 12:01:44 12:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 20 de Marzo de 2017, 20:30:50 20:30
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Marzo de 2017, 07:49:43 07:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 22 de Marzo de 2017, 01:42:20 01:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior 
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Marzo de 2017, 07:45:07 07:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Marzo de 2017, 08:04:29 08:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 24 de Marzo de 2017, 01:31:09 01:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Marzo de 2017, 07:23:20 07:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Marzo de 2017, 11:20:02 11:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 25 de Marzo de 2017, 14:49:32 14:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Marzo de 2017, 12:03:36 12:03
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 27 de Marzo de 2017, 18:37:02 18:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la 
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 29 de Marzo de 2017, 22:40:17 22:40

Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Marzo de 2017, 13:23:20 13:23
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 31 de Marzo de 2017, 04:53:56 04:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain"
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 31 de Marzo de 2017, 19:20:49 19:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Abril de 2017, 13:01:39 13:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrpitoso golpe que dejó absortos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Abril de 2017, 12:51:56 12:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrpitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Abril de 2017, 08:06:46 08:06
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Abril de 2017, 07:55:25 07:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Abril de 2017, 14:42:21 14:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Abril de 2017, 10:24:00 10:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 11 de Abril de 2017, 17:24:58 17:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Abril de 2017, 18:24:01 18:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Abril de 2017, 08:53:16 08:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Abril de 2017, 10:48:57 10:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Abril de 2017, 08:55:35 08:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 14 de Abril de 2017, 23:13:06 23:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Abril de 2017, 09:12:33 09:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espiritu que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Abril de 2017, 21:35:03 21:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espiritu que hace que los más intrépidos
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Abril de 2017, 17:55:37 17:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espiritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Abril de 2017, 19:27:34 19:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espiritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Abril de 2017, 08:10:29 08:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 24 de Abril de 2017, 11:49:33 11:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Abril de 2017, 15:18:03 15:18
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Abril de 2017, 08:02:07 08:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Abril de 2017, 08:42:39 08:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Mayo de 2017, 08:29:31 08:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Mayo de 2017, 14:52:09 14:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Mayo de 2017, 21:59:46 21:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: finlei en 04 de Mayo de 2017, 01:50:17 01:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Mayo de 2017, 07:40:54 07:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Mayo de 2017, 07:48:22 07:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Mayo de 2017, 08:21:58 08:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Mayo de 2017, 10:10:13 10:10
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Mayo de 2017, 07:52:37 07:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Mayo de 2017, 07:55:46 07:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Mayo de 2017, 07:56:50 07:56
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Mayo de 2017, 09:08:20 09:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un 
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Mayo de 2017, 08:36:58 08:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Mayo de 2017, 08:43:28 08:43
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Mayo de 2017, 16:37:35 16:37
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 16 de Mayo de 2017, 11:40:40 11:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Mayo de 2017, 08:12:27 08:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: sve79 en 17 de Mayo de 2017, 10:24:06 10:24
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbacion intensa, pero
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Mayo de 2017, 07:55:18 07:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbacion intensa, pero le produjo tal orgasmo que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Mayo de 2017, 19:54:38 19:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbacion intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Mayo de 2017, 11:36:23 11:36
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbacion intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. No se había perdido
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 21 de Mayo de 2017, 08:42:48 08:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbacion intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 22 de Mayo de 2017, 07:58:14 07:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbacion intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Mayo de 2017, 07:50:46 07:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Mayo de 2017, 08:04:54 08:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: javiercarla en 24 de Mayo de 2017, 08:36:58 08:36
Muy interesante y se agradece leer cosas buenas [ok]
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Mayo de 2017, 20:01:57 20:01
Muy interesante y se agradece leer cosas buenas [ok]

Compañero @javiercarla puedes participar escribiendo 5 palabras cada día. Saludos. [ok]
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Mayo de 2017, 08:04:53 08:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 26 de Mayo de 2017, 19:54:16 19:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Mayo de 2017, 12:50:06 12:50
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 29 de Mayo de 2017, 07:45:22 07:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Mayo de 2017, 07:41:02 07:41
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 30 de Mayo de 2017, 17:49:02 17:49
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 31 de Mayo de 2017, 07:38:34 07:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 01 de Junio de 2017, 07:42:51 07:42
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Junio de 2017, 07:35:17 07:35
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Junio de 2017, 18:45:16 18:45
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Junio de 2017, 09:22:18 09:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Junio de 2017, 07:47:14 07:47
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Junio de 2017, 07:59:42 07:59
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 07 de Junio de 2017, 16:04:42 16:04
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Junio de 2017, 10:46:27 10:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde la propfundidad de la hondonada
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Junio de 2017, 07:58:34 07:58
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Junio de 2017, 13:40:59 13:40
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Junio de 2017, 09:29:10 09:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Junio de 2017, 07:34:14 07:34
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto,  presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La iba en aumento y las
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 13 de Junio de 2017, 07:29:01 07:29
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 14 de Junio de 2017, 07:46:40 07:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos

Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 15 de Junio de 2017, 07:54:50 07:54
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Junio de 2017, 08:55:21 08:55
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Junio de 2017, 10:31:24 10:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 18 de Junio de 2017, 09:51:49 09:51
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 19 de Junio de 2017, 07:48:20 07:48
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Junio de 2017, 08:12:29 08:12
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 23 de Junio de 2017, 19:09:01 19:09
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 24 de Junio de 2017, 10:38:09 10:38
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e 
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 25 de Junio de 2017, 10:13:06 10:13
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones,
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 27 de Junio de 2017, 08:02:51 08:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones, no había duda, otro ídolo con los pies de barro.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 28 de Junio de 2017, 07:31:06 07:31
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

Amanecía, una paz se adueñó
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 30 de Junio de 2017, 07:27:58 07:27
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

Amanecía, una paz se adueñó del lugar. Parecía el presagio
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 02 de Julio de 2017, 18:01:16 18:01
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 03 de Julio de 2017, 18:52:25 18:52
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 04 de Julio de 2017, 19:22:07 19:22
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: Serjey en 04 de Julio de 2017, 21:20:21 21:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 05 de Julio de 2017, 13:20:54 13:20
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 06 de Julio de 2017, 07:02:56 07:02
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 07 de Julio de 2017, 19:35:43 19:35
manecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 08 de Julio de 2017, 19:00:50 19:00
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 09 de Julio de 2017, 09:19:28 09:19
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Julio de 2017, 17:32:02 17:32
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Julio de 2017, 16:39:58 16:39
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 16 de Julio de 2017, 09:28:42 09:28
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 17 de Julio de 2017, 20:21:11 20:21
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos en
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 20 de Julio de 2017, 13:53:19 13:53
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos en los aguerridos soldados de la
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 10 de Agosto de 2017, 18:16:02 18:16
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 11 de Agosto de 2017, 11:08:11 11:08
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

El navío estaba zarpando, la subida de la marea propiciaba la partida de la nave hacia aguas más profundas. La mar es esa mujer que te mece o te mata. El movimiento de la embarcación empezó a hacer estragos sobre los aguerridos soldados de la maltrecha y desolada guarnición de Chabarowsk, pero partían con  la convicción de que debían defender el bastión más emblemático del reino.

Quedaba atrás, en la lontananza
Título: Re:El Manuscrito de Zhendu"Cap.4 -Regreso a Chabarowsk- parte 1/3(el mundo a salvo)
Publicado por: mencey59 en 12 de Agosto de 2017, 09:46:15 09:46
Amanecía y con los primeros rayos de sol el brujo bizenok se dispuso a conjurar a las hadas del mal, pero de repente, sin esperarlo, apreció Xio blandiendo una espada, con la que pretendía acabar con el malvado brujo Bizenok, pero no había tenido en cuenta que sus esbirros la tenían entre ceja y ceja, y que cuando se diera la vuelta, iban a caer en la trampa, y entonces apareció Chepatorrowsky, que pretendía dar una certera y mortal estocada a Bizenok, pero no fue posible, cuando se disponía a ejecutarlo, apareció Nikolovsky lanzando un haz de luz desde su cuadriga tirada por tres caballos, pero cuando todo parecía que todo iba a salir como estaba previsto, Nikovky falló el tiro y cayó al suelo de cabeza, rompìéndose el cordel que amarraba su peluca, cuando pretendía ponerse en pie, se dio de bruces contra la pared en un muro, este golpe hizo que recapacitara y sin mediar palabra se adentró en el agujero ocasionado por la explosión de la carga de dinamita que llevaba.

Una vez dentro, pudo comprender lo que el manuscrito contenía, sin embargo, todo iba a cambiar en los instantes siguientes, nunca se hubiera imaginado que el desarrollo de los acontecimientos se volvería tan turbio como el contenido indicaba.  Al leerlo no pudo contener la emoción, todo volvía a ser como al principio, nada había cambiado. El contenido del manuscrito se empezaba a aclarar, todo hacía presagiar que los acontecimientos iban a ir sucediendose uno tras otro, pero cuando todo parecía aclararse las rencillas entre los hermanos se hacían cada vez más intensas, llegando en muchos casos a ser desesperante, sin embargo el afecto sustentado por largo tiempo, hizo volver a la realidad de la situación, la espada pedía sangre y sangre tendría.

El almirante Dayorowsky estaba observando desde la atalaya como salia su compañero Nikolovsky con la compañía de sus temidos guerreros dispuestos para una nueva batalla, pero en la lontananza apareció un angosto samurai fornido y con ganas de terminar con todo lo que se movía. El samurai, apodado jaslandoski, blandió su espada intentando imponer allí su ley, pero sin más, no lo consiguió porque eran demasiados yakuzas para él, pero no se arrugó y empezó a aniquilarlos uno tras otro con su espada samurai. Detectó que todo lo que parecía ser bueno no lo era, lo que era malo, tampoco, su desconcierto era total y cada vez estaba más confuso. Sin mediar palabra, sacó de su mochila una especie de ungüento amarillo muy espeso que una vez puesto en la espada, esta empezó a lanzar al aire una danza siniestra, haciendo que los allí presentes volvieran su mirada atónitos hacia la punta fina de su estoque. Sin más, cayeron fulminados y Jaslandoski aprovechó para asestar el golpe definitivo, que iba a hacer temblar los cimientos del castillo en el que sus enemigos se habían refugiado. Salieron uno por uno al patio de armas con las espadas en alto, pero pronto vieron que todo estaba perdido. Jaslandoski los aniquiló a todos y cada uno con la espada afilada hasta la punta.

Se podía observar en él una sonrisa sarcástica que le delataba en sus intenciones de zanjar de una vez por todas las diferencias que habían aflorado en su relación con sus detractores, pero una vez más, los rencores volvían a florecer en su interior y su desconfianza hacia los demás le hacían aun más temible y también más odiado evidentemente. Tras un recodo del camino durmió y descanso hasta que se sintió con fuerzas para continuar su peregrinaje hacia la cumbre de monte Sinaí donde se uniría a su amigo Nikolovsky con el fin de reorganizar sus tropas y planear largas noches de cerveza y desenfreno, pero cuando quiso empezar a contar cuantos seguidores tenía, observó que muchos de ellos habían caído por el camino, pero eso le iba a enviar un mensajero a su fortaleza, con intenciones muy discutibles, pero no discutidas. La suerte estaba echada, todo debía empezar a funcionar como antaño, sin embargo algo había que no le dejaba estar tranquilo, pero sabía que tenía que ir con mucho cuidado, cualquier descuido, cualquier distracción podía ser letal y no podía correr ese riesgo, tenía que ser prudente, pero a la vez osado si quería poder alcanzar su meta, una meta que cada vez era mas complicada de alcanzar pero nunca daría marcha atrás, y sabía que por el camino iba a cruzarse con muchas emboscadas, sin embargo, cuando creía que todo estaba perdido, apareció por sorpresa, el socio de Nikolovsky, alto, fornido, poderoso como nadie, acompañado de un ejercito de orcos repugnantes con deformaciones y con ganas de arrollar todo lo que encontraran a su paso, subiendo por la ladera de la escabrosa montaña, llegó hasta lo más alto de la montaña, desde allí podía ver todo lo que pasaba a su alrededor con buena perspectiva, veía los valles y todo el cauce del rio, ahora solo tenía que partir con sus fieles seguidores hacia el valle de las tenebrosas cavernas, donde todo iba a resolverse para bien o para mal, todo dependería de que el enemigo creyese que todo lo que estaba viendo era verdad y no fruto de la desesperación de quien luego, más tarde, confesaría que todo fue un falso complot para acabar con el poder de aquellos que le habían defraudado y que pretendían unirse a una nueva aventura que todo hacía presagiar que se iba a producir un triste y lamentable acontecimiento que cambiaría el destino de todos los valientes que quisieran ayudar a Xío, deberían elegir unirse a su ejército, sin embargo todo cambió en un instante, ante la penetrante mirada de Nikolovsky, quién, con su voz particular hizo que todos se pusieran firmes al unísono, como si de un mecanismo compenetrado se accionase en el cerebro de Chachotely, lo que iba a suponer una gran ventaja frente a los hechos que se iban a producir inmediatamente, pero nadie contaba con la llegada del general del ejército caucásico, un elemento muy peligroso que inevitablemente causaría el mayor de los males dentro del grupo. Pero estaban preparados para cualquier acontecimiento que se produjera, eran los mejores guerreros de la constelación satelital y los definía su gran arrojo y valor que unidos al gran arma letal que tenían como baza para la victoria, pero todo se frustró cuando por la colina comenzaron a bajar miles de espectros, flotando y amenazando a los bravos guerreros que allí se apostaban con sus armas listas para entrar en tromba en la ciudad y arrasar con todo lo que encontraban a su paso, pero los espectros causaron estragos a la embestida de Chachotely por el flanco derecho debido a que sus ataques se centraban en castigar a la infantería, taponando la caballería para que no pudiera avanzar en dirección hacia la falange. El plan parecía bueno, pero no contaban con varios asuntos que se debían haber resuelto antes, no habían previsto que los batallones de mercenarios de la costa se adentrarían hasta el centro de la llanura llena de cieno y zarzales cubiertos de nieve, que no impedirían que el grueso de las ordas bárbaras avanzaran sin pausa adentrándose en la retaguardia del general Nikolovsky, pero Chachotely no se iba quedar impasible ante tal amenaza, se alzó y sin más, comenzó a lanzar sus lanceros contra todo lo que se movia, exhauto ante tal panorama, mandó a sus arqueros disparar sin parar aunque hiriese a algunos de sus hombres más perdería sino tomase esa decisión.

A medida que la contienda avanzaba, los contendientes iban perdiendo interés en conseguir la victoria, solo unos pocos creían que se podría lograr aun sabiendo las repercusiones que la derrota traería consigo, la humillación de todos los seguidores del gran Nicolovsky se venían abajo como comprenderían más tarde. Pero al cabo de unos minutos, apareció por el desfiladero el gran Dayorowsky con sus aguerridos lanceros, que junto a Chachotely iban a dar un giro a la situación, logrando controlar la situación y revolviéndose contra las hordas del maligno traidor del imperio del Sol Naciente, con tan poca fortuna que dio un mal golpe de efecto, asestándose un mamporro con su propia espada, quedándose totalmente inconsciente. Sus más fieles soldados fueron enseguida a auxiliar a su líder, en breve se repuso y ordeno a sus huestes que iniciaran el asedio del castillo de aguas negras. Todo iba según se había planeado, con algún desconcierto entre las filas más aguerridas, pero con mucho valor siguieron adelante con el plan establecido de antemano.
En el otro bando era insostenible la presión que ejercía el líder de masas Roger, el legendario y archi-enemigo de todos los miembros de la Comunidad del Foro futbolero Comuniame, pero eso no era suficiente, era necesario forzar más la espera, para la aniquilación total.
Pero Roger un tipo raro y deforme en algunas extremidades inferiores, deseaba tener siempre metido el cazo en el puchero y en esta ocasión consiguió acercarse a Nikolowski y Bizenoff, pero fue una argucia para poder ponerlos mirando a cuenca, el dolor era insufrible, pero descubrieron que tenía un gustito especial, lo que hacía que todo lo planeado cambiara repentinamente. Así pues, se prepararon para una nueva orgía, en la taberna del gran Jaslaviana se organizó un fiestorro para dar placer a todo aquel que salía del armario, Bizenoff y Nikolowski salieron corriendo de allí pero les aguardaba Roger en la puerta de carga del Halcón Milenario, se quedaron estupefactos ante aquel panorama. Sin embargo, sin que nadie mediara palabra, Nikolowski y Bizenoff, se subieron a la nave y pusieron rumbo a Chabarowsk quizas alli podrian escapar de Roger y su miembro descomunal. Pero los designios del destino, les tenían preparado una sorpresa, Roger ya estaba allí con los pantalones bajados y la cosa ondeando al viento como si de un gran monolito imponente se tratase, quizás si no hubiera bebido la noche anterior vería todo más claro, pero le daba igual 8 que 80, así que se puso manos a la obra y empezó abriendo una lata de vaselina fina, cosa que sorprendió a los allí presentes que miraban atónitos tal monstruosidad. De repente, apareció por el pasillo, la Rebe y Mario Vaquerizo...

Todo parecía muy extraño, como si de un sueño se tratara. Aún así, no decepcionaron, la presión de Roger iba creciendo sobre el resto de componentes del grupo y la tensión sexual no estaba resuelta, ni mucho menos, se palpaba en el ambiente un como que aquí, se ha fumado algo o se ha bebido algo, de repente Roger se subió los pantalones rápidamente al divisar cómo se acercaban dos guardia civiles con tricornio capa y espada..¡¡alto, ¿quien va?!! gritó uno de ellos con la escopeta encarada y con el puñal entre el mostachón que tenía por bigote. Roger, respondió:"Soy yo"  y de repente sacó su carnet del Moralzarzal que rompió en mil pedazos y acto seguido se avalanzó sobre ellos con la intención de ponerlos en fila y mirando para la A-1, pero por la espalda le tocó algo frío y duro era Chachowsky se queria unir a la fiesta, pero con un puñado de deformes que no hacían más que instigarle y buscarle las cosquillas, así que decidió emprender la marcha, tenia pendiente una cita con toda su gente para reorganizar la tomatina de Argamasilla, pronto vió que en Buñol la concentración de barrancos era elevada, madre como esta la peña, pero con la taja no acertaba a encontrar el camino. De pronto, vió unas  lucecitas de colores parpadeantes que se parecían a las de la guerra de galaxias pero no lo eran, era la entrada de la cueva de la horda de oro de Rusia, que lindaba con la gran logia oscurantista de los hijos la luz eterna. De pronto, una niebla tenebrosa inundó todo el valle, la gente caía desmayada al suelo, nadie se pensaba que Sverovski tuviera el poder de manejar a toda la saga de Nicolovsky, pero no era él, era el voluptuoso Roger con su prominente espolón apuntando al norte. De pronto, todos se alzaron en armas en busca de sangre, más y más turbio,  oscuro, pero desde el malvado bastión de los seguidores de la noche surgían las espadas encendidas en el horizonte del valle de la muerte, con la tenebrosa visión del maligno ser que atemorizaba a los pobladores de Cabra, los tenia que poner mirando a poniente, por que para Cuenca no era posible. De pronto, sin mediar palabra, todos a una cantaban para ahuyentar el miedo que las tropas de Xío acumulaban tras tantos días de pesadumbre. Sin embargo, quedaban tres luchadores que aun no estaban dispuestos a ceder ni un solo paso al malvado y cruel esbirro de Roger con su descomunal armamento. Las fieles huestes del gran Chavalosvki se cernían sobre la marabunta de guerreros de Xío que intentaba hacer una emboscada en el paso de Despeñaperros, refugio del bandolero El Tempranillo, aunque lo cierto es que ese paso estaba vigilado por una avanzadilla de los esbirros del malvado tirano que infundía el terror por donde pasaba. Sin mediar palabra, hizo una hoguera y comenzó a guisar las entrañas de sus enemigos. El olor era dulce y con tintes de aroma infernal pero eso no era óbice para atraer sus deseos hacia la sed de sangre y ganas de una Chicken Burger, nombre en clave de la malvada tropa que comandaba el lugarteniente Alopenskilov desde su guarida. El ambiente estaba enrarecido, demasiada cerveza hacía que se nublase la vista por momentos y que aumentaran las ganas de meter la cabeza bajo el agua. De pronto, a lo lejos, se podía distinguir la silueta de algo que parecía ser una estampida de bisontes, pero no te confundan los cuernos agregaba el lugarteniente de la guarnición, mientras acariciaba su calva testa. Era una horda de vikingos con cascos engalanados de parabólicas y eran los administradores de zona. De pronto, un fuerte estruendo, la tierra se estremeció y apareció de entre una nube..........un rayo de sol [oh oh oh]... y ¡zasca!, un bofetón arriero. Ni así el espolón de Roger, ni el de los demás pudieron acariciar las mieles del éxito que se avecinaba sobre el teniente caraanchoa, ¡Que hostia !, se merecía un buen recibimiento, ¡y tanto que lo tuvo! Se preparó un gran festín para compartir con sus allegados. Llevaron bueyes siete, siete carneros y siete corderos; pero son cinco las palabras que solamente le bastaron para con dos y cuatro chistes muy malos, ambientar la fiesta hasta después de la cena. Sacaron los cuchillos y comenzaron a comer y beber como si fuera lo último que iban a saborear, con avaricia y descaro, hasta saciarse. Sin más, se levantaron y empezaron a gritar y a dar mamporros a todo ser viviente que encontraban en su camino, sin mediar palabra, colgaron a los pobres desgraciados que iban encontrando a su camino y como si nada pasara, los aniquilaron completamente. Eran una banda de desalmados a los cuales no les molestaba en lo más mínimo arrebatar una vida. Su objetivo no era otro que ir socavando la moral de sus archienemigas huestes del gran Chavalosvki. Sus planes iban saliendo como la seda, aunque algunos no habían llegado al festín, pronto empezarían a sentir la furia contenida de las hordas de zombies acercándose hacia ellos, pero tenían la solución, matarlos uno a uno, poco a poco o llevarlos de botellón para embriagarlos y poder controlar sus sin sentidos y muertos cerebros que de nada les sirven, o eso se creían ellos, porque no estaban muertos, estaban tomando cañas en la posada del tio Nikolovsky al cual no le importaba pagar unas rondas para conseguir sus propósitos, acabar con el malvado brujo y con todos sus secuaces. De pronto, apareció en el bar de luz muy oscura, una silueta que parecía la mujer mas bella de todo el condado, pero no era una mujer, era un sicario que había sido contratado para eliminar todo rastro de los pocos que aun quedaban moribundos, malheridos, distraídos y confiados. La situación se estaba complicando mucho. Pero de pronto, todo cambió, hizo su aparición el gran Wyoming, Sandra Sabates, Dani, Thais.....y por fin Lucía Lapiedra.  El ambiente se fue calentando por la repentina aparición de Nacho Vidal que sacó el mata gigantes como el que saca un almanaque de un saco, haciendo caso omiso de los incrédulos, dijo: "Estoy aquí cabrones". Acto seguido el cielo se estremeció al ver semejante instrumento, no os puedo dejar solos, volvió a exclamar, y entonces con mucha calma despejo la zona a mamporrazo limpio.

No se habían visto peores escenas de violencia desde la trifurca que montaron los esbirros de Nicolovsky en el bareto aquel de mala muerte que servían las copas con el rabo. ¡Qué tiempos aquellos!¡Dios! parecía que el tiempo no pasaba lo suficientemente rápido para ellos. De pronto, se abrió la puerta estelar que llevaba a otro mundo paralelo donde Nicolovsky hizo una aparición estelar.

Mientras en el cinturón exterior, rodeado por una horda de sus más fieles guerreros, se apresuraban en preparar las naves para huir como ratas y llegar al bareto donde había WIFI alta velocidad y aperitivos. También te ponían una tapa y medias suelas en la que se podía ver como el zapatero iba clavando tachuelas mientras cantaba "singin' in the rain". De pronto, se oyó un estrepitoso golpe que dejó absortos y boquiabiertos a los allí congregados. Apareció sin más, el mejor de los vasallos de Bizenok que se incó de rodillas y pidió a los allí congregados que se alzaran y levantaran sus jarras de tintorro y brindaran con él, para dar gracias a su líder, su gran benefactor, su guía espiritual, su luz en las tinieblas, ese espíritu que hace que los más intrépidos den un paso adelante para dejar claro de que son los elegidos para la gloria. Xío quedaba perpleja ante aquel dispendio de virilidad que se respiraba en aquel ambiente tan cargado de feromonas masculinas que le iban a ir bien para sus propositos más inconfesables.

Xio empezó a imaginarse como seria todos en pelotas y empezó a tocarse sus partes nobles... De pronto, irrumpió en la sala, con aire de superioridad, con prepotencia, era el macho alfa de las huestes, el paladín de la mejor tierra que existía al norte de Despeñaperros, pero había un pequeño gran problema, era gay.

La decepción de Xio fue muy grande, ella ya se preparaba para el gran asalto y al final se quedo en una masturbación intensa, pero le produjo tal orgasmo que los ojos se le quedaron vueltos. "No se había perdido todo", pensó. En otra ocasión las cosas le saldrían mejor.

La noche cubría con su tupido manto todo el lugar, el silencio era propicio para que los depredadores salieran a merodear. Todo estaba tranquilo, de pronto, se oyó el crujir de unas ramas al partirse, caían unas detrás de otras, una lechuza dejó oir su siniestro canto, presagio de muerte. La niebla se iba formando con una densidad nunca antes vista por esos lares. La situación se hacía del todo insostenible, inquietante, tal vez. De cuando en cuando, venían desde la profundidad de la hondonada unos rugidos que hacían estremecer a los fornidos guerreros de los bastiones allí presentes. La tensión iba en aumento y las huestes empezaban a impacientarse.

De pronto, apareció ante ellos una horripilante bestia que les dejó totalmente helados, era la cara desfigurada del "bicho", si, Piscinaldo intentando huir de Hacienda. Huía como un cobarde, no afrontaba la situación como un hombre. En la huida, destrozó vehementemente los anhelos e ilusiones de los merengones. No había duda, otro ídolo con los pies de barro.

El día empezaba a despertar, una paz supreficial se adueñó del lugar. Parecía el presagio de algun nuevo problema. Siempre acontecia alguna desgracia que aguaba la fiesta. Las huestes se concentraban por todo el valle, preparandose para iniciar su ruta hacia el puerto, donde embarcarían rumbo a una nueva aventura.

FIN DEL CAPÍTULO,  CONTINÚA AQUI...

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